Cap.5- No es solo por Cobra Kai, cierto?

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Hace semanas que Johnny se encargaba del entrenamiento, aunque Sam le dijo que en realidad todo estaba bien, que no había que preocuparse, Daniel seguía con esa idea en la cabeza "ir a ver el dojo" el rubio estaba solo, podría necesitar su ayuda.

Las cosas iban mal, realmente mal con Amanda, todo este tiempo se ha tenido que dormir en el sofá, pero el pelinegro ya no sabía que más hacer, había intentado todo rosas, chocolates, ropa, estar en el concesionario diario, olvidarse de Miyagi-do por un rato.

Lo último hacía que LaRusso sintiera gran dolor, pues él quería ir, entrenar con los chicos, ayudar a Johnny y pasar la mayoría del tiempo haciendo lo que el ama: el karate.

- Como va el entrenamiento Sam?- preguntó inquieto al momento del desayuno.

- Va bien papá , estamos siendo un poco más...rudos, pero tranquilo el sensei Lawrence hace lo mejor que puede.

- Sensei Lawrence- dijo Daniel incrédulo, su hija llamando así a su bully de secundaria-Siguen practicando la kata?

- No, casi no...

-Podrían dejar de hablar de karate un momento ? - dijo Amanda algo molesta, todo este tiempo no escuchaba otra cosa, en el trabajo, en las noches que tenia discusiones con su esposo y ahora en el desayuno. 

El silencio incomodo se hizo presente, parecía que en esa casa no había otro tema de conversación, ninguno tenía apetito excepto por Anthony quien comía unos waffles con crema, el silencio continuó hasta que todos se separaron para comenzar su día.

Amanda y Daniel no hablaban en el trabajo, ni siquiera a la hora del almuerzo, ya no parecían esposos, ya no se sentían como una pareja, el pelinegro sentía un nudo en la garganta cada vez que la veía pasar, antes se dedicaban sonrisas y besos, ahora apenas unas miradas. Amanda era mejor escondiendo su tristeza,  ella sabía que el hombre con el que se casó ya no estaba ahí, parecía que algo lo había hecho cambiar y no tenia esperanza de recuperarlo.

Daniel ya no tenia ánimos de nada en absoluto, si tan solo estuviera el señor Miyagi aquí, él le diría que hacer, que decir y podría salir de este problema, podría hacer que se calmaran las aguas, así como lo hizo alguna vez con Johnny.

"Johnny" pensó LaRusso, recordando que hubo un momento después del torneo, después de todo el maltrato que recibió por las cobras, que el rubio y él ya no eran  enemigos mortales, pudieron ser amigos pero Daniel viajó a Okinawa y el destino los separó, desvaneciendo aquellos momentos divertidos a su lado y recordando más la rivalidad entre ambos.

En eso el pelinegro recibe una llamada, era su mamá no tenia humor de hablar con nadie, pero tal vez ella le ayudaría a encontrar el camino"Hola mamá"    "Hola cariño, como estás?" , pasó un largo rato hablando con ella, explicando la situación con Amanda y como ya había intentado todo lo que se le ocurriera, "Danny, deja el karate a un lado" el pelinegro suspiró "No puedo mamá, me necesitan para vencer a Cobra Kai"      "Puedes ayudarlos de otras formas"   "Lo sé mamá es que..." No pudo seguir con la oración, sentía un nudo en la garganta, como cuando veía a Amanda, hubo un silencio hasta que su madre contestó "No es solo por Cobra Kai,cierto?"  

LaRusso sintió un impulso eléctrico recorrer todo su cuerpo, que estaba insinuando su madre? Pero antes de que pudiera preguntarle, el destino demostraba que no estaba a su favor, haciendo que una cabellera dorada apareciera al otro lado de su oficina, acercándose a la puerta "Te llamo luego mamá"        "Esta bien cariño, solo recuerda, las mamás nos damos cuenta de todo..."




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