El destino no estaba a su favor, siempre que acordaban una fecha para su primera cita surgía algo que impedía que se vieran, problemas entre el dojo y los cobras, problemas en la concesionaria o se descomponía algo en el departamento del rubio, no podían pasar ni una hora a solas, la única vez que se podían ver era en el dojo y Johnny siempre trataba de llegar temprano para poder ver al pelinegro y pasar más tiempo con él, pero a veces algún chico ya estaba ahí.
Hoy ese chico era Dimitri, había llegado 1 hora antes del entrenamiento, incluso había llegado a la hora del desayuno, sacando de sus casillas al rubio. Haciendo que este le ordenara pintar la cerca por la parte de afuera, el menor accedió después de insistir varias veces en hacer otra cosa sin tener éxito.
- Por que hiciste eso Johnny?- preguntaba LaRusso cruzando los brazos en señal de disgusto.
- Para hacer esto - el rubio empujó suavemente al pelinegro contra la pared acorralándolo así con sus largos brazos y acortando la distancia hasta juntar sus labios.
- No podemos... esta Dimitri y podría vernos- Daniel no podía evitar contradecirse a si mismo besando de regreso al rubio acariciando su suave cabello dorado.
- Crees que podamos salir mañana? Tu y yo al departamento, solo unas horas solos?
- Ya reparaste el lavabo y el fregadero?- preguntaba el pelinegro dándole otro beso a Johnny.
- No.
Daniel sonrió al ver a un Johnny Lawrence intranquilo si no pasaba tiempo a su lado, comprendiéndolo pues el pelinegro también añoraba pasar momentos juntos y esos besos apasionados que solo ocurrían estando completamente solos.
- Debes arreglar tu departamento mañana Johnny y pasado mañana tengo que ir con Amanda - dijo Daniel separándose un poco del rubio - también quiero salir y divertirnos un rato, solo que no es el mejor momento.
- Lo sé - Johnny solo podía suspirar resignado, odiaba que todo fuera tan complicado pero esperaría lo necesario al pelinegro, solo miraba esos hermosos ojos cafés y se daba cuenta que la espera valía la pena, valía cada maldito segundo.
Daniel sonreía como un tonto al ver que el rubio dejaba besos desde su boca a su cuello, la adrenalina de ser descubiertos por el menor distraído con la cerca hacía que LaRusso disfrutara ese momento como ningún otro dejándose llevar por la necesidad de acariciar al rubio.
Ambos salieron de la cocina donde estaban y caminaron silenciosamente hasta la habitación del pelinegro agarrados de la mano, algunas risitas nerviosas salían de sus bocas como si estuvieran a punto de hacer alguna travesura.
Las manos del rubio quitaban lentamente la sudadera azul del pelinegro mientras que su boca se enfocaba totalmente en el cuello de Daniel, podía sentir como el moreno recargaba la cabeza en su hombro conteniendo las ganas de soltar gemidos de placer y evitar tener una situación incomoda con Dimitri.
-Johnny!- gritó el pelinegro cuando sintió la mano del rubio descender rápidamente su espalda llegando a su trasero - No te atrevas, casi es hora - dijo bajando su voz y lanzando una mirada de enojo al rubio.
- Esta bien Danielle - dijo el rubio quitando su mano y alejándose del más chaparro - debes vestirte para empezar con el entrenamiento.
- Me pasas mi ropa?
- A cambio de algo - Johnny tenía en su mano la ropa y la había alzado para que el pelinegro no la alcanzara.
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Send it to the internet- LawRusso
FanficDaniel y Johnny todavía no se llevan bien, cualquier pequeña diferencia y quieren empezar una pelea haciendo que los niños de sus dojos elijan un bando. Pero esto cambia cuando Johnny ve una foto de hace años que le hace recordar que no siempre La...