Alexia y Leonor volvieron a sus respectivos cuartos en la madrugada, cuando Máxima notó la ausencia de las dos. La española vio demasiado tarde el mensaje de su hermana, y a primera hora de la mañana le llamaría para preguntarle el motivo de su mensaje.
De todas formas, tenían pensado regresar a la escuela para antes del almuerzo, ya que no querían estar muy cansadas para las clases y los ensayos.
Ninguna de las dos princesas había estado mucho en contacto con sus amigos del bachiller. Sin embargo, se enteraban de cosas interesantes que sucedían por los grupos de WhatsApp. Todo parecía ir como siempre, sin ningún cotilleo que mereciera la pena o algún evento relevante.
Leonor no durmió muy bien porque le estuvo dando vueltas a la cabeza el mensaje de Sofía, a primera hora de la mañana la llamó para poder preguntarle sobre el mensaje del día anterior.
-Básicamente a mamá le chivaron ciertas personas de la prensa de que ni Alexia ni tú estabais en Gales. Se preguntaron si era por alguna cuestión diplomática, pero al no ver vuestra presencia en ningún aeropuerto, ni veros en ningún acto ya empezaron las especulaciones. Mamá se puso nerviosa, ya sabes como es ella.
-¿Y por qué quiere que salgamos lo antes posible? ¿Sabes quién le dio el chivatazo?
-Algún compañero de sus tiempos como periodista, supongo. Tienen la teoría de que estáis juntas en estos momentos, no en lo emocional, e intentan captar una foto de ustedes dos. No quiere que os pase nada por culpa de ellos ni que compliquen la situación, ese es el porqué de mi mensaje.
-Entiendo... Alexia y yo ya prácticamente lo tenemos todo listo para volver.
-Genial, avísame cuando lleguéis. Ahora si me permites, me vuelvo a dormir.
Le dedicó un rápido "te quiero" y colgó. Miró la hora en el móvil, las 8:57, en unas dos horas salía el avión. Ahora que sabía el porqué, se sentía más relajada, aunque llegaba a entender la preocupación de su madre.
Alexia tocó la puerta del cuarto de Leonor y pasó una vez que la española le hizo señas de entrar. Se tumbó al lado de la rubia y le miró esperando a que le dijera lo que su hermana le había dicho minutos antes.
-No es gran cosa. Mi madre está un poco asustada porque algunos de la prensa sospechan de que estamos juntas y están intentando tomarnos una foto juntas, teme de que tengamos un accidente o algo por culpa de ello.
-¿A lo Lady Di?
-Algo así.
-Y creía que yo era dramática -ante el silencio de la española, la holandesa se apresuró a decir...-. Oye, lo digo con cariño, eh. Yo quiero mucho a tu madre, pese a que el sentimiento no sea del todo recíproco. Además, lo de Lady Di no fue un accidente como tal, que los ingleses son muy listos para esas cosas.
-Eres una payasa -Leonor soltó una débil risa y el dio un débil golpe en el hombro de la holandesa-. Mi madre está viendo que estás cambiando, poco a poco te estás ganando más su cariño, hazme caso.
-Ojalá que sí... bueno, menos cháchara, que tenemos que terminar de guardar las cosas y Amalia quiere verte antes de que nos vayamos.
Dicho esto, ambas se pusieron manos a la obra, y sobre las 9:37 estaban terminadas. En la entrada ya se encontraban todas las pertenencias y la familia real neerlandesa para despedirlas.
-Leonor, me hubiera gustado charlar un poco más contigo, espero que la próxima vez que vengas te quedes más tiempo -Amalia le dio un cálido abrazo a Leonor-. Cuida mucho de Alexia.
-Igualmente, y tranquila, lo haré. Mucho ánimo con todo, sé que es duro.
-Mucha suerte a las dos en este último semestre. Leonor, sabes que puedes volver cuando quieras, esta es tu segundo hogar.
Tras una pequeña charla, Alexia y Leonor se despidieron de la familia de Orange y partieron para el aeropuerto. Había pasado unos días súper agradables en los Países Bajos, y estaba muy feliz de haber encajado tan bien en la familia de Alexia, ya no se sentía tan incómoda como antes.
Con rapidez y discreción llegaron al aeropuerto y pusieron rumbo a Gales. Durante el vuelo, Leonor sintió a Alexia algo seria y bastante callada para ser ella, le preguntó si le pasaba algo, la neerlandesa quitó hierro al asunto y dijo que era sobre todo por el cansancio.
Leonor no conforme con la respuesta de su novia comenzó a hacerle mimos y tonterías para que se riera aunque fuera un poquito. Poco a poco las mejillas de la pelirroja se fueron poniendo del color de su pelo, ya que no estaba muy acostumbrada a que la española le diera muchos mimos porque normalmente era al revés.
-Pareces un tulipán ahora mismo.
-Al parecer se te está pegando mi sentido del humor y mi ñoñería, lo cual es bastante irónico que una neerlandesa se lo diga a una española -Alexia se levantó de su asiento para estirarse.
-No has tenido en cuenta de que lo único neerlandés que tienes es la nacionalidad y el pelo, el resto es argentino.
-Touché -Alexia se crujió los nudillos y miró a la rubia con una sonrisa ladeada-. Ahora es tu turno de coger el color de tu bandera.
-¿El amarillo? -Alexia se rio de la broma, y se lanzó a Leonor para hacerle cosquillas.
La española soltó un grito de sorpresa e intentó zafarse de los ataques de Alexia, no podía parar de reír y hubo un punto en el que se le salieron hasta las lágrimas.
-Ya, ya me rindo, tú ganas.
-Yo pareceré un tulipán, pero tú ahora eres la bandera de Japón -Leonor le dio una patada en la pierna de Alexia, mientras esta procedía a sentarse nuevamente en su sitio con una sonrisa victoriosa.
Ante el derroche de energía, Leonor apoyó su cabeza en el hombro de Alexia, y esta última apoyó su cabeza en la de Leonor, quedándose las dos dormidas por el resto del viaje.
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A Dos Coronas de Ti
Подростковая литератураLeonor es la princesa heredera de España. Es una chica muy responsable, trabajadora, rubia y de ojos azules, que se está preparando para estar a la altura de las expectativas de sus padres y de un país entero. Quiere mejorar la imagen de su familia...