Elia Bellafiora es una periodista apasionada por su trabajo, pero dicho sentimiento la hará entrar en terreno peligroso para entrevistar al sujeto aparentemente más odiado del país.
Engaños, mentiras y sangre están a la orden del día combinado con...
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Lea me mira sorprendida y Valbuena cruza los brazos. Respira hondo y me mira con el ceño fruncido.
—Debes entrevistar a un hombre. Al parecer es alguien metido en problemas. Solo es encontrarlo, hablar con él e irte, nada más—respira hondo.
Parece que es más riesgoso de lo que creía.
—No, es muy peligroso. No dejaré que una universitaria en prácticas se ponga en peligro y pierda toda la vida que tiene por delante simplemente por satisfacer a mi jefe —lo fulmina con la mirada. Parece que es la única en toda la sala que no le teme.
—¿Todavía no trabajas aquí?—me pregunta sorprendido. Niego con la cabeza y veo como su expresión cambia.
—Entonces no. No lo hará nadie y ya está. Se nos ocurrirá otra forma de seguir siendo los favoritos de la ciudad.
Lea sonríe satisfecha al ver cómo Valbuena se va y desiste de su "brillante" idea.
—¿Por qué has dicho eso? Me serviría para mi trabajo de fin de grado —levanto una ceja. Ella vuelve a explicarme que es muy peligroso y que ni la policía todavía hace nada. —Mi ex-novio está en el cuerpo de policía, él podría vigilarme en todo momento, además, el marido de mi hermana es el comisario —respiro hondo para tranquilizarme. Lea frunce el ceño un buen rato y mira a un punto fijo en mi mesa. Abre la boca para decir algo, pero al instante la cierra de golpe.
—No es no —habla al fin—. Termina rápido con eso que tienes ahí.
Me quedo pensativa un rato. Eso podría servirme perfectamente para mi trabajo, es más, seguro que conseguiría puesto fijo. Quizás mi ex sepa algo de esto. Busco el teléfono en mi bolso y rápidamente busco su número en la agenda de contactos. Espero hasta que me lo coja.
—Elia, que sorpresa.
—Pablo, necesito tu ayuda. En el diario han comentado algo de entrevistar con protección de la policía a un mafioso. ¿Sabes algo al respecto?—me muerdo el labio nerviosa.
—Sí. En la comisaría todos quieren atraparlo. Dicen que está involucrado en la trata de blancas y el contrabando de drogas.—Nada novedoso para un mafioso.
—¿Sabes algo más? ¿Dónde puedo encontrarlo o con quién puedo hablar?
—¿Estás loca? Ese hombre es muy peligroso, no debes acercarte por motivos que ya sabes. Además, si se enteran de que yo te he dado esta información, me despiden.
—¿Motivos que ya sé? —Pablo suspira y escucho su respiración entrecortada.
—Su nombre es Mark Siguenza Trery , lo llaman Halcón —suspiro. Lo conozco mejor de lo que me gustaría—. Prométeme que no vas a ponerte en peligro. La entrevista era una idea de tu jefe, pero la policía no estaba muy de acuerdo, así que nadie va a ayudarte ni respaldarte.