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Minghao entró a su oficina y dejo su saco sobre una silla. Miró el reloj que estaba sobre su mesita y luego miro el que tenía puesto en la muñeca, sus ojos danzaban de un lado al otro con incomodidad e inconscientemente había comenzado a golpear el suelo con la punta de su pie izquierdo. Aunque la oficina era pequeña y no había tantas cosas como pudiera desear, Minghao acomodó un poco absolutamente todos los objetos para hacer ver del lugar uno más agradable y ordenado, aunque solo estuviera él allí dentro.

Esa mañana había despertado un poco inquieto y raro... Tal vez más raro de lo normal. Quizás era por la idea de que tendría que estar en una misma área con una persona totalmente desconocida que nunca antes en su vida había visto y que jamás pensó que podría conocer. A  pesar de ser solo por trabajo el chico beta no sabía que es lo podría hacer para no sentirse tan abrumado con ese hecho, y es que realmente no se sentía abrumado, de ninguna manera. Minghao solamente sentía un poco de nerviosismo porque no se le pasaba por la cabeza como podría relacionarse con el empleado, aunque él mismo se haya impuesto que no tendría algún otro tipo de comunicación que no fuera para resolver las dudas del nuevo.

A veces Minghao no sabía que era lo que quería, mejor dicho... Nunca supo que era lo que quería en su vida, siempre fue así de indeciso, por esa razón le dió la última palabra al destino. El destino era sabio en muchas  ocasiones así que sin que él lo pidiera le pondría en el camino algo que quizás Minghao nunca pensó que necesitaría en su vida.

Tal vez era esa su inquietud.

Aunque muy en el fondo Minghao sabía que no era la única razón por la que estaba de esa manera, estaba claro que había algo más que lo hacía sentir nervioso y un poco asustado.

Pero su cabeza no le decía con claridad aquello que lo atormentaba esa mañana.

"Mientras más se acerca, más sientes ese dolor en el pecho. Pero está bien, recuerda siempre que el dolor cura al dolor en muchas ocasiones."







*

Minghao le dió un último vistazo al reloj antes de llevar su mirada a unos papeles que tenía justo enfrente. Eran los datos del nuevo empleado, su jefe se los había dado para que conociera un poco sobre quien era el tipo con el que pasaría un mes, si exactamente... solo uno.

No decidió leerlo porque no estaba interesado en lo absoluto, pero tenía que hacerlo porque después de todo él se haría cargo del tipo por lo que restaba del mes y unos días más. Tendría que dejar de lado su desinterés en algunos aspectos de ahora en adelante.

Según la ficha era un tipo chino, igual que él. Claro, era porque estaban en China aunque tenía muy entendido que podría haber sido alguien de otros país.
En el papel se mencionaba la edad, tenía veinticuatro años y se agregaba que venía de una familia pequeña, madre, padre e hijo. Normalmente sus compañeros eran de familias altas en la sociedad y conformadas por muchos miembros que siempre resultaban ser alfas, pocas veces omegas y casi ninguna betas. Pero tal parecía que ese no era el caso con el nuevo empleado.

En la ficha nunca se mencionó si era un tipo alfa, omega o beta... Muy extraño. Pero bueno, no podría ser omega, al menos de que su empresa fuera de esas que no le importa ni un carajo las clases y les dan empleo incluso a personas omegas.

Lo dudó.

Minghao se vio interrumpido cuando tocaron la puerta de su humilde escondite. No espero mucho para abrir y encontrarse con un tipo de baja estatura, era un empleado de construcción. Su nombre era Woozi y era un alfa pero bajo ese hecho no lo parecía, su estatura no era vista en un alfa como algunos otros que andaban a la vista. Aunque bueno, Minghao no era nadie para criticar la estatura de alguien más.

LOBO BLANCO -/Junhao/- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora