21

691 129 16
                                    

Es un gesto sencillo. 

YunSeo estaba allí, tendiéndoles una mano en un recibimiento que lo tomó por sorpresa. 

Aún cuando nada de lo que está haciendo y por hacer se siente remotamente normal o acorde a un plan, HyungWon todavía se siente trastabillado de ver a la persona que es técnicamente su suegra mirarlos con esos ojos de halcón, tratándolos con tanta frialdad y enfundando con una sonrisa ajena lo que siente es condescendencia pura. 

Se sorprende de ver a HoSeok tomar la mano de su madre como si estuviera tratando con un vendedor de autos o un colega cualquiera. Le sorprende también ver como YunSeo acepta el gesto y luego la suelta como si aquello fuera el saludo apropiado entre una madre y un hijo, sin siquiera intercambiar más de dos palabras. Ver como ambos se tratan como simples conocidos le aprieta un poco el corazón. 

Siente unos ojos claros posarse en él, y una delicada pero firme mano aparecer en su campo visual esperando una reacción acorde. 

HyungWon la toma y siente toda la confianza de YunSeo expresarse en medio segundo, una pequeña sonrisa y un ligero agarre es suficiente para revolverle el estómago. 

Hay algo en aquella mujer decidida, realizada y sin muchas preocupaciones en el mundo que traspasa seguridad y carácter. HyungWon está ocupado trascendiendo su cuerpo humano y transformándose en el manojo de nervios atormentado que venía sintiendo desde que puso su trasero en su asiento en primera clase, pero todo eso da lo mismo. Porqué cree que, aún si se presenta allí como el maldito príncipe de Inglaterra, YunSeo lo estaría mirando de la misma forma. 

La mujer suelta una sonrisa divertida. 

— HoSeok, no le he dicho ni una palabra y tu novio ya está asustado — y con la sonrisa complacida aún en el rostro, se lleva una mano hasta el corto pañuelo Hermés que rodea su cuello para acariciar la seda — ¿Qué le has dicho sobre mí? 

HoSeok se acerca un poco más a él y posa una mano en su nuca que logra disolver todos los puntos de tensión en su cuerpo como por arte de magia. Es un gesto posesivo tanto como de protección. 

— Solo las cosas buenas, mamá — dice HoSeok, acercando un poco más a HyungWon— Fue una conversación bastante corta. 

Riendo con ganas la mujer comienza a caminar, saliendo de la sala de estar decorada de blanco y detalles de oro rosado para subir por las escaleras gigantes que se abren a la par en el segundo piso. 

HoSeok toma su maleta y la de HyungWon para comenzar a seguirla, HyungWon se mueve también agradecido de que sus piernas respondan aun cuando sus nervios lo tienen consiente hasta del vaivén de sus brazos. 

Le quedaban cinco páginas para terminar "El apego antes del encuentro", pero ahora se estaba arrepintiendo de no haber buscado también otro libro que lo ayudará a lidiar con suegras. 

Nunca antes había conocido a ninguna, y estaba seguro que YunSeo era una mujer difícil de encantar, si es que alguien como ella que caminaba con zapatos Louboutin, faldas pinceles Chanel y tenía esa aura de dueña del mundo podía ser encantada de alguna manera, claro.

YunSeo se detuvo frente a una habitación protegida por dos grandes puertas que quedaban a mano derecha del largo pasillo principal de la hermosa mansión. 

Había procurado no actuar demasiado intimidado por todos los lujos que albergaba esa mansión de tres pisos, diez habitaciones, nueve baños, cancha de tenis, piscina y cine (según le había dicho HoSeok) pero estaba seguro que había visto una pintura de Jackson Pollock en la entrada entre dos plantas gigantes y la pura idea de ver algo como eso en una casa y no en un museo lo hizo caminar alerta.

❛Mi marca en ti❜ 2won [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora