Después de su cumpleaños, su rutina se repitió, con la única diferencia de que esta vez iría directo a la escuela ya que estaba en casa de Yunho. Se levantó temprano, tomo un baño y comió algo, para su sorpresa, no sintió las nauseas que siempre sentía al comer algo. Lavó sus dientes y después de despedirse se la madre de Yunho, partieron al colegio.
Sus amigos estaban esperándolos, como siempre, todos los recibieron con los típicos abrazos y sonrisas, Mingi correspondió sus sonrisas. Se había vuelto experto en eso de fingir una sonrisa para ocultar todo lo que sentía, ya hacía parte de su rutina fingir sonrisas y evitar preocupar a los demás con sus problemas, aunque todos sabían que no era verdaderamente feliz, creían que sus bellas sonrisas eran sinceras, nunca lo eran, las únicas veces que sonreía era cuando estaba con sus amigos, porque se sentía bien, a salvo, pero esto no quería decir que la supuesta felicidad que mostrara fuera verdadera. Se había olvidado cuando fue la última vez que sonrió sinceramente.
Hablaron un rato en lo que llegaba la hora inicio de clases, una vez el timbre que indicaba la entrada a las aulas sonó, cada uno se fue por su respectivo lado. Ese día Mingi tenía que hacer una exposición, debía hablar de algo que le hiciera feliz, algo sencillo, pero habían dos grandes problemas: Mingi odiaba hablar en publico, cada vez que le tocaba hacerlo simplemente se congelaba, y no sabía sobre que hablar, lo pensó durante toda la semana, pero no pudo encontrar algo que de verdad lo hiciera feliz, si bien habían algunas cosas que lo distraían de lo que le pasaba, como la música, dibujar o estar con sus amigos y su novio, nada de esto podía sacarlo de ese vacío que sentía. No encontraba nada que lo hiciera realmente feliz.
Llegó a su aula y se sentó en el fondo, como siempre lo hacía, alejado de todos. El maestro llego y empezaron las exposiciones, no hubo voluntarios, así que empezaron a llamar al azar. Mingi tenía las manos con una ligera capa de sudor, su estomago dolía, estaba a punto de llorar, estaba intentado controlar su respiración, que se había vuelto irregular, no quería tener un ataque de ansiedad en frente de todos.
Escuchó su nombre. Los nervios aumentaron. Sentía que si se paraba iba a caer, ya que sus piernas se sentían muy débiles, sin embargo, se obligo a pasar al frente, una vez estuvo en el frente, sintió la mirada de todos clavada en él, bajó la mirada, intentado calmarse. El profesor le indico que hablara, sus nervios aumentaron, junto sus manos, las cuales estaban llenas de sudor, su estómago dolía demasiado, no podía hablar, las palabras no salían de su boca.
Pasaron dos minutos, no lograba articular ninguna palabra, solo balbuceos salían de su boca, no se dio cuenta que había comenzado a llorar hasta que escuchó murmullos, "¿Está llorando?" "¿Qué le pasa?" "El rarito empezó a llorar otra vez" "A la marica le comió la lengua su novio" "¿Por qué simplemente no se va y deja de hacernos perder el tiempo?"
Estas palabras se clavaron en el como si de cuchillos filosos se trataran, le dolían más estás palabras que cuando se hacía daño. Mas lagrimas empezaron a mojar su rostro, cayendo al suelo, no entendía porque el profesor no hacía nada, ¿acaso la situación le divertía?
—Joven Song, puede tomarse el resto de la clase.
Apenas el maestro termino de hablar, Mingi salió corriendo del salón, en busca de una zona que estuviera sola, no quería encontrarse con nadie más. Después de cinco minutos llegó a ese lugar seguro donde solía estar cuando tenía alguna de sus crisis en el colegio. Se sentó debajo aquel árbol que tanto le gustaba.
En ese lugar se pasó las horas que quedaban de clase. Minutos antes de que sonara el timbre que indicara el receso se dirigió al baño, quería limpiar sus lagrimas, no quería preocupar a nadie. En el camino no se había encontrado a nadie, cuando estuvo a solo unos metros de la puerta del baño se sintió aliviado, al llegar hasta esta, alguien más la abrió, desde adentro.
—Mingi... —Yeosang estaba frente a él, mirándolo con preocupación—. ¿Estás bien?
—Yo... Si, no pasa nada, solo...
—No me digas que estas bien cuando claramente no lo estás, ¿Por qué no llamaste a Yunho si te sentías mal?
—No quería preocuparlo... —las lagrimas empezaron a mojar su rostro nuevamente.
—No, no, no, no llores, vamos, tienes que lavarte, después tiene que hablar con Yunho y-
—¡No! —lo cortó Mingi—. No quiero decirle, por favor, no le digas nada.
—Está bien, pero en algún momento tendrás que hablar con él, ¿de acuerdo? —recibió un asentimiento por parte de Mingi.
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Another day [YunGi]
Hayran Kurgu¿Son todos felices, excepto por mi? Eso me da tanta curiosidad ¿O es que soy el único que no sabe como ocultar lo que me pasa? Todos esconden su verdadero ser detrás de máscaras Así que me acostumbré a la palabra ''soledad'' ⁜Historia inspirada en "...