La muerta acecha

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Fue un momento especial aunque ambos no querían aceptarlo tan diferentes en muchos aspectos pero a la vez, podían sentir como algo los conectaba aunque no tenían la respuesta sobre esos sentimientos.

-- No hay un acto 17 en Corintios -- Exclama algo confuso Tony mientras manejaban y John solo pudo reír un poco haciendo fruncir el ceño del contrario ¿Qué tenía de gracioso si comentarios?.

-- Olvidas que tratamos un caso fuera de lo común Anthony... ¿Recuerdas?-- El moreno solo soltó un largo suspiro y se quedó en silencio en esperar de la explicación, John se volteo un poco hacía a él con una risa burlona -- Corintios llega a 21 actos en la biblia del infierno -- Tony frenó de golpe provocando que el mayor se golpeara un poco.

-- Espera ¿Tienen biblias en el infierno? Aún no entiendo como esto tiene que ver con Greg, jamás tocaría algo que fuera en contra de Dios... --

-- Tony, todo eso pinta una imagen diferente de las Revelaciones, menciona que el mundo no acabará por la mano de Dios sino que renacerá en el brazo de los condenados; pero si me preguntas a mí, el fuego es fuego -- Terminando su frase tiro su cigarrillo por la coladera y Tony simplemente se dirigía a una extraña bodega.

16:29 y 16:30 "El fin de algo se acerca"

Del otro lado la ciudad, un amigo de John buscaba información acerca de ese extraño símbolo ¡Temía que fuera otra cosa! Aunque la verdad estaba apunto de salir, una extraña biblia de color negra y con un símbolo de Cristo al revés; mientras más revisaba temía lo peor y lo que encontró acerca de ese símbolo no fue nada alentador.

-- Cielos, esto no es bueno John -- No dudó en marcarle lo más rápido que pudo -- Escucha bien: "Los pecados del padre sólo pueden ser excedidos por los pecados del hijo" --

-- ¿El hijo de quién? -- preguntó Tony

-- Pero no puede cruzar, Beeman -- Había ignorado aquella pregunta ¿Estaba escuchando bien? -- Es imposible cruzar... --

--¿El hijo de quién? ¿De Dios? No estoy entendiendo nada --

-- No, del otro. Él también tuvo un hijo --

-- Continúa Beeman... por favor --

-- Bien John. Aquí está -- Dibujaba el símbolo en un pedazo de hoja en blanco y agregaba un poco de información que sería de ayuda para su amigo, sentía un ente junto a él nada amistoso, tenía que ser más rápido. -- Éste es el símbolo de Mammon el hijo del Diablo. Espera, dice aquí, que -- un golpe fuerte lo distrajo por un momento quedándose en silencio hasta que John lo sacó de su ensoñación -- Sí, aquí sigo, perdón. Dice que Mammon no tiene paciencia para las reglas de su padre y ansía forma su propio imperio de fuego y sangre; Mammon sería el último demonio que querríamos que cruzara a nuestro plano -- Nuevamente aquel ruido que venía de la nada -- Bien seré rápido. Estoy viendo que parece haber una manera --

Eso desconcertó al mayor aunque lo último hizo desviar su preocupación por un momento -- Siempre hay una trampa --

-- Dice que primero Mammon tendría que poseer a un psíquico muy poderoso pero eso no sería suficiente. Para cruzar necesitaría ayuda divina, para cruzar necesitaría la ayuda de Dios --

-- Greg... -- susurra Tony -- Necesita la gracia de Dios ¿Cómo lo obtendría? --

De pronto Beeman se levanta de golpe, las luces se había apagado de golpe y aquel ruido se había hecho más fuerte -- John, mira. Sé que nunca has tenido mucha fe, nunca has tenido motivos para tenerla pero eso no quiere decir que nosotros no tengamos fe en ti. --

-- ¿Beeman? ¡¿Beeman?! -- La llamada se había cortado sin ningún razón, pero eso motivo a Tony a pisar el acelerador.

Beeman se rascaba los ojos con desesperación y aquel sonido de moscas andando por todo el recinto lo desesperaba mucho más -- Maldición...--- susurra al sacarse un insecto de sus ojos pero cuando llegaron fue demasiado tarde, el cuerpo de Beeman estaba infestado de moscas verdes y un olor nauseabundo infestaba todo el lugar.

-- Azufre... huele azufre -- Eso a John lo desesperaba mucho más, solo implicaba a un responsable... al único demonio que estaba en la tierra.

-- Baltazar... -- susurra con enojo.

Mientras tanto la lanza del destino estaba cada vez más cerca las tierras americanas sin importar a quién asesinaba todo el camino se iba tiñendo de rojo, en la ciudad de los Ángeles los demonios se iba reuniendo en el hospital psiquiátrico donde Greg había muerto con la intención de recibir a su nuevo gobernante y un ángel caído simplemente reía -- Ya no falta mucho para el juicio final... ya no falta mucho --

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