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— Buenos días. 

— Buenos... ¿días? — Respondió titubeante, tallándose los ojos para asegurarse de que lo que estaba frente a él no era un espejismo. 

Parecía uno. La sorpresa de ver el plato de pancakes esperando por él en la mesa había sido suficiente para dejarlo plantado sobre sus pies. No recordaba haberse sentido así de sorprendido desde que descubrió a MinHyuk practicando el solo de Shrek el musical para la obra que harían en el orfanato hace años atrás. Ahora, la sorpresa que lo dejaba sin saber que decir venía por parte de HoSeok.

Nunca se lo imaginó del tipo de hombre que cocinaba, y la cantidad absurda de comida rápida que pedían todos los días validaba su suposición. 

— ¿Desde cuándo cocinas? — Su incredulidad se derritió al segundo en que su boca se llenó de comida, y sin avisar, su rostro se pintó de placer y un pequeño "mmm" inconsciente escapó de su garganta. HoSeok sonrió presumido— Maldición, está increíble. ¿De dónde sacaste las fresas?

HoSeok estaba disfrutando más de la cuenta la manera expresiva en la que HyungWon se comportaba. Bebió un poco de café inflando el pecho de orgullo. 

— Hay una cosa que se llama supermercado. Escuché que venden todo tipo de alimentos, fresas incluidas. Deberías ir algún día. 

El menor lo regaño con la mirada, los ojos marrones fallando en ocultar su buen humor. 

— ¿Fuiste al supermercado en la mañana? ¿Para cocinar...pancakes? — HyungWon no se molestó en ocultar su escepticismo, ni tampoco en comer con menos prisa. 

— Tus capacidades de deducción me asombran. 

HyungWon dejó de comer, recargándose en la silla y cruzándose de brazos. 

— Esto es demasiado bueno para ser verdad. ¿Cuál es la trampa?

El tema con HoSeok era lo condenadamente difícil que se le hacía descifrarlo. Podía sonreír mostrando sus dientes, los hoyuelos marcados y los ojos oscuros atravesando su alma y HyungWon sería completamente incapaz de saber qué demonios significaba esa sonrisa. Podía mirarlo como si acabara de decir la ridiculez más grande del mundo, y luego reírse y seguirle el juego o saber exactamente de lo que estaba hablando, podría no contestar sus mensajes un día y al siguiente prepararle pancakes de desayuno. Shin HoSeok todavía era demasiado enigmático, incluso con lo que ya sabía de él. 

— ¿Trampa? — Levantó una ceja acompañada de una sonrisa deslumbrante que hubiera descolocado a cualquiera, aquel rostro de ingenuidad fingida era increíblemente atractivo. 

HyungWon se movió con cuidado, llevándose una fresa a la boca sin perder el contacto visual con HoSeok en ningún momento. 

Entrecerró los ojos. — ¿Me vas a despedir?

No es que lo creyera así, pero de existir todavía esa posibilidad quería estar seguro de que HoSeok no la estaba contemplando. No cuando su trabajo era lo único que lo mantenía lejos de la presión que lo esperaba en el mundo real, como las cuentas de la universidad y un departamento del que lo habían corrido. 

HoSeok suspiró, bebiendo otro poco de café — ¿Eso es lo que piensas que haré?

— Si es eso deberías decirlo ahora. Tengo un... un asunto con mi departamento y si tengo que irme de aquí debería... — Se detuvo a sí mismo, dándose cuenta de que quizás estaba entregando información que no era responsabilidad de HoSeok. — Nada, mejor olvídalo. 

Otro suspiro, esta vez uno más fuerte escapó de los labios de su jefe, y HyungWon pudo notar como la postura de su cuerpo cambió. Parecía acomodarse para entrar a una conversación que no esperaba tener. 

— ¿Es sobre la carta de desalojo? ­

HyungWon dejó los cubiertos sobre su plato, abriendo los ojos grandes por la sorpresa. Un sutil escalofrío recorrió su espina mientras se preguntaba en cómo demonios HoSeok podía saber eso.

— ¿Cómo lo...?

Antes de que HyungWon pudiera teorizar más en los cómos y porqués, HoSeok levantó una mano para detenerlo ahí mismo. Claramente consciente de lo que fuera que HyungWon estuviera pensando, podía hacerlo quedar como psicópata acosador. 

— Asumo que le diste mi dirección a tu arrendador porque hace algunos días encontré una carta de desalojo en el correo. Claramente no era para mí. 

A HyungWon se le abrió la boca un poco más. Era cierto, antes de mudarse con HoSeok le avisó a su arrendador que estaría viviendo de manera temporal en otra nueva dirección, y ese pedazo de información lo alivió de sobre manera, no sabría cómo lidiar con él si es que al final HoSeok era realmente uno de esos millonarios obsesivos que acosaban a sus pobres víctimas — ¿Y no se te ocurrió avisarme? ¿Cuándo la viste?

— Nunca leo mi correspondencia, HyungWon. No sabía que estaba allí, la vi de casualidad.

Asintió pensativo, sintiéndose de pronto avergonzado de que HoSeok supiera el desastre que era. ¿No era gracioso? El hombre que le gustaba tenía su vida bajo perfecto control, aún con todas las posibilidades en su contra. Y él... él era de esas personas que el mundo se comía con facilidad. 

— ¿Cuál es tu plan?

HyungWon jugueteo un poco con sus pancakes — Eh... sacar mis cosas de allí, esperar a que me pagues y saldar parte de lo que te debo. 

— ¿Dónde dejarás tus cosas? 

— Estaba pensando en venderlas. — Lo cual era la opción más lógica, aunque una que tardaría demasiado tiempo. 

HoSeok soltó un pequeño sonido que indicaba que estaba pensando en algo, HyungWon lo observó. 

— Dame la dirección y me encargaré de que las manden a una bodega. 

El tenedor que se estaba llevando a la boca quedó a medio camino — ¿En serio harías eso por mí? — Preguntó genuinamente sorprendido. 

HoSeok simplemente siguió comiendo — SÍ. 

— ¿Entonces no me vas a despedir?

Un pequeño nervio en la frente de HoSeok se tensionó al mismo tiempo que cerraba los ojos y dejaba escapar otro suspiro audible. 

— HyungWon, ¿Qué parte de prepararte el desayuno y ayudarte a desalojar rápidamente tu departamento para que no te metas en más problemas te hace creer que quiero despedirte?

HyungWon se tomó un tiempo para pensarlo y bajo la intensa mirada de HoSeok comió lo que quedaba de sus pancakes. 

— No lo sé. Hace unos días pensaba que me odiabas y ahora te estas comportando muy... ¿Cuál es la palabra?

HoSeok ahora parecía divertido — ¿Amable? ¿Considerado?

— Ambas juntas.

— ¿Y qué hay de malo con eso? — HoSeok levantó otra vez una ceja, entrelazando sus dedos bajo su barbilla. 

— Nada, es solo inusual.

¿Lo era? ¿Lo era realmente? HoSeok no dijo nada mientras continuaba con su desayuno, algo en su semblante le hizo creer que estaba de acuerdo, y otra cosa hizo pensar a HyungWon de que quizás lo había molestado de alguna forma. 

— De cualquier manera, gracias HoSeok. 

Asintió un poco con la cabeza, observando la hora — No hay de qué. 

Esa misma tarde hizo un par de llamadas. HyungWon ahora tenía una cosa menos de la que preocuparse.   






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Actualización sorpresa porque tuve tiempo libre entre mis actividades de la universidad c:

Esto fue 1 de 2 extras que la autora original publicó para aclarar ciertos incovenientes en la historia, publicaré el siguiente en pocos minutos.

Gracias por el apoyo, los quiero ♡

-All the love

❛Mi marca en ti❜ 2won [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora