Capitulo 36

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Capítulo treinta y seis.


Salieron de la cocina y se sentaron en el sillón. Justin tomó el control y prendió la tele. 
De repente un trueno pareció partir todo. La luz se cortó y la casa quedó en penumbras. 
_______ se puso de pie y miró a su alrededor. Todo estaba tan oscuro. Sintió una presión en su pecho. No le gustaba la oscuridad, nunca le había gustado. Y hoy mucho menos que antes. 
Le hacía pensar a cada segundo en la oscuridad en la que ahora estaba _______. Sus ojos de nuevo de poblaron de lágrimas, hasta que sintió unas manos posarse alrededor de su cintura y acercarla contra él. 
Justin la apretó con fuerza para susurrarle algo al oído.
- No tengas miedo, vamos a buscar unas velas – le dijo. Ella asintió apretada a su pecho. 
Caminaron en silencio y con cuidado, para no chocarse con nada. La lluvia se escuchaba por todos lados. Era fuerte y pesada. El viento golpeaba las ventanas, provocando que la oscuridad fuera más espeluznante. 
_______a apretó con fuerza la mano de Justin. Él percibió aquella y detuvo su paso. 
- ¿Quieres ir a dormir? – le preguntó. 
- Si – dijo ella algo afligida – Pero no quiero dormir sola Justin, no quiero…
- Shhh, tranquila – musitó – No voy a dejarte sola.
Volvieron sus pasos hacia atrás para ir hacia las escaleras. Subieron y llegaron al cuarto del castaño. Justin encontró una linterna y la prendió para iluminar un poco el cuarto. Hizo que _______ se acostara en la cama y se arrodilló a su lado. La morena lo miró bien. 
- Voy a quedarme aquí hasta que te duermas…
- No – dijo ella rápidamente – No te vayas, quédate. Duerme conmigo.
Justin tragó saliva sonoramente. Él no tenía pensado eso, pero… ¿Cómo iba a decirle que no? ¿Cómo iba a dejarla sola? ¿Otra vez?
No, otra vez no. Y nunca más…
Se puso de pie y rodeó la cama para acostarse del otro lado. Se metió debajo de las sabanas y con cuidado la acercó a él. 
_______ apoyó su cabeza sobre su pecho y se quedó quieta. Era increíble la sensación de seguridad que él le daba. 
- ¿No vas irte, verdad? – dijo ella.
- No, no voy a irme.
- Gracias Justin, yo…
- ¿Me has perdonado? – le preguntó él – Necesito saberlo, necesito saber si me has perdonado. Yo… de verdad estoy arrepentido.
- Lo sé, lo sé – musitó ella – Y ya pasó. Yo no tengo que perdonarte nada, porque… un poco fue mi culpa y…
- No, no fue tu culpa. No tienes la culpa de nada. Él único imbécil aquí soy yo.
Ella sonrió levemente, y sin darse cuenta se abrazó más a él. 
- Si eres un poco imbécil…
Justin rió por lo bajo. Dejaron de hablar y lo único que se escuchaba era el sonido de la lluvia. Los relámpagos iluminaban un poco la habitación. La tormenta era intensa, pero enseguida iba a terminar. El castaño tenía su mirada fija en el techo. Uno de sus brazos estaba alrededor de la morena y la sostenía cerca de él. La otra mano estaba detrás de su cabeza.
Tenía que decírselo, él no podía seguir guardándose todo lo que sentía.
- Ya no voy a dejarte _______, nunca más – le habló él – Hay algo que debes saber. Hoy cuando te estaba buscando, sentí que iba a volverme loco si no te encontraba. Sentí que si no te encontraba enseguida mi mundo… mi mundo iba a acabarse. Estaba desesperado por encontrarte, por abrazarte, por… por besarte. Y cuando te encontré nada más me importó. Absolutamente nadie más que tú. Porque yo… yo estoy enamorado de ti.
Justin esperó a que ella dijera algo. Pero no lo hizo. Él podía sentir su corazón latir como loco por una respuesta de su parte. Pero entonces sintió como ella se abrazaba más a él y temblaba levemente. Levantó la cabeza para mirarla y _______ estaba completamente dormida.
- Diablos… – murmuró. 
