Capítulo 8

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El castaño y la peli ceniza se miraban entre sí y sonreían, ¿Porque? Sabrá Dios pero ellos eran felices en su burbuja

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El castaño y la peli ceniza se miraban entre sí y sonreían, ¿Porque? Sabrá Dios pero ellos eran felices en su burbuja.

Pocos minutos después entró el doctor dándole de alta a la mujer y también diciendo algunas advertencias para que la mujer no empeore y pueda recuperar sus recuerdos muy pronto.

El regreso a su casa fue tranquilo y acogedor, hablaban con tanto cariño que los jóvenes de ahora les tendrían envidia.

Caminaban lento pues les gustaba aquel ambiente y querían seguir así por más tiempo, debido a eso tardaron un poco más en llegar a su hogar del esperado.

Al llegar Masaru le marcó a su hijo para informarle de todo lo necesario, como que su madre ha estaba en casa y que le doctor dijo que tal vez en unos meses, dos para ser exactos podría volver todo a la normalidad.

Al terminar la llamada siguió platicando con su esposa de cualquier cosa ya que no importaba de que hablaran mientras estuvieran juntos.

El cenizo guardo el celular y soltó un pesado suspiro, realmente se sentía aliviado por que aquella vieja que lo parió ya estaba en casa y mejor

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El cenizo guardo el celular y soltó un pesado suspiro, realmente se sentía aliviado por que aquella vieja que lo parió ya estaba en casa y mejor.

Se paro de la cama ya que estaba acostado y se dispuso a terminar la tarea, o eso pensaba hacer antes de que alguien tocara la puerta.

—K-kacchan, somos nosotros ¿podemos pasar?.—Dijo el peliverde detrás de la puerta.

—¡¿QUE MIERDA QUIEREN?! ¡LARGUENSE!.—Hablo de manera civilizada nuestro dulce y amable cenizo.

Pero como si a los otros dos les hubiera válido entraron, ya que no tenía seguro la puerta.

—Vinimos a hacer tarea juntos.—Dijo el bicolor como si fuera lo más normal.

Los dos recién llegados que claramente no habían sido invitados tomaron asiento y sacaron lo necesario  para poder hacer la tarea.

El cenizo bufo mientras en su mente contaba números para no explotarles la cara, tenía muchas ganas pero no podía hacerlo ya que destrozaría su habitación en el proceso y eso sí que no.

—¡Solo será la puta tarea y luego se marcharán!.—Dijo el cenizo para tomar asiento de igual forma.

Pasaron un par de horas hasta que lograron terminar todo lo que los profesores habían dejado encargado.

—¡Terminamos!.—Festejo el ojiesmeralda.

—Si, ahora largo.—Les miró con cara de pocos amigos y se tiro a su cama pues ya tenía sueño y quería dormir a gusto.

Midoriya y Todoroki se miraron y salieron de la habitación sin hacer ruido, apesar de que en cenizo los corrió estaban felices pues aunque sea pasaron unos momentos a solas y eso ya era un logro.

—¿Dormimos juntos?.—Preguntó el mitad albino mirando a su pareja.

—Claro.–Respondió mientras se dirigía a la habitación del mayor.

El dormir juntos ya era una costumbre y ahora esperaban que algún día los tres pudieran dormir juntos, se vale soñar ¿no?.

Con un poco de esfuerzo y paciencia, mucha paciencia, demasiada paciencia podrían llegar al explosivo corazón del musulmán, sabían que podían hacerlo, se tenían fe.

Lamento que sea corto y haber tardado, me emocione viendo unos animes

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Lamento que sea corto y haber tardado, me emocione viendo unos animes.

「𝚄𝚗 𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙳𝚒𝚏𝚎𝚛𝚎𝚗𝚝𝚎」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora