Other Life

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Nota: Perdonen por el contenido del capítulo anterior, esta historia tiene de todo un poco, así que, si no les gusta este tipo de contenido, les pido que se retiren por favor, y muchas gracias

Estaba realmente apenada por lo que acababa de suceder, quería salir corriendo pero mis piernas no querían moverse.

No sabía ni como mirarlo a la cara, así que decidí bajar la cabeza viendo mis pies, la vergüenza se apoderó de mi cuerpo.

- ¡Hey! *dijo* ¿Por qué estás así?

Decidí no decir nada, porque un nudo estaba en mi garganta y no me dejaba hablar.

Subió su boxer y se puso el pantalón, se agachó frente a mí con el torso descubierto, colocó una mano en mi barbilla levantando mi cabeza haciendo que lo mirara.

- ¿Estás avergonzada por lo que hiciste? *preguntó*

No hice más nada que guardar silencio, "el que calla otorga", ese refrán me lo han dicho varias veces. Al parecer leyó mi mente, ya me conoce demasiado.

- No estuvo mal, al contrario, estuvo increíble, no tienes porque avergonzarte *dijo* Ya nos tenemos bastante confianza para hacer ese tipo de cosas, ¿no es cierto?

Lo miré a los ojos y asentí levemente, tomé valor para pronunciar aunque sea una sola palabra.

- Si, solo que...Me siento apenada, aunque sé que no debería sentirme así *confesé* Y que bueno que te gustó, no soy tan experta en eso

- Lo sé, pero estuvo increíble *dijo cuando me abrazó*

Días después....

- Ay Jungkook, estoy cansada *jadeé*

- Yo igual, pero debes acostumbrarte *dijo con la respiración agitada*

No podía más, me detuve, semi-flexioné mis rodillas y apoyé mis manos en estas mientras recuperaba el aire. Jungkook seguía corriendo, y cuando se dió cuenta de que ya no corría a su lado volvió a mí.

- Vamos a comer algo, te ves más pálida de lo normal *dijo ayudándome a caminar*

Caminamos hasta un restaurante que quedaba cerca por donde corriamos, estábamos empapados de sudor pero aparte de eso, estábamos hambrientos.

Nos sentamos en una mesa apartada de la gente, como siempre, pero aún así las personas se acercaron a nosotros para pedir autógrafos o fotos con nosotros, cosa que no nos negamos.

- Eres muy cruel conmigo, me hiciste correr siete cuadras sin parar *me quejé*

- No recistes mucho, eres una debilucha *bromeó*

- ¿Quieres ver que te de una patada en tus testículos para que veas lo debilucha que soy? *lo reté*

- Te quedarás sin hijos entonces *dijo*

- ¿Por qué? Si lo que haré es patearte los testículos *dije*

- Porque si no puedo tener hijos, tu tampoco *dijo y fruncí mi ceño confundida* Quiero decir....*aclaró su garganta* Tendrías hijos conmigo si no me patearas los testículos

- ¿Tu quieres tener hijos conmigo? *pregunté asombrada*

- Contigo quiero todo *dijo mientras tomaba mi mano*

La escena romántica fue interrumpida por el mesero quien nos pidió un autógrafo y se tomó una foto con nosotros para luego tomar nuestra orden y retirarse.