Capitulo 3

984 86 9
                                    

En la oscuridad puedo escuchar el sonido de una voz que susurra algo que no puedo entender, trato de abrir los ojos pero no puedo, intento moverme pero mi cuerpo no responde. Siento que no puedo respirar, siento que algo sale de mi, es como si tratan de arrancar algo en mi interior el dolor se vuelve constante e insoportable.

Siento que alguien está arrancando una parte de mi.
Tengo miedo de caer en la oscuridad, trato de poner mis manos para alejar lo que me deja sin poder respirar pero no encuentro nada a mi alrededor.

Mis ojos se cierran lentamente quiero gritar pero es inútil no tengo forma de escapar  siento que algo se separa de mi cuerpo, intento abrir los ojos para ver pero todo esta borroso...—No dolerá más. —Alguién susurra cerca de mi. —Trato de decirle que me deje respirar pero no puedo. El dolor se intensifica mis brazos caen a cada lado he dejado de luchar contra lo que me lastima.—¡Suelta a la chica!-Esa voz, se que la he escuchado antes, alguién ha venido a ayudarme abro con dificultad mis ojos la silueta de un hombre se ve borrosa, lejana.

—Es una simple mortal dame una buena razón para no arrebatarle su esencia, aunque deberías probarla es dulce.

—Ella morirá y conoces las reglas. Puedes buscar en otro lugar o necesitas que te recuerde que no puedes hacer nada para detenerme si deseas vivir un poco más en este mundo.—Quién sea que estaba haciéndome daño se aleja,  unos minutos después siento que el dolor desaparece puedo sentir que alguién me sostiene,  quiero abrir los ojos y ver quien es. Pero mi cuerpo no responde.

—Estás bien. No debes temer más. Estaba lejos de ti, pero te escuché. Pude sentir  tu miedo.
— Siento una leve caricia en mi cuello, algo cálido que me recorre el cuerpo que hace que el dolor sea más soportable.

—Lamento mucho dejar que el quitara una pequeña parte de tu esencia,  pero era inevitable si no, el sospecharía de mi. No deben saber porque estoy aqui aún. —El sigue hablando cosas que no puedo entender, mientras me sostiene. Pero a diferencia de el otro que me causo dolor, no siento miedo.

—Debes descansar. Prometo que no te dejaré sola e indefensa cerca de los carroñeros la oscuridad. —Siento que me acaricia la mejilla rápidamente su toque arde un poco.—Luego que se aleja

****

Mi cabeza duele mucho necesito tratar de recordar que fue lo que me paso, en mi mejilla se encuentra un nuevo hematoma que no se como me lo he podido hacer. Cierro los ojos con fuerza pero nada viene a mi cabeza las imágenes de ayer son pocas y confusas no entiendo porque, no sé qué es lo que está mal conmigo. Quizás  he enloquecido.

Siempre me siento mal y muy cansada, durante el día me siento observada, estoy paranoíca porque sé que alguien trata de hacerme daño y de alguna manera lo esta logrando. Cada hematoma en mi cuerpo lo confirma.

Mi mirada se dirige hacia el sillón siento que alguien está aqui, mis manos tiemblan de nervios y el escalofrío que siento me pone ansiosa. Es como si mi cuerpo reconoce la presencia que siento aunque no puedo ver a nadie más en la casa.

—¿Quién está aquí?, —Pregunto, como si alguien pudiera responder. Creo que me he vuelto loca, no encuentro lógica a esto que me pasa.

—He visto muchos programas de TV si eres un... ¿alma? que no ha llegado a la luz. Debes largarte de mi casa,  no puedo ayudarte con tu asunto pendiente. ¿Me escuchas? Debes ir hacia la luz , se libre.—Digo a la nada.

—Si.— Es un hecho. He enloquecido, me dirijo al sillón temerosa de la presencia que se siente, me acomodo aún estando alerta de cualquier cosa que suceda. Pero nada pasa, abro el libro que aun no termino de leer era de mi madre  trata sobre seres de luz y oscuridad. Lo encontré en las cosas que guardo para recordarla, me llamo la atención porque quiero tratar de encontrar una explicación a lo que me sucede.

Un olor a tabaco se siente en el aire, siento algo frío cerca busco a mi lado pero no encuentro nada. Ignorar que no me siento observada es difícil, trato de concentrarme en el curioso libro al que le falta el título es tan extraño, cuando lo lleve a la librería poco después que mamá murió no sabian que libro era sólo me dijeron que era antiguo.

—¡Necesito salir con alguien!,  Estar tanto tiempo sola me esta afectando.—Admito en voz alta.
Puedo sentir un escalofrío recorrer mi brazo derecho es como si algo tratará de tocarme,  me tenso.

—Deb.. Debes ir hacia la luz,  los fantasmas no deben quedarse con los vivos porque eso nos asusta ademas que no es correcto.—Tratar de negociar con el fantasma debe ser la cosa más absurda, que he hecho en mi vida pero es una medida desesperada que estoy dispuesta a tomar si esto mejora la situación.

—¿Qué es lo que quieres?¿Me quieres volver loca?, — Continuó sin obtener respuesta.

—Esta bien. Si no te quieres ir sólo no me asustes, debes dejar de tratar de hacer lo que sea que estás haciendo en mi casa,  porque estoy aterrada como no tienes idea, no me quiero mudar de este lugar, es mi hogar sabes.

***

—No debes temer aunque me parece divertido lo del fantasma.— Si supieras que soy algo peor no tratarías de comunicarte conmigo. Debes dormir.
—Escucho el susurro en mi oído, se que no imagine pero no puedo ver quien es, sólo se que me  observa dormir.


Gracias por leer. ..

IzzelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora