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El jardín estaba repleto de alumnos y profesores, todos para despedir a Charles y Scott. Malia estaba al frente de la ceremonia, con sus amigos detrás de ella.
- Vivimos en una era de oscuridad. Un mundo lleno de miedo, odio e intolerancia - la voz de Malia era escuchada en cada rincón de la ceremonia - Pero en toda era, existen aquellos que combaten esas cosas. Charles Xavier y Scott Summers nacieron en un mundo dividido, un mundo que ellos trataron de curar, una misión que nunca vieron cumplida...Pareciera que el destino de los grandes es no llegar a ver sus metas alcanzadas...- río con amargura, mientras que negaba con su cabeza - Scott era más que un amigo o un compañero de trabajo, era mi familia; cuando tenía miedo, me dió fortaleza y cuando mi mundo se vino abajo, me dió una mano para poder levantarme. Muchos de nosotros conocimos a Charles como la mano derecha de Hank, pero la realidad es que sin él, ninguno de nosotros estaría aquí ahora; nos dió un hogar, una familia y una razón para vivir. Tal vez se hayan marchado, pero sus enseñanzas, sobreviven en nosotros. A dónde quiera que vayamos, debemos perpetuar su visión; una visión, de un mundo unido -
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En la noche,alguien llamo a la puerta de Malia, no espero a la orden de paso y se a dentro en la habitación.
Logan se encontró con su única hija tendida en la cama, de espaldas. Cuarto, al igual que el resto de la escuela, estaba sumergido en un profundo y melancólico silencio. Camino hacia ella, se sentó al borde la cama y sostuvo su mano.
- Me duele tanto a como a tí, pero quedarte en este lugar para siempre no solucionará nada- dijo Logan en el tono más suave posible -
- Ojalá lo fuera - murmuró Malia sin mirarlo -
- Debes levantarte y seguir intentando - dijo Logan dando un apretón en la mano de la rubia - Qué te eh enseñado desde pequeña? Jamás deber rendirte, Malia. Somos sobrevivientes. No debes dejar que una piedra en el camino, te desvíe de tu meta -
Cada palabra que salía de la boca de James, era una lágrimas que se acumulaba en los ojos de Malia.
- Lo estoy intentando. Te juro que lo estoy intentado - respondió Mal con la voz completamente rota y llorando como hacia mucho tiempo no lo hacía - Pero el intento me está matando -
A Logan le dolía en el alma ver a su hija de esa forma y no poder hacer nada al respecto. La envolvió en sus brazos y acaricio su cabeza, mientras ella seguía llorando.
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A la mañana siguiente, los X-Men, Hank, Bobby y Kitty, se reunieron en la oficina del segundo. Llevaban veinte minutos en absoluto silencio, sumergidos en sus propios pensamientos y con la mirada perdida en algún punto de la habitación.
- Y ahora qué? - pregunto Bobby, impaciente, rompiendo el ensordecedor silencio - Qué hacemos? -
- Charles y yo fundamos está escuela - respondió Hank - Tal vez lo mejor, será cerrarla por un tiempo. Respetar el luto - hizo una breve pausa para observar la mirada de cada uno - Le diremos a los estudiantes que vuelvan a casa -
- La mayoría no tenemos a dónde ir - dijo Bobby - No puedo creerlo...no puedo creer que no luchemos por la escuela -
- Esto es un golpe duro, niño - dijo Peter - Se necesita tiempo para sanar -
- Y si no tenemos tiempo?- lo cuestiono Kurt -
En ese momento todos desviaron su atención a la puerta, dónde un muchacho rubio de ojos celestes ingresaba a la habitación.
- Se que estés es un mal momento - comenzó hablando el desconocido - Me dijeron que este es un lugar seguro para mutantes -
- Lo era, hijo - respondió Hank -
- Y aún lo es - dijo Malia poniéndose de pie - Hank, dile a los estudiantes que la escuela sigue abierta -
La mayoría de los presentes le sonrieron con orgullo, mientras que otros aún no sabían cómo reaccionar ante la situación.
- Strom - la llamo - Enséñale su habitación a...-
- Warren Kenneth Worthington III - se presentó el desconocido haciendo que los Xmen se pongan en guardia -
- Eres hijo de Ángel- dijo Kurt entre dientes -
- Nieto - lo corrigió Kenneth - Y no tengo las misma intenciones que mi abuelo cuando lo enfrentaron -
- Te creo - dijo Malia con seguridad - Ahora vayan, hay cosas que hacer -
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Malia camino hacia la lapida de Charles y Scott. Se paró frente a ellas y se puso en cuclillas.
- Malia...Malia!- la voz de Jean comenzó a sonar en su cabeza de repente -
Repetía su nombre continuamente, desesperada. La mujer coyote llevo ambas manos a su cabeza y cerró sus ojos con fuerza, intentando hacer que el dolor de vaya.
Cayó de rodillas al piso y cuando todo se detuvo, elevó la vista encontrandose con la lapida de Charles.
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Strom vio la puerta de la habitación de Malia abierta y cuántos ingreso, se encontró con la rubia empacando algo de ropa rápidamente en un bolso.
- A dónde vas?- pregunto la peliblanca -
- Dónde crees?- respondió sin dejar de empacar -
- Se ah ido, Malia. No va a volver - dijo Strom intentando hacerla entrar en razón -
- Tú no lo sabes - cerró su cajón con fuerza -
- Asesino al Profesor, a Cíclope -
- Esa no era Jean - la interrupio Mal sin mirarla -
Camino hacia la salida pero Tormenta se interpuso.
- Malia - le dijo buscando su mirada -
- Déjame pasar - pidió moviéndose de un lado a otro intentando salir -
- Por qué no ves la realidad?- pregunto Strom en un tono suave - Por qué no la dejas ir?-
- Porque...!- la tomo de los hombros y la arrinconó contra la puerta -
- Porque la amas - termino su frase - La sigues viendo cómo tú niña...tu hija -
Malia la soltó de manera brusca y se alejo un par de pasos, dándole la espalda.
- Ella tomo su decisión, es momento de tomar la nuestra - continúo hablando Ororo - Si estás con nosotros, apoyanos - sentenció antes de retirarse-
Malia se quedó, de pie, en el mismo lugar y con la cabeza a punto de estallar. Se quedó allí varios minutos y al final tomo una decisión.
Se colgó la mochila en su espalda y tomo la motocicleta que Scott le había regalado a Logan.
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𝚆𝚘𝚖𝚊𝚗 𝚇 / 𝑺𝒕𝒆𝒗𝒆 𝑹𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔
Ficção Científica"ℕ𝕠 𝕡𝕠𝕣 𝕞𝕚𝕖𝕕𝕠 𝕒 𝕙𝕖𝕣𝕣𝕒𝕣, 𝕧𝕒𝕤 𝕒 𝕕𝕖𝕛𝕒𝕣 𝕕𝕖 𝕛𝕦𝕘𝕒𝕣..." * * * Una historia basada en la vida de Malia, nuestra protagonista, dónde vivirá diferentes situaciones que la pondrán a prueba, no solo habrá acción, también existirá...