Epílogo

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Con lo quieto que estaba HoSeok era difícil no imaginarse ese momento como el inicio del fin. 

El pelinegro había levantado su mano y puesto sus dedos sobre su pecho, nada dicho o preguntado.                  

Dibujó con dedos temblorosos el borde de su medialuna en un toque sigiloso, jadeó en algún momento, HyungWon cerró los ojos. 

Con dificultad controlaba el hecho de tener a HoSek mirando su marca, que lo tocara era una proeza entera aparte. Su garganta se contrajo mientras que su cuerpo se apretaba y estremecía bajo su tacto. Podía sentir fuego en su sangre y su corazón desbocado, podía sentir que necesitaba a HoSeok y que lo había encontrado, que lo había perdido, que no era nada y todo a la vez.                  

Ser consumido de esa manera por algo indescriptible era una sensación extraña. HyungWon levantó la cabeza mientras gemía algo inteligible, buscando un par de orbes oscuros que le dieran algo de paz, que calmaran su ser.                  

Pero cuando lo vio, se dio cuenta que HoSeok parecía estar viviendo otro proceso completamente diferente. De estar más inmóvil su cuerpo se apagaría, HyungWon estaba seguro.                  

De pronto entendió.                   

Quizás....                  

— ¿HoSeok? — logra decir al cabo de unos minutos. Un intento para llamar su atención hecho a medias. Quiere que le hable, pero a la vez siente miedo.                   

HoSeok no responde.                   

Sus dedos continúan sobre su Marca y HyungWon los siente, pero es eso y nada más.                   

Su Marca palpita en su pecho, quema como si llamara a alguien, pero HoSeok no está respondiendo y pronto HyungWon comienza a sentir que todo aquello es un error. Quizás este era el otro escenario. Ese que no se había permitido imaginar.                 

Ese con el que no fantaseaba porque era condenadamente deprimente y real. 
          
— HoSeok, por favor. Dime algo. 
               
Quiere escuchar una palabra, que al menos levante la mirada y que con sus ojos le diga que todo está bien, "Es un milagro, HyungWon. Eres mi Marcado" o algo por esa línea. Algo burdo, algo romántico, algo que no lo haga sentir como si en cualquier momento la vida estuviera por darle la puñalada final, y que había sido... justo y como la madre de HoSeok le dijo, un completo iluso. 

Espera otro segundo. El concepto de tiempo se tergiversa con HoSeok todavía sin decir nada, pero cuando comienza a sentir que sus piernas están por ceder, decide actuar.                    

Levanta una mano para apartarlo de él. No quiere sentirlo más, y no le importa cuánto su cuerpo lo exija, su mente está convencida que el pronóstico no es bueno y que ahora tiene que entrar en modo supervivencia.                   

Pero por alguna razón, el contacto parece haber robado sus fuerzas, y lo que en algún momento dirigió como un manotazo, termina siendo un intento a media máquina en donde su mano torpemente choca con la muñeca de HoSeok, no moviéndola ni un centímetro.                   

De cualquier manera, aquello parece hacer el truco.

HoSeok levanta por fin la cabeza, sus dedos alejándose de HyungWon, no para separarse, si no que para buscar su mano. 

Para HyungWon es suficiente con que lo mire. No necesita mucho para comenzar a ventilar su frustración. 
                 
— ¿Me vas a decir ya si somos Marcados o no? — balbucea, sus mejillas rojas y el corazón palpitando a mil por hora — Maldición, HoSeok. Si no sabes cómo decirlo enton...—                 

❛Mi marca en ti❜ 2won [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora