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***

Malia entro a su habitación y se sentó en el pie de la cama, con el reloj de Erik en sus manos.

- Realmente fuiste un idiota - dijo molesta mirando el aparato- un idiota encantador - río por lo bajo-

Se puso de pie para guardar el reloj en uno de los cajones y camino hasta el baño para tomar una ducha.

Un dolor intenso en su cabeza hizo que cerrará los ojos con fuerza. La molestia duro unos segundos y luego se detuvo.

- Qué extraño...- susurro confundida-

Esos dolores habían desaparecido unos meses después de los experimentos, solo las pesadillas la atormentaban o al menos eso creía hasta ahora.

***

La noche cayó y todos en la gran mansión ya estaban en sus camas, descansando. Todos exepto una pequeña pelirroja.

Jean estaba recostada en medio de la cama, con la mirada fija en el techo de la habitación. Hacia algunos minutos había despertado debido a una pesadilla y hasta entonces, no podía reconciliar el sueño.

En ese momento recordó las amables palabras de aquella mujer, "Si necesitas algo, llámame". Pegó un salto de la cama y camino hasta la habitación del lado.

Llamo a la puerta y una muy desalineada Malia aprecio frente a ella.

***

Malia estaba removiéndose en su cama, sudando y con el ceño fruncido. En su sueño estaba reviviendo aquel amanecer en que perdió al amor de su vida, ese recuerdo era el más insistente, soñaban con el seguido y eso hacia que se destruyera un poco más cada noche.

Unos suaves golpes en la puerta hicieron que se despertara sobresaltada. Se sentó en la cama, refregó su rostro y miro hacia su mesa de luz, el reloj marcaba 02:00 de la madrugada.

- Y ahora qué?- suspiro frustrada para luego salir de la cama -

Abrió la puerta y bajo su vista encontrándose con una pequeña pelirroja, bastante nerviosa.

- Jean?- pregunto confundida - Sucede algo?-

- Pues ...-

Su pregunta fue respondía al sentir sus nervios y temor.

- Tuviste una pesadilla- murmuró y ella la miro sorprendida- Pasa -

La pequeña ingreso a la habitación y noto varias cajas, además de algunos bolsos. Siguió a la castaña hasta la cama y ambas se sentaron frente a frente.

- Vas a irte?- pregunto Jean mirando a su alrededor-

- No- bostezo - solo voy a llevar algunas cosas a otro lugar, nada importante-

Malia noto la actitud de la niña, así que debía hacer algo.

- Y...quieres decirme qué sucedió?- pregunto buscado su mirada -

- Soñé que todo el mundo me odiaba por lo que hice, por lo que soy - respondió Jean mirándola a los ojos - Soy un monstruo?- pregunto temerosa-

- Claro que no - tomo su mejilla y sonrió dulcemente- escúchame bien, la vida...a veces puede tírate de rodillas, pero solo tú decides si te levantas -

- Algunas vez te paso? - pregunto Jean - qué la vida te tire de rodillas?-

- Muchas veces - respondió con una sonrisa cansada - y en cada una de ellas, me puse de pie -

- Pareces una mujer fuerte-

- Gracias- sonrió ampliamente y se acomodo en la cama - ven -

Jean gateo por la cama hasta recostarse a su lado, apoyando su cabeza sobre el el pecho de Mal, mientras ella le acariciaba su cabello.

- Cuántos años tienes?- pregunto Malia -

- 10 - respondió Jean - Y tú?- pregunto curiosa -

- 100 años - río divertida y Jean se enderezó para verla sorprendida-

- Qué?!-

- Así es, eh vivido mucho - sonrió al ver el rostro de la pequeña -

- Wow...- Jean volvió a recostarse- Jamás pensé conocer a alguien así, es asombroso-

- Si, lo es...- murmuró triste - Ahora descansa, mañana tienes tu primer entrenamiento con Charles -

- Puedo quedarme?- pregunto vergonzosa -

- Claro - sonrió de labios -

En pocos minutos ambas quedaron completamente dormidas.

***

A la mañana siguiente Malia se dió cuenta de que hacia mucho tiempo no dormía tan bien. Miro a su derecha y una melena pelirroja estaba completamente dormida; sonrió con ternura y se levantó de la cama, lo más sigilosa posible.

Esa misma mañana salió a correr. Luego se fue al gimnasio dónde entrenaría con Bestia.

- Oye!- se quejo bestia desde el suelo - eso fue jugar sucio -

- En una pelea, no existen las reglas - le ofreció su mano para ponerse de pie -

- Te recuerdo que ahora eres un alfa y eso te hace más fuerte - le dijo Bestia -

- Así que leíste el libro que te preste - dijo Malia caminando fuera del ring -

- Se llama bestiario- la corrigió bestia siguiendo sus pasos - Y si, ya lo termine de hecho -

- Te lo di hace una semana, un libro de ese tamaño no puede ser leído en pocos días - lo miro raro -

- Estás hablando conmigo, podría haberlo hecho en menos tiempo de no ser por los exámenes -

- Buen punto - lo señaló y ambos rieron -

- Malia- la llamo Charles haciendo gruñera-

- Y ahora qué?!-

- Es Charles, cierto?- pregunto Bestia al ver sus gestos -

- Si- respondió en un suspiro -

- Hay una niña que te busca - río Charles -

- Jean...dile que voy enseguida - pidió - Lo siento Bestia, debo irme -

- Descuida, tengo unas tareas pendientes en el laboratorio-

***

Malia tenía asuntos en Washington, así que decidió llevar a Jean con ella.

- Qué hacemos aquí?- pregunto la pelirroja -

Ambas estaban frente a una enorme casa, a las afueras de la ciudad. Malia río por lo bajo y se ingreso a la casa, siendo seguida por Jean.

- Compré este lugar con el sueldo de mi trabajo como maestra - le explicó Malia mientras recorrían la casa - esta semana van a llenarla con muebles y esas cosas -

- Es por eso que empacaste - dedujo Jean - Verdad?-

- Si y no - respondió haciendo que la pelirroja la mire confundida- Verás, guardaré aquí todos mis recuerdos más preciados en caso de emergencia -

- Invitarás a tus amigos?- pregunto curiosa-

- No, este será nuestro secreto - respondió divertida- Solo tú y yo sabemos de esto-

- En serio?- pregunto con emoción-

- Bueno, probablemente Charles también lo sepa...pero fuera de él, solo nosotras -

***

𝚆𝚘𝚖𝚊𝚗 𝚇 / 𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑹𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora