Capítulo 6

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Mi vista recae nuevamente en cada persona que se cruza en mi camino... Cierro los ojos fuertemente y los abro lentamente, pero la cosa sigue ahí sobre cada persona, me duele la cabeza y trato de mantener la calma cosa que no esta siendo fácil. ¿Cómo se supone que debo ver un número sobre cada persona? ¿Me estoy imaginando cosas? Seguro enloqueci y no me enteré.

Desde que desperté salí a correr y al encontrarme con la primera persona en el parque, un chico. sucedió algo muy raro, primero una pequeña luz se formo en su cabeza, luego esa luz dio forma a un número, el 23 estaba sobre su cabeza.

Pensé que eran imaginaciones mías pero cuando encontré a la siguiente persona paso lo mismo sólo que a diferencia del chico, está mujer era un poco mayor y el número sobre su cabeza eran un tipo de reloj que marcaba unas pocas horas y así siguió sucediendo lo mismo con cada persona que me he encontrado en el camino, pero sus números cambian y algunos tienen un tipo de reloj sobre su cabeza que marca horas.

***

Creo qué estoy imaginando cosas esto me esta preocupando realmente. Me niego a ver a las demás personas, tengo una sensación fea y mis manos empiezan a temblar. Un fuerte golpe y gritos me hace detenerme al voltearme, mis captan una pequeña luz blanca desaparecer hacia arriba, me acerco al grupo de personas y me paralizo al ver el cuerpo de la anciana mayor que acababa de ver en el parque la misma que tenia sobre su cabeza un tipo de reloj que marcaba unas horas. ¡No! ¡No puede ser! Retrocedo torpemente entre las personas y siento que me falta la respiración, no entiendo que pasa.

Me acerco y compruebo que si era la misma anciana. De pronto un aro de luz blanca sale de su cuerpo y poco a poco va tomando forma palidezco cuando veo que la forma que toma es de la anciana, ella esta desorientada y mira hacia los lados luego se observa en él suelo y se lleva la mano a la boca supongo que para evitar gritar.

Levanta su mirada se detiene en mi, yo retrocedo y salgo corriendo lejos de lo que sea que haya presenciado. Al estar cerca de casa me paro a descansar y trato de recuperar él aliento, siento un dolor intenso en la cabeza y termino por recostarme en un muro mientras masageo mis sentidos para ver si el dolor disminuye pero no es así.

Siento una brisa heleda recorrer mi rostro y eso me que me tense.
Observo hacia mi brazo y veo una mano con arrugas traspasar mi mano. Ahogo un grito de terror y levanta poco a poco mi mirada hasta ver a la misma anciana frente a mi.

—¿Puedes verme?

Su pregunta me hace gritar por suerte no hay nadie cerca para verme enloquecer porque sé qué eso paso. Cierro fuertemente los ojos enviatando verla tal vez desaparezca pero al abrirlos me observa como si fuera una loca y estuviera viendo cosas, aunque si estoy viendo cosas y muy muertas porque ella lo esta no cabe duda.

—¿Ya terminaste de actuar ridículamente niña?

Espera... La anciana ¿Me esta sermoniando?

—Puedes verme niña, y creeme estoy más asustada que tú, se supone que vería a Alfredo y morí antes de llegar a verlo. Necesito tu ayuda.

—¿Y yo porque?

El miedo se escucha en mi voz.

—Por que solo tu puedes verme.

Y luego desaparece.

***

Mis manos tiemblan mientras tomo de mi taza de chocolate.

Traté de entender lo que sea que pasó temprano pero no consigo llegar a otra conclusión que no sea que he enloquecido, porque todo esto es ilógico ver él alma de una persona que murió, eso me esta consumiendo los pensamientos es qué no puedo aceptarlo o asimililar ese hecho.

Mi teléfono suena y al revisarlo veo un mensaje de Rex eso me hace sonreír con diversión.

Estas bien Ler.

Respondo que si.

Y continuó tomando chocolate caliente hasta que él timbre de mi puerta suena, sin ganas de recibir a nadie me levanto y al abrir observo a mi vecino Izzel.

Sus ojos azul pálido me observan detenidamente y sonríe.

—Vaya. Espero no ser molesto pero otra vez me he quedado afuera. ¿Puedo pasar y esperar aqui a mi hermano?

Me hago a un lado y camino otra vez a mi sillón él cierra la puerta y me sigue.

—Lamento ser inoportuno pero no conozco a nadie más que tú Skyler y espero eso no te incomode.

—No te preocupes Izzel, no me importa ya sabes hay que ayudarse entre vecinos. Supongo.

El se sienta en él sofá y observa con curiosidad mi taza de té.

—¿Quieres un poco de chocolate?

—Eso estaría bien. Creo que esa bebida se ha vuelto mi favorita.

Camino hacia la cocina y le sirvo una taza cuando se la entrego, la observa con curiosidad y mucha atención.

—No esta envenenado.—Bromeo.

El sonríe y le resta importancia.

—El veneno no puede matarme Skyler, muchas cosas peligrosas para humanos no pueden de hecho.

—Interesante. ¿Así qué eres extraterrestre?

—Si te refieres a las criaturas grises y poco agradables, no lo soy. Mi rango esta muy encima de ellos.

Sonrió con diversión a sus ocurrencias creo que Izzel es muy divertido raro muy raro supongo que se debe a que es extragero.

—Chico creo que tú estas muy loco, espero no lo tomes a mal pero si de algo sirve creo que yo también estoy loca.

—¿Porque crees que estás loca?

El toma de su taza de chocolate y pasa su lengua por la comisura de su labio limpiando un poco de  chocolate que se derramo por tomárselo casi todo rápidamente.

—No es importante Izzel si te lo digo puede que luego tú si pienses qué estoy loca.

—No lo creo. Dime.

—¿Estás seguro que no te reirás de mi o me vas a ver raro?

—No lo haré Skyler.

Lo observo entrecerrando los ojos y me rindo quien quita que él lo sepa de hecho necesito decirle a alguien o si no puede que si me enloquezca de tanto analizar lo que ocurrió.

Empiezo a contarle todo desde que me fui a correr y todo lo que paso con la anciana él me mira sin interrumpirme me siento bien al no verlo reírse de mi o verme raro cuando termino de contarle todo. Pero hablar con alguien de lo que me paso, me quita un poco de la frustración retenida dentro de mi.

—Te creo. No deberías tratar de darle vueltas al asunto por ahora, si quieres un consejo debes evitar los sitios que suelen frecuentar muchas personas puede que te sorprenda mucho lo que encuentres en eso lugares ya qué la mayoría de personas es ignorante a ciertas cosas que pocos pueden ver.

—Esto es ilógico Izzel ni siquiera sé que esta pasando conmigo.
Un día estoy bien sin cotar los sueños extraños y que luego de eso me despierte como si hubiese sufrido algún accidente ya qué mi cuerpo se siente cansado. No sé que hacer.

El aprieta su mandíbula cuando termino de contarle todo. Mi teléfono suena y al revisarlo veo otro mensaje corto de Rex

Que descanses Ler.

— Debo irme Skyler ya es muy tarde. Gracias por él chocolate y permitirme quedarme trataré de solucionar unos asuntos pendientes y si necesitas ayuda sabes donde encontrarme no importa la hora que sea solo llámame y aquí estaré lo prometo. No debes temer todo esto pasa por que así es como deben ser las cosas.

Lo veo dirigirse a la puerta y salir.
Sus palabras me dejan confundida así qué le resto importancia supongo que hablar con él me ayudo aunque sus consejos son algo extraño lo único que me hizo sentir bien es que sé que puedo contar con él.

Así qué esta noche al acostarme cuando tengo miedo siento en la oscuridad que unos ojos azul pálido me observan a lo lejos.


Gracias por leerme.

IzzelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora