שְׁלוֹשָׁה

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Era de noche, tal vez ya era de madrugada, no lo sabía exactamente. Estaba acostado en la cama junto a Yunho, esa noche estaba haciendo demasiada calor, eso no ayudaba a que no pudiera conciliar el sueño.

Esa mañana en el colegio fue especialmente alegre, estaba feliz de que sus amigos se hubieran acordado de su cumpleaños. Después del saludo de su novio y una tierna felicitación, recibió de su parte un hermoso anillo, Yunho tenía uno igual, cada uno tenía grabado sus nombres, le explico que era un anillo de promesa, estaban muy jóvenes para un anillo de compromiso, así que uno de promesa es el ideal. Al llegar al colegio sus amigos lo recibieron con abrazos, felicitaciones y algunos regalos, recibió dulces, algo de ropa y algunas cartas, eran regalos sencillos, pero el solo hecho de que sus amigos tuvieran un detalle con él lo alegraba demasiado.

A pesar de negarse en varias ocasiones, termino por aceptar la invitación a cenar de Yunho seguido de una noche de películas. Estaba seguro de que en su casa no había nadie, ni siquiera estaba seguro de si su padre se acordaba de su cumpleaños, así que la mejor opción era pasar una agradable noche con su novio.

Fueron a un lindo restaurante, Mingi se sintió culpable por todo lo que su novio había gastado en él, a lo que él le recordó que no había nada de que preocuparse, eso le gustaba de él, lo conocía tan bien que no era necesario decirle como se sentía para que se diera cuenta, solo con verse a los ojos sabían todo lo que pensaba el otro. Pasaron una agradable cena en la que sorpresivamente Mingo pudo ingerir toda la cena sin que su cuerpo sintiera ganas de expulsar todo.

Al llegar a la casa de Jeong, se encontraron con su madre, era una mujer realmente hermosa y agradable, le recordaba a su madre. La mujer, llamada Sana, le felicito y le dio un linda pulsera la cual tenía un lindo dije de corazón, y como hacia cada vez que se veían, le pregunto si le gustaría vivir con ellos, a lo que Mingi respondió de la misma manera "Muchas gracias Señora Jeong, me encantaría, pero no puedo dejar solo a mi padre, lo siento". Después de algunas instrucciones de Sana, puesto que se iban a quedar solos en la casa, obviando a las personas que trabajaban en la casa, se dirigieron la habitación del mayor.

Pasaron una linda noche entre abrazos y películas, alrededor de las once decidieron ir a dimir, ya que al día siguiente tenían instituto y debían levantarse temprano, después de cambiarse de  y darse un lindo beso de buenas noches se dispusieron a dormir, pero Mingi no podía conciliar el sueño, cuando esto le pasaba solía dar vueltas en la cama hasta quedarse dormido, pero no quería ser una molestia para su novio, cerro sus ojos fuertemente intentando quedarse dormido de una vez por todas, sin embargo todos esos pensamientos que inundaban su mente no lo dejaban descansar. Sintió un brazo rodearle la cintura y un pecho contra su espalda, Yunho lo había atrapado en una cucharita, a Mingi siempre le había gustado ser la cucharita pequeña.

—¿Estás bien? ¿No puedes dormir?— Se escuchó un susurro somnoliento.

—No, no, todo... Todo está bien, si.

—No me mientas, bonito, te conozco muy bien, ¿Desde cuando pasa?

—Una mes, tal vez más, no lo sé.— Dijo en un pequeño susurro, dándose por vencido, sabía que Yunho no iba a parar hasta que le contara lo que le pasaba.

—Hablaré con Chan.— Dijo refiriéndose a su psicólogo—, en la próxima cita sobre esto.

—No, no es necesario, ya haces suficiente por mi pagando las citas y los medicamentos.

—Sabes que no me importaría dar eso y mucho más por ti, por favor prométeme que no vas a ocultarme nada más.

—Lo prometo.— Una sonrisa adormilada adorno el rostro de Yunho.

—Te amo.— Dijo a la vez que le daba un sonoro beso en la mejilla, provocándole pequeñas risitas.

—También te amo.

Y por fin, pudo quedarse dormido.




Another day [YunGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora