Mundos Opuestos

Midnite II

En estos momentos podían sentir como su cuerpo le ardía por completo y están en las penumbras no ayudaban en absoluto ¿Cómo es que terminó aquí? Solo podía recordar John gritaba su nombre desesperado y unos ojos azules como cielo, por un momento le hizo recordar a Steve, pero no de una forma romántica. – Lo último que quiero, es verlo en estos momentos – expresó mientras trataba de levantarse, aunque era imposible dándose cuenta de que sus manos estaban encadenadas en un barrote metálico y una escasa luz entraba por el lugar y un leve chirrido le hizo alzar su mirada a la puerta principal – No me jodas... – dijo al ver a su captor, antes de caer inconsciente de nuevo.

John estaba alterado, enojado y desesperado al no saber nada de Tony en ese tiempo y es que el color de sus ojos no dejaba de invadir sus pensamientos así que recurrió al único lugar donde podrían obtener respuestas –¿Enserio? ¿Podré entrar? – preguntó el joven taxista en ese momento emocionado ante la situación y ambos dispusieron bajar del auto, John solo estaba en silencio hasta que soltó un golpe directo al guardia al ver que no se mostraba cooperativo.               – Espera aquí – se limitó a decirle al joven mientras entraba hasta que soltó varios disparos a la puerta donde se encontraba Midnite.

El mayor solo se levantó de su escritorio alterado ante aquella osadía – ¿Perdiste la poca cordura que te queda? –dijo enojado

John solo bajo su arma mientras le retaba con la mirada – No, pero necesito usar la silla en estos momentos. – se limitó a responder.

Midnite solo empieza a reír ante aquella petición, tan estúpida que esperaba que fuera tan solo una broma por parte del pelinegro –Yo no ayudo ni a un lado ni al otro, lo sabes. El equilibrio – su tono había cambiado por completo a uno de enojo al igual que su expresión. –No me retes John, ¿Para que demonios lo querías? –

John empezaba a cansarse de todo aquello, pero la pregunta le hizo ruido en sus pensamientos, analizaba cada situación que se había presentado y desvía la mirada ante su propia respuesta –Que se joda el equilibrio– y lo único que tuvo como respuesta era ser expulsado hasta la pared con fuerza provocando que soltara su arma y con un Midnite a punto de asesinarlo como siempre –Solo quiero salvar a alguien, es de suma importancia. Y sus gritos inundaban todo el recinto ante aquel ardor en su piel.

–¿Cómo te atreves? ¡En mi casa! – gritó eufórico el contrario.

– ¿Esto es neutral? ¡Mentiras! Eres el único que está siguiendo las reglas, Midnite. Y mientras imitas a Suiza, está muriendo gente – expresó con la respiración agitada y aguantando el ardor en su piel sintiendo que en cualquier momento le arrancaría toda aquello, pero poco le importaba en esos momentos. –Hennessy, Beeman, alguna vez fueron tus amigos también ¿Los recuerdas? – su aferró de sus hombros con fuerza cuando sus dedos perforaron su piel por completo sintiendo aquella mirada dudosa del contrario – ¡Necesito tu ayuda! Considéralo como un último deseo –

–Juegas un juego peligroso John, todo por ese humano que cargas contigo. – Se limitó a responder mientas lo dejaba caer al suelo sin ninguna consideración. John solo miraba algún punto fijo tratando de aquel comentario no calara en él pero era imposible. –Lastima que lo conociste en tu lecho de muerte...–

–Es una camisa de 200 dólares–  Midnite solo reía ante la negación obvio del pelinegro.