Capítulo 49

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Leonor dirigió su mirada a los neerlandeses, quienes la saludaban a lo lejos, cuando volvió a mirar a los árboles del fondo Matteo se había esfumado. Alexia notó que la española estaba ensimismada en otra cosa, por lo que también miró en la misma dirección que Leonor y no vio nada. Una vez que la rubia llegó a donde estaban, se sentó con ellos y les saludó con tono de cansancio.

-¿Qué tal ha ido el voluntariado? -preguntó Martijn.

-Pff... agotador, no he parado de recoger basura.

-Por cierto, ¿qué estabas mirando cuando venías hacia aquí? -esta vez preguntó Alexia muerta de la curiosidad.

Por una parte, Leonor pensó que lo ideal era que Alexia supiera la verdad, pero al mismo tiempo, no quería preocuparla ni crear malentendidos. A veces la española se sentía bastante paranoica y desconfiada con todo el mundo, pensando que cada persona que se le acercaba lo hacía con segundas intenciones. Desde lo que pasó con Michel y Lucy ya no confiaba plenamente ni en sus amigos cercanos.

-Por aquellos árboles vi a tu compañero de teatro Matteo -respondió Leonor mientras señalaba la zona por donde estaba-. No sé si llevaba mucho tiempo allí.

-Dios, qué raros son los hombres, sobre todo los que tienen la M como inicial -Alexia puso los ojos en blanco.

-Gracias por el ataque gratuito.

-Yo sólo digo verdades.

-¿Qué creéis que hacía aquí? -preguntó Leonor para saber la opinión de ellos.

-A saber, quizás buscaba a otra persona, o simplemente quería mirar para así alimentar más los cuchicheos de la escuela -respondió Martijn.

-Estoy de acuerdo con Martijn, no creo que llegue al nivel de Michael. Si no, podemos hablar directamente con él.

Leonor asintió lentamente, tomando en consideración lo que había dicho Alexia, lo de hablarlo con él. Intentaría buscarlo al día siguiente y preguntarle de forma casual.

Sin embargo, cuando llegó el momento de la verdad, fue más complicado de lo que la española se esperaba. Compartían muy pocas clases, y cada vez que lo localizaba por los pasillos, al segundo desaparecía entre la multitud.

Tiró de contactos para averiguar en qué clubs estaba, y la rubia se sorprendió de que era miembro del club de fotografía y de teatro. El pensamiento de que podría ser un acosador en potencia se hacía cada vez más palpable.

Esa tarde, Alexia y Martijn tenían turno de voluntariado en el pueblo recogiendo alimentos y ropa de segunda mano, mientras que Leonor tenía esas horas libres. Decidió ir en busca de Matteo, por lo que primero se acercó al teatro por si estaba ensayando sus partes, pero no había nadie. Después, se dirigió al club de fotografía y allí preguntó por el paradero del italiano.

-Se fue hace un rato al cuarto oscuro para revelar algunas fotos, lo más probable es que lo encuentres allí -dijo uno de sus compañeros.

Leonor le dio las gracias y anduvo a paso ligero para llegar lo antes posible, pese a lo de que la sala se llamara "el cuarto oscuro" no le daba mucho ánimo de ir.

Antes de entrar, llamó a la puerta y al no tener respuesta, decidió abrir lentamente y entrar al cuarto con disimulo.

-¿Hola? ¿Matteo? -la española se iba adentrando en la sala. Le daba bastante mal rollo, parecía como en las películas de terror, donde la protagonista se encuentra fotos de cadáveres.

Veía que había fotografías colgadas que se estaban secando, y se acercó para poder verlas de más cerca. Abrió mucho los ojos al ver el contenido, e iba a sacar el teléfono para hacer una foto. En ese instante, la puerta del cuarto se volvió a abrir y cuando Leonor se giró pegó un chillido al ver a Matteo. El italiano reaccionó igual que Leonor, y achinó los ojos para poder enfocar mejor la cara de la intrusa.

-¿Leonor? ¿Qué demonios haces aquí?

-Te estaba buscando y me dijeron que estarías aquí.

-¿Por qué me buscabas? -Matteo se apresuró a acercarse a Leonor y guardar las fotografías, pese a que se seguían secando.

-Ya he visto las fotos, ¿por qué tanta prisa?

-No deberías haberlas visto.

-También te vi ayer en el campo de fútbol -nada más decir esto, el muchacho soltó un suspiro y procedió a colocar de nuevo las fotos donde estaban-. Entonces... ¿te gusta...?

-Sí, y qué. ¿Es un delito? Estas fotos... no pensaba usarlas ni nada, sólo quería ver cómo salieron.

-No te estoy juzgando, simplemente no me lo esperaba. La verdad es que... nunca me lo hubiera imaginado.

-Bastante cliché, ¿verdad? El introvertido que saca fotos y le gusta el arte, enamorado del rompe corazones y capitán de fútbol de la escuela -dijo mientras reía.

-Parece sacado de un libro de novela juvenil, no te lo voy a negar -Leonor hizo una pausa, miró de reojo a Matteo, quien miraba a su vez a las fotos con algo de tristeza. En parte, entendía ese sentimiento de tener un amor imposible-. ¿Es por eso por lo que te uniste al club de teatro?

-Me gusta el teatro, pero nunca he sido de actuar, salvo excepciones. Llevaba un tiempo intentando acercarme de alguna forma u otra a Martijn, pero era complicado porque no coincidimos en nada, encima tampoco estamos en los mismos clubes. Me enteré que Alexia quizás se unía a teatro, entonces creí que sería una buena idea hacerme su amigo y así poder llegar a él. Todo el mundo creyó que me uní a teatro porque estaba interesado amorosamente en Alexia, cuando en realidad estoy interesado en el amigo.

Leonor no sabía ni qué decirle después de semejante información.

-¿Crees que Martijn...?

-Para nada. Sé de sobra que no le gustan los chicos, pero al menos siendo su amigo puedo conocerle mejor. Ayer fui al campo de fútbol porque sé que a veces se queda más tiempo entrenando, pensé en hablarle para preguntarle cualquier chorrada, pero estaba Alexia y más tarde llegaste tú.

-Yo no soy muy amiga de él, pero creo que no deberías de dar por hecho las cosas. Nunca se sabe si finalmente podrás ganarte su corazón.

-¿Lo dices por experiencia propia?

Ahí Leonor tuvo un dilema, ya que podría revelarle mucha información a Matteo, y lo de que "cuanto menos gente lo sepa mejor" se iría al garete. No obstante, sintió mucha simpatía por el italiano y quiso hacerle saber que por muy difícil que fuera su situación, tenía un mínimo de posibilidades de estar con la persona que él quería.

-Sí, te lo digo por experiencia propia.

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¿TENEMOS NUEVA CARPETAAAAAAAAAAAAA?

Por eso me hacía gracia el odio masivo al pobre Matteo T0T Él sólo estaba pillado, pero del otro tulipán :(

Nos vemos el próximo sábadooooooooooooo <3

A Dos Coronas de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora