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Un cuadro en blanco que termina siendo una obra de arte con solo pinceladas y con total dedicación por detras. Un lienzo sin pintura y con solo un boceto a lápiz listo para que el pintor comience a poner color sobre sus líneas, un camino en blanco y negro dispuesto a cobrar vida con colores  brillantes y vivaces. Una pequeña parte de tí mostrada en una pintura, dónde tu vida es la base de tus obras  la cual muchos pueden apreciar con devoción o sin algún sentimiento, en si; una paradoja sobre la vida, los sentimientos y el arte del pintor.

Eso era una pintura para Minghao, en pocas palabras;
Eso era lo que él mismo se transmitía con su arte, aunque no fuera el mejor pintor, el chico encontraba su talento en aquellos cuadros que yacían colgados en las paredes de una reducida habitación de huéspedes, la cual había decidido convertir en su espacio donde podía fluir y ser él sin miedo a que alguien más lo viera y lo criticara por ello.

Un espacio donde no se le permitía la entrada a los problemas ni a sus crudos recuerdos. Cuatro paredes llenas de paz y armonía.

Sin duda el lugar favorito del beta.

El día anterior del anterior, del anterior, del anterior y del anterior Minghao había comenzado a trabajar en una pintura; estaba fascinado con los avances que tenía sobre el lienzo, casi terminaba aunque aún faltaban algunos detalles.

Minghao se dió cuenta de que pintar era la única forma en la que él podía estar tranquilo, sin necesidad de detenerse porque los recuerdos lo atacaban, era la única manera en la que se liberaba de todas sus preocupaciones quedando simplemente plasmadas en un cuadro, para luego convertirse en eso; en una pintura que mostraba un poco de su vida y de lo cruel que la había recibido.

Ah, Minghao era un chico simple, jamás necesito cosas extravagantes para mostrar su nivel de vida. Realmente no había nada bueno que mostrar de él y si lo hubiera nunca lo compartiría con alguien que no pudiera sentirse tan orgulloso como su padre; su padre siempre lo amó y se lo demostraba cada vez que tenía la oportunidad. Minghao  intentaba ganar premios en la escuela para que su padre le recordará lo orgulloso que estaba de él, así que realmente no se interesaba en lo que alguien más dijera. La única persona que permitía sus halagos era a ese hombre, pero ahora, solo era otro recuerdo.

Todas sus pinturas eran dedicadas a la terrible sensación que sentía en aquellos instantes, eran dedicadas a aquellos recuerdos que lo recibían al amanecer y lo despedían al anochecer. Incontables pinturas que demostraban la simpleza de como expresar lo que sientes, sin la necesidad de lastimar a otros.

En el cuadro se podía ver un largo camino de color negro, la pintura desvaneciendo y derrotando a la fina capa de color blanco, creando un ambiente melancólico para cualquiera que se topara  con aquella obra. Un camino con flores de todas las tonalidades marchitas, un sol sin brillo y una laguna seca.
Y al final había un chico con colores azules demasiado tenues, representando la tristeza en medio de la oscuridad y la muerte.

Muchos pensaran que es solo una pintura más, pero no, en esa pintura está el dolor que sufrió  Minghao a lo largo de su vida hasta la actualidad. Ese cuadro representaba lo roto y vacío que estaba por dentro, pero claro. La gente solo ve lo que quiere ver; nunca se darán cuenta del verdadero significado detrás de esas pinceladas. Y Minghao, no estaría dispuesto a explicar su arte, no cuando cada palabra dolía más que mil golpes.

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Las horas pasaron tan rápido que Minghao tuvo que abrir un poco la ventana para cerciorarse de que el reloj no le mintiera, ya eran casi las doce de la madrugada, la luna estaba en lo más alto dando su luz para todo aquel que estuviera en oscuridad y para que lograrán llegar a sus hogares después de un largo día de trabajo.
Ming se quedó un momento admirando a su única acompañante en esa noche, el viento golpeaba con total gentileza su rostro y el aroma a plantas se colaba por sus pulmones; Minghao se sintió tan bien, por primera vez en tantos años, pudo respirar paz.

El beta no sabía cómo había pasado el tiempo con tal velocidad, quizás fue porque estaba tan entretenido haciendo obras de arte o simplemente porque hacer lo que ama le consume el día, lo mismo en dos opciones.

Minghao suspiró dejando los pinceles sobre una pequeña mesita que tenía justo detrás, decidió dejar la ventana abierta para que se ventilara un poco el lugar y se fuera el olor a pintura que comenzaba a marearlo.

Sin más que chistar, Minghao salió del cuarto estirando sus articulaciones, él recordaba que eran recién las tres de la tarde.

"¿Luna, por qué aún entre tanta oscuridad, brillas intensamente?. Yo por más que intenté, mi luz, que es tan débil; al romperse, vuelve a ser tragada por las frías noches."


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Hola! El primero y el segundo capítulo son casi relleno. Pero es que son tan importantes en la historia:) más adelante sabrán por qué! (Encuentra las pistas)

LOBO BLANCO -/Junhao/- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora