Izzel

Capitulo 5

Observo a lo lejos desde las sombras, Skyler duerme profundamente. El deseo intenso por tocarla y sentir una vez más su cálida piel entre mis dedos helados se vuelve insoportable, porque no debo tocarla eso podría aumentar el riesgo de que pueda marcarla y los carroñeros la localicen pensando que ella es la presa de esta noche.

Ella duerme sin ninguna preocupación y sin saber que cerca de ella está su perdición eterna, pero está noche me contengo otra vez de tocarla, aunque su esencia atrae a la mía.—Sonrío porque ella aún provoca esas emociones tan humanas en mi. Me pregunto; ¿Que pasaría si ella recordará? Pero sé que no pasará nada aún, por lo que sigue luego de que pase eso. No voy a dejarlas fácil esta vez a los de arriba. No está vez.

***

Mi cuerpo tiembla por el frío. Trato de encender la pequeña lámpara que está a la izquierda de mi cama pero no puedo moverme mi cuerpo se siente pesado y me recuesto otra vez, el terror me invade... ¡No..no otra vez! Trato de mover mis manos y tratar de moverme pero mi cuerpo no obedece. Quiero gritar pero mis labios no se abren y mi lengua se encuentra entumecida. Abro los ojos y entonces lo veo. Una silueta de algo parecido a un hombre encorvado se encuentra viéndome fijamente. Su silueta es negra y delgada, sus ojos negros completamente y vacíos. Dónde deberían estar sus dedos solo hay unas enormes garras negras que de ellas brotan una sustancia negra como si se estuviera derritiendo. El intento por gritar se vuelve insoportable y me empieza a faltar la respiración al ver cómo se acerca hacia mi, cierro los ojos con fuerza, siento mi cuerpo estremecerse al sentir un peso sobre mis piernas y sé que está sobre mi.

Olfatea el aire y susurra palabras que no entiendo, el silencio se hace presente y me permito respirar normal al saber que esa criatura ya no está cerca. Al abrir los ojos el terror regresa. Lo puedo ver está flotando sobre mi sin tocarme, tengo miedo. Sus garras negras atrapan mi cuello y no puedo moverme ni respirar. El dolor de su toque es insoportable y no creo poder hacer nada para que me suelte. No sé si esto es una pesadilla y no puedo despertar pero trata de hacerlo con fuerza y desesperación.

—Humana. El olor de tu miedo es delicioso.— Apenas puedo creer que el me habló o me estoy volviendo loca—
—Aún no entiendo que es está sensación llamativa que trasmite tu esencia, ¿Quién eres?¿Por qué el olor de un oscuro llena tu habitación?
—Suelta a la humana carroñero.

Trato de ver de quién es esa voz pero no puedo. Quién quiera que seas por favor ayudame. Cómo quisiera gritarle que no me deje con ese ser que me quiere lastimar. Ellos hablan en un idioma que no entiendo, el peso sobre mi desaparece y siento como mi cuerpo reacciona. Miro hacia todos lados en busca de la criatura y no la veo, abrazo fuerte la almohada contra mi pecho tratando de pensar que eso evitará que la criatura me toque otra vez.

—No temas, esa cosa no regresará nunca más.
—¿Qui.. Quién eres?—Trato de ver en la oscuridad pero no consigo ver nada ni a nadie, pero sé que el se encuentra aquí quién quiera que sea pudo ayudarme.
—Debes volver a dormir.—Mis párpados se cierran lentamente por qué estoy cansada. Siento una presencia cerca de mi pero está vez no tengo miedo y aunque eso parece ilógico pensarlo ya que desconozco este ser.
—Gracias... Por alejar esa cosa de mi. —Es lo último que digo antes de quedar dormida y sentir algo cálido en mi cuello.

***

Sigo repitiendo lo que creo soñé desde que me levanté y vaya que dormí demasiado ¿Despertar a las 2 PM? Eso nunca me había pasado desde hace mucho tiempo. Lo primero que hice cuando desperté fue sentarme en la cama y mientras desperté completamente los recuerdos inundaron mi mente, así que aquí estoy frente al espejo analizando mi cuello que a pesar de que me duele un poco aun no dejo de observar las marcas en el. ¿Realmente sucedió? No estaba soñando o mejor dicho no tuve una pesadilla, llevo mis dedos hacia la marca de los hematomas y los tocó débilmente siento un ardor leve y dolor.

—¿Hay alguien aquí?— Pregunto, teniendo la extraña sensación de que alguien responderá pero no pasa nada.

La extraña sensación de ser observada regresa a los pocos minutos de haber preguntado eso, mi piel se eriza y siento un aire frío lo cuál es ridículo por qué todas las ventanas están cerradas y es imposible que sea el viento. Me siento lentamente sobre mi cama y tomo nuevamente la almohada como si eso pudiera evitar que algo me toque otra vez.

—¿Qui.. Quién eres y por qué estás en mi casa?— Pregunto mientras trato de permanecer tranquila pero estoy nerviosa por lo que pueda pasar. Siento algo cálido rozar mi brazo y eso me hace estremecer. ¡En qué estaba pensando cuando invite a un fantasma a venir hacia mi! Sé que está mal, he visto suficientes películas de terror para saber lo que pasa cuando juegas a hacerte  el protagonista valiente de la película todo terminará mal muy mal pero bueno...

—¿Debo hacer algo para que esto termine de alguna manera? Por qué no puedes seguir en mi casa, debes saber que no eres bienvenido fantasma. Debes dejar está casa.—Listo lo dije supongo que eso hará que se vaya ya que he leído que tenemos el poder de obligar a salir de la casa a los fantasmas hablándole directamente y con seguridad, eso debe funcionar.

—¿No soy un fantasma, humana. Que te hace pensar que tú débil solicitud funciona conmigo?— Ahogo un grito, mis ojos buscan por toda la habitación en busca del dueño de esa voz pero no veo a nadie. Mi corazón se acelera y aprieto fuerte la almohada contra mi pecho. No puedo creer que el fantasma o lo que sea acaba de decir eso. Estoy armando muchos planes absurdos en mi mente si sobrevivo a esto, ahora sé que fue un error tratar de contactar con fuerzas del más allá. No quiero ser otro caso más en YouTube sobre entidades que posesionan los cuerpos de personas que las vuelven locas o desaparecen sin dejar rastro o algo peor.

—Humana. Deberías acostumbrarte a mi presencia cerca de ti, por qué aunque no lo creas siempre he estado muy cerca esperando que tus sentidos se desarrollen más para que esto termine pronto y créeme que no quiero estar contigo por mucho tiempo pero estoy atascado en tu esencia una y otra vez por siglos ha sido así.

La cabeza me duele con fuerza y tratando de entender todo lo que me dice.— ¿Que quieres de mi?

—Deja de preguntar porque no te agradará la respuesta, ahora mismo estoy luchando conmigo mismo por no mostrarte lo que soy solo quiero que recuerdes estás palabras. No le temas a la oscuridad, habrá veces que desearás tocarla y hacerla tuya, pero no puedes porque eso te condenará.
—¿A qué te refieres con eso?
—Pronto lo entenderás.

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