Capítulo 1

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✩Narradora☆

Una mañana linda y hermosa en los dormitorios de la U.A, los residentes de este lugar se encontraban dormidos o casi todos pues habían dos que no habían podido dormir.

La mañana pasó tranquila llegando así hasta la hora de la escuela llegando todos a su respectivo salón 1-A. Lo que más les sorprendió a todos es que no habían ni un grito y eso era raro, ¿Bakugo? Si, aquella persona de fuertes gritos no estaba y eso era muy raro.

-Disculpe, Aizawa-sensei ¿no sabe porque faltó Kacchan?.-Levantando la mano preguntó esperando algún tipo de explicación.

-¿Eh? Umm, faltará unos días.-Y con eso dicho siguió con su clase.

El peli-verde no tan satisfecho por eso se quedo murmurando las mil y una razones por las que faltaría. Al terminar la clase Todoroki se acercó a Izuku y le pidió hablar en un lugar alejado.

-¿Qué querías decirme, Todoroki-Kun?.-Preguntó el peli-verde con notable curiodad mientras ladeaba su cabeza y miraba al Heterocromático.

-Midoriya. . . Me gustas.-Dijo así sin más con una seriedad aunque por dentro moría de los nervios de un rechazo.

-. . . T-tu, t-tambien M-me g-g-g-gustas.-Dijo mientras un fuerte sonrojo aparecía en sus mejillas producto de la vergüenza que sentía en esos momentos.

Unos labios se presionaron contra los del pelo verde, el antes mencionado correspondió a aquel beso que demostraba el amor y aunque era algo torpe no dejaba de ser hermoso para ellos.

-¿Quieres ser mi novio?. -Preguntó el Heterocromático habiéndose separado ya del beso.

-¡Claro que si!. -Respondió con una sonrisa mientras se habentaba contra el más alto abrazándole muy feliz.

[...]

Las paredes blancas eran lo único que adornaba aquella habitación, sus manos ya cansadas de tanto pelar manzanas pues aquello era lo único que lo distraía, sentía su sangre hervir y tantas ganas de matar a ese desgraciado pero en esos momentos no podía alejarse de ahí y mucho menos matar a alguien y no es porque no quisiera si no porque no sabía quién era. La única que lo sabía yacía postrada en aquella cama sin dar muestras de vida, el sonido constante de la máquina de latidos mostraba que aquella mujer seguía viva pero que tal vez nunca despertaría.

Unos toques en la puerta fue lo que lo sacó de su ensoñación levantándose para abrir y ver quien era, dejó pasar a su padre mientras le veía, no se veía bien sus ojos rojos e hinchados como si hubiera llorado por horas pero una leve sonrisa seguía en sus rostro como demostrando que podía ser fuerte.

-Ella está bien, deja de tener ese maldito semblante viejo.-Dijo el musulmán hacia su padre, sabía que él se culpaba por no poder cuidarla pero él conocía a su madre, era obstinada y no daría su brazo a torcer.-La vieja bruja es fuerte, saldrá de esta.-dijo en un intento de consuelo cosa que hizo que su padre se sintiera enternecido.
Masaru abrazo a su hijo mientras lágrimas saladas salían nuevamente de sus ojos, el tener a su hijo a lado lo hacía sentir que podría superar todo. Rato después Masaru envío a su hijo a casa pues el ya había cuidado demasiado de su madre,tenía que descansar.

Acepto a regañadientes y se fue de ahí, en el camino pateaba de vez en cuando una piedra que aparecía en su camino o mandaba insultos al aire en contra de la persona que había dejado en aquel estado a su madre. Apesar de todo la quería aunque nunca lo diría, era su madre después de todo aquella que le enseño a ser independiente y valerse por si mismo, a nunca depender de nada ni de nadie y ser inteligente.

[...]

La tarde había caído y con ello la noche había llegado, un grupo de amigos de la academia intentaba contactar al Musulmán pero nunca daban con el solo los dejaba en visto hasta que un mensaje le llegó al dientes de tiburón.

-¡Por fin!, ya me mandó mensaje chicos.-Grito escuchándolos todo el dormitorio, algunos preocupados y otros por el chisme se acercaron.

-Leelo, Kirishima.-Dijo Mina con una sonrisa en su rostro mientras miraba a su amigo.

-Dejen de estar mandando mierda extras, estoy bien y el próximo que me marque o envíe un puto mensaje le explotare la jodida cara cuando vaya. -Terminó de leer kirishima con una gotita de anime resbalando por su frente

Todos en el dormitorio rieron un poco ante la actitud de su compañero y amigo, y estando mas aliviados se pusieron a hablar y demás hasta que llegó la hora de ir a dormir.

「𝚄𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙳𝚒𝚏𝚎𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora