Todos se volvieron hacia ella. Hermione sonreía, notando el parecido. Los ojos gris de Alyssa eran los únicos rasgos que la distinguían.
—Soy Hufflepuff y prefecta—anunció Alyssa.
Un estudiante de la tercera generación gritó: "¡Prefecta imperfecta!", haciéndola sonrojar.
Hermione, curiosa, preguntó: —¿quién es tu padre?
Alyssa respondió en voz baja: —Lo siento, mamá, pero no puedo decirlo
Draco Malfoy, sentado al frente, observaba detenidamente a Alyssa. Su parecido con Hermione era impresionante. Se preguntaba si podría ser su hija, una posibilidad que lo llenaba de esperanza.
Narcissa, madre de Draco, sonreía feliz, intuyendo que su hijo podría encontrar la felicidad.
Lucius Malfoy, con su habilidad en legeremancia, exploró la mente de su hijo Draco. Una sonrisa discreta se esbozó en sus labios al descubrir los sentimientos de Draco.
Aunque Lucius mantenía su compostura aristocrática, interiormente se alegraba por su hijo. La posibilidad de que Draco encontrara la felicidad con la persona que amaba lo llenaba de satisfacción.
La sangre y el linaje, que antes eran fundamentales para Lucius, ahora parecían menos importantes. Lo que realmente importaba era la felicidad de su hijo.
Mientras Alyssa se retiraba, aún con las mejillas sonrojadas.
—Bueno, eso sería todo. Adiós
Su voz mantenía el tono bajo, pero sus ojos brillaban con un destello de dulzura
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.