Volvió a apoyar la cabeza en la almohada y siguió pensando. Tal vez era mejor que ella no lo supiera, por eso no lo había escuchado. 
Suspiró levemente al pensar en que hubiese pasado si ella estaba despierta. Tal vez se hubiese ido, quizás le hubiese correspondido. Pero la idea de su rechazo lo atormentaba. 
Él prefería mil veces tenerla cerca como a una amiga. Qué lejos como a nada. De apoco sus ojos se fueron cerrando, para terminar dormido gracias al sonido de la lluvia. 
Una larga semana pasó, desde la repentina muerte de Connie. _______ no había vuelto llorar por ella. Justin estaba preocupado por ello. Al parecer ella había decidido cerrar su herida de antemano. 
Las cosas volvían a ser como las de antes. Aunque ahora Justin no era el único hombre en el pequeño grupo. Zayn había estado un poco arisco los primeros días en que el azulino estaba todo el tiempo con ellos. Pero después comenzó a darse cuenta de cuantas cosas en común tenían con Justin. Iban a ser buenos amigos. 
La morena había dejado su trabajo en el bar, ya que su hermano casi la había obligado a hacerlo. Ronald quería que ella solo se concentrara en estudiar como su mamá quería. Además que solo quedaban dos meses de clases. 
- _______a, ¿me pasas eso? – le dijo Ashley mientras las dos terminaban de recortar las fotos para el anuario escolar.
- ¿Estas segura de que esta bien hacer esto? – le preguntó la morena.
- Muy segura, que mejor que dedicarle dos paginas enteras a Taylor. ¿No crees que estará contenta cuando lo vea?
- Y si, pero no creo que quiera ver esto – dijo ella y le mostró la foto de Taylor en ropa interior, sin maquillaje y despeinada. 
- Si, ella quiere verlo – dijo divertida la rubia. 
Rieron divertidas y siguieron recortando las fotos. Faltaban dos meses para que las clases terminaran y con ello venía la fiesta y el baile de graduación. 
- Oye, ¿Ya te invitó Zayn? – le preguntó _______.
Ashley comenzó a toser ya que estaba tomando un poco de jugo. La morena la miró divertida.
- ¿Qué? ¿Por qué tendría que invitarme? – dijo algo nerviosa.
- ¿Cómo porque? Va a ser el padre de tu bebe ¿o no?
- Si, pero no por eso tiene que invitarme al baile.
- Si tiene que hacerlo, además de que se muere de ganas de invitarte. Yo lo se.
- ¿Cómo lo sabes? – preguntó intrigada.
- Tengo un informante que me lo ha dicho – dijo misteriosa.
- ¿Y acaso ese informante no te ha invitado a ti?
Ahora la que tosía era _______. Después de que todo había vuelto a ser como antes con Justin, las cosas estaban bien. Pero había algo que la incomodaba, siempre que estaban solos. Era pensar en los besos que habían compartido. Ella no le había contado nada de eso a su mejor amiga y era mejor no contárselo. 
- ¿Por qué debería de invitarme? – le preguntó nerviosa.
- Porque te mueres por él – sentenció la rubia.
- ¡Claro que no me muero por Justin!
- ¡Claro que si! ¿Por qué demonios piensas que soy tu mejor amiga? Siempre me doy cuenta de las cosas _______.
- No es así Ash, estas muy equivocada. Yo a Justin lo quiero y mucho, pero solo como a un amigo. De la misma manera a la que quiero a Zayn…
- Si claro, y mi bebe y yo somos… somos…
- No son nada – dijo la morena.
- Somos estrellas de rock.
- Si, creo que lo son. El otro día te escuché cantar una canción de Kiss. O sea ¿desde cuando te gusta Kiss?
- Es culpa de Zayn, él me hizo escuchar eso – dijo ella encogiéndose de hombros – Te aseguró que me parece que al bebe le gusta. Cada vez que me siento así como incomoda, pongo esas canciones y me siento mejor.
- Es porque te hace pensar en Zayn – aseguró la morena.

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El Primer Amor Siempre Duele |Justin Bieber| T E R M I N A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora