Prólogo

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Leonor se estaba estirando el vestido que su madre le había preparado la noche anterior. Era de color blanco roto y muy simple, pero era bonito por los decorados florales que tenía bordados en la falda de la prenda. Miró a su hermana que llevaba un vestido similar pero color caramelo pero con algunos volantes y se dedicaron una sonrisa.

Hoy recibían a la familia real holandesa. Guillermo Alejandro I de Holanda junto a su familia estaban realizando un tour diplomático por Europa y tras su paso por Francia, era el turno de España. Guillermo y Felipe eran viejos amigos, por ello sus familias tenían una relación muy estrecha, por no mencionar que las reinas Máxima y Leticia también compartían una amistad quizá por ser las dos hispano hablantes y tener hobbies en común. Todo lo contrario ocurría con sus hijas, ya que las cinco niñas apenas habían conversado entre ellas debido a que no habían tenido la oportunidad de coincidir en ningún evento diplomático.

La familia Borbón esperaba impaciente en la puerta de su hogar a la familia Orange. Tras un par de minutos de espera un coche oficial se asomaba por las rejas del recinto y unos instantes después todos se abrazaban con todos. Guillermo vestía un traje de color azul marino oscuro y una corbata naranja, Máxima por su parte llevaba un vestido verde oscuro con dibujos flores y las tres hermanas iban arregladas con vestidos de un color parecido al traje de su padre con algunos bordados en ellos. Después del gran recibimiento, las dos familias entraron en el palacio y en el salón principales los adultos mantenían una animada conversación.

Por otro lado, las niñas al principio se mostraron tímidas, pero el hecho de que las holandesas pudieran hablar español gracias a su madre facilitaba las cosas. Las princesas se fueron a la amplia biblioteca para jugar. Allí estuvieron conociéndose y jugaron a algunos juegos de mesa, entre ellos a uno de mímica donde Ariadna, Amalia y Sofía eran un equipo y Alexia y Leonor otro. Las tres chicas sabían que Alexia y Leonor eran pésimas en este tipo de juegos, por lo que decidieron aprovecharse de ello. Alexia y Leonor reprocharon esta decisión al considerarla injusta, finalmente accedieron ya que sólo se trataba de un simple juego. 

Como era de esperar, la pelirroja y la rubia comenzaron perdiendo, pero minutos más tarde consiguieron ponerse por delante y es que ambas se entendían a la perfección, dejando a sus respectivas hermanas boquiabiertas. Acabó el juego con victoria de Alexia y Leonor quienes se dedicaron una mirada de complicidad y se dieron un abrazo por la hazaña que habían conseguido.

En ese momento comprendieron que tener alguien a tu lado que te complementara, te hacía ser mucho mejor en todos los aspectos. Porque hay veces en las que dos negativos, juntos forman un positivo y este era el caso de Alexia y Leonor.

A Dos Coronas de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora