—Buitre ya vale —Cuervo lo mira enfadado.—No —lo detengo—, déjalo que hable —sonrío—. Quizás se lleve un puñetazo en la boca.
—Que miedo —Buitre hace temblar sus manos exageradamente. Me sorprende como tengo coraje para hablarle así.
—Basta —la voz ruda de Halcón hace eco por toda la mansión. —Elia vete, mañana haces la entrevista y te vas de aquí. Y tú, Buitre —se acerca a él posicionándose delante de mí—. Controla más esa boca si no quieres que yo mismo te pegue un tiro en ella. El ave se ríe y niega con la cabeza.
—¿La defiendes? —suena irritado. Me mira directamente a los ojos ignorando a Halcón. —Solo ha venido a causar problemas. ¿O es que de verdad te la estás tirando? —Veo como Halcón aprieta el puño muy fuerte y comienza a respirar más rápido. Se está controlando, y se nota que le cuesta.
—Haced lo que he dicho ahora mismo.
Camino hacia la puerta. Esquivo la mirada de todos en la habitación y trato de centrarme en ir a mi habitación. Si estoy en el lado sur y mi habitación está en el lado norte tengo que ir por el pasillo...Una frase interrumpe mis pensamientos.
—Por lo menos tu hermana tenía más dignidad que tú —Buitre suelta sin tapujos la frase. Respiro hondo trato de calmarme, pero nunca he sido pacifista, creo que la violencia me llama demasiado. La adrenalina recorre mi cuerpo como un cohete. Me doy la vuelta y me abalanzo sobre Buitre, no sin antes darle un rodillazo donde más duele.
—¿¡Como te atreves!? —comienzo a pegarle puñetazos en la cara. Para mi suerte, mi ex me enseño como pegar. Buitre está aturdido recibiendo golpes por todo el rostro y comienza a sangrar por la nariz. La rabia impide que pueda contenerme y ni siquiera puedo pensar en las consecuencias de esto, solo quiero seguir pegándole. —¡No tienes ni idea de cómo era mi hermana!
—Elia, ya basta, tranquila. —Halcón me levanta de encima de Buitre como un saco de patatas y me aleja de él.
—¡Déjame! —pataleo con todas mis fuerzas. Me baja de su hombro y me agarra el brazo. Con un movimiento brusco me zafo de su agarre.
—¡Zorra! ¡Te mataré niñata! —la ira se nota desde lejos— ¿Te crees que no conocimos a tu hermana? —me grita desde el otro lado del pasillo. Trato de ir corriendo hasta él, pero el fuerte brazo de Halcón me lo impide— ¡Conocemos a todas las mujeres que vienen aquí en busca de ayuda!
Cóndor y Búho le tapan la boca mientras se lo llevan. Sigue gritando cosas que no soy capaz de distinguir. Me quedo en shock ante sus últimas palabras. De repente la adrenalina se me va y comienza a pesarme el cuerpo.
—Ya está tranquila —Halcón trata de abrazarme. Lo empujo con la poca fuerza que me queda. Me mira frunciendo el ceño.
Cuervo se acerca hasta a mí.
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Lo llaman Halcón
RomanceElia Bellafiora es una periodista apasionada por su trabajo, pero dicho sentimiento la hará entrar en terreno peligroso para entrevistar al sujeto aparentemente más odiado del país. Engaños, mentiras y sangre están a la orden del día combinado con...