Another day [YunGi]

שתיים

Salió de su casa y se dirigió a la parada de bus, nunca tomaba el transporte público, pero ahí era donde Yunho lo recogía, él había insistido en recogerlo en su casa, pero sentía que ya era demasiada molestia que tuviera que ir todas las mañanas por él, además no quería que viera su casa, no porque no fuera la mejor ni porque no tuviera muchas cosas, a pesar de que su novio era de una familia acomodada y que estaba acostumbrado a vivir entre lujos, era una persona humilde, no le importaba lo que hubiera en su casa o si no era muy grande, Mingi lo sabía, pero no quería que fuera a su casa porque no era un verdadero hogar. Muchas veces la madre de Yunho le había ofrecido irse a vivir con ellos, sin embargo nunca pudo aceptar, sentía que sería una molestia y no quería dejar a su padre solo.

Mientras esperaba, recuerdos de su infancia vinieron a él, recordaba perfectamente a su madre, tal vez por eso su padre lo odiaba, cuando ella se fue de casa, su padre tiró todas las fotos y cosas relacionadas con ella, Mingi solo pudo rescatar un pequeño dije, tenía la letra Y, la inicial del nombre su madre. Siempre quiso estudiar administración de empresas, quería ser el líder de una de las empresas más importantes de Seúl, se esforzaba en tener las mejores notas y en tener las mejores referencias, pero todo se derrumbo, ahora sus promedios se mantienen en lo suficiente para no tener que nivelar ninguna materia, hace tiempo que había renunciado a su sueño, se dio cuenta de que no era algo muy realista, alguien como él nunca podría dirigir una de las empresas lideres en Seúl, era necesario alguien que tuviera todas las capacidades, él no tenía nada.

Sentía que el tiempo no era lo suficiente, había desperdiciado mucho tiempo intentado recuperarse de algo de lo que no podría escapar nunca, ya era demasiado tarde para levantar sus promedios y tener notas decentes para si quiera aplicar a un buen trabajo.

Levanto la vista cuando escucho el ruido de un auto acercase, el auto negro de todas las mañanas estaba frente a él, y dentro de este, la hermosa sonrisa de la persona que mas se había preocupado por él, la persona por la cual seguía con vida.

Subió al auto después de un saludo, cuando entro fue recibido con un tierno beso, esos que le hacían sonreír cada mañana, él era lo único que lo hacia sonreír sinceramente.