Midnite

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— ¿Quién es Midnite? —

— Pronto lo vas a conocer, es un... ¿Jefe? Olvídalo, ya llegamos —

Tony había tenido pequeñas experiencias religiosas por una noche y cuando creyó que terminaría con ese tema, John Constantine le pide llevarlo a un ¿Pub? ¿Bar? En lo más recóndito de Los Ángeles y por un momento creyó que era una trampa.

— Cuando me pediste que te trajera al "Santuario" creí que era algo tipo, iglesia o cosas de un culto —susurró un poco inquieto.

John no dijo nada y prefirió bajar del auto en silencio — Apúrate — exclama serio. Por su parte Tony tuvo dudas en bajar pero al final accedió, su curiosidad era más fuerte que su miedo era algo que llamaba "Maldicion Stark". Ambos entraron a un cuarto rojizo que lastimaba la vista por unos segundos al Doncel — Dos sapos en una banca —

El vigilante lleno de extraños tatuajes les mostró una carta y los dejó pasar gracias a Constantine. Lo que veía era algo imposible de creer ¿Qué era esta ciudad realmente? Vampiros bebiendo una copa de sangre, demonios sonriendo al ver a un humano entre sus dominios provocando que Tony retrocediera pero John lo tomó de la mano e hizo que lo siguiera — No te separes de mi ¿Está bien? —

Tony solo asiente mientras observaba ese entorno sobrenatural hasta que alguien tocó su hombro haciéndolo saltar — ¿Stark? ¿Eres tú? ¿Qué estás haciendo aquí? Creí que seguías en Nueva York —

Esa voz masculina, que podía reconocer en cualquier lugar era de las pocas personas en quien confiaba ciegamente — ¿Strange? — se giró hacia él impactado de verlo en este lugar fuera de la imaginación humana — ¿Qué rayos haces aquí? ¡En un lugar como este! —

Stephen Strange era un médico - cirujano que conoció en Nueva York y fue un espléndido amigo pero en ese entonces Steve le había hecho saber queno gustaba esa amistad, por amor, se pierde muchas amistades; Stephen creyó estar enamorado del Doncel pero al final, entendió que lo veía como un hermano y Tony también así que cuando lo dejó con ese imbecil de Rogers le dolió tanto que dejó una marca de protección pero jamás imagino verlo aquí, en este bar y con John Constantine tomado de la mano.

— Tengo que confesar que no soy un humano común ¿Como conoces a Constantine? — pregunta curioso.

Otra dato de Stephen, era un poderoso mago y hechicero que protegía la realidad de entes sobrenaturales así que por consecuencia había tenido que trabajar (Y seguir trabajando con John) — Fue curioso Stephen, temas de familia —

— Me alegra saber que estás bien y que Steve no está en tu vida. — soltó un suspiro largo — Me imagino que están aquí por Midnite, ¿No es así? —

— Si, me alegra verte. Quisiera hablar contigo después —

— Sabes donde encontrarme y lleva a Tony contigo... y felicidades por su relación —

Al escuchar eso, Stark soltó su mano levemente sonrojado — Idiota... solo fue su chofer y ya ¡Me debes muchas explicaciones Stephen! —

— Las responderé pero no ahora, tengo que irme — y sin más desapareció. John siguió su camino hasta entrar a la habitación junto con Tony que era el centro de atención.

— No te levantes — Exclama mientras jalaba dos sillas.

— Has estado ausente por mucho tiempo ¿Has venido a vender reliquias? —

— No, ya no hago eso. He estado muy ocupado —

Midnite ríe un poco al ver el estado de John — Tal vez vender falsificaciones ha sido malo para tu salud ¿No lo crees? Tu salud está mala por otras razones ¿Cuanto tiempo te queda? —

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