Capítulo 7: No es correcto

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–¿Cómo está Yoongi Hyung? -
–Oh sí, el está bien, está recuperándose rápido -volteo a verlo- ¿Dónde está Han?
–En su habitación, jugando
–¿Tienes algo que hacer en la agencia hoy? -negó desconcertado-
–Bien, entonces salgamos, todos en familia
–Esta bien -respondió dudoso-
–Han, vístete, saldremos -grito- pedí permiso -guiño el ojo a su hermano, quien rió-

Dos horas más tarde, los tres estaban listo. Subieron al auto del mayor y se dirigieron a un parque de diversiones. Disfrutaron de varias atracciones, como la montaña y la ruleta, que fueron las favoritas del pequeño Haneul; para Tae y Nam el simple hecho de ver al pequeñín feliz los hacía feliz también.
La tarde cayó y estaban dispuestos a volver a casa, hasta que Tae recordó algo que hizo qué el corazón de Nam de un vuelco.
–Hyung, ¿podemos agradecer al padre Seokjin por ayudarte a resolver ese caso tan atroz?
–Claro, quizá esté en su apartamento, ¿vamos?
–¿Sabes dónde vive? -ladeó la cabeza, curioso- Sí, vamos ahora -asintió-
Nam tomo la mano de Han y lo subió en el carro, acomodando el cinturón de seguridad. Llegaron al departamento de Jin y se dirigieron al piso de este. Nam volvió a tomar la mano del pequeño y tocó la puerta, sutilmente impaciente.
–¿Oficial? -cuestiono desconcertado, tallando sé los ojos-
–Padre, buenas noches. Mí hermano quería agradecerle -divago-
–Buenas noches padre Seokjin -saludo Tae- soy Taehyung, el hermano de Nam -antes de que Jin pudiese decir algo, continúo- Haneul -quien sonrió- y yo estamos muy agradecidos con usted por ayudar a nuestro hermano en aquel caso -finalizo así reverenciando junto al pequeño-
–No tendrías por qué. También es parte de mí trabajo -Tae asintió- yo también buscaba resolverlo -sonrio-

Namjoon no tenía ni la más mísera idea de lo hablaban, era como si todo sonido existente a su alrededor no existiese, su mente se cerró a todo, dejando solo a su vista activa. Haciendo que mire fijamente el movimiento de los labios de Seokjin al hablar, joder, quería besarlo en ese mismo instante. Estaba tan perdido en ello que lo único que pudo sacarlo de allí era el tirón de su saco por el menor de todos.

–Nam, tengo sueño y mucho frío, ¿Podemos irnos ya? -este acaricio su cabeza y asintió-
–Tae -llamo el moreno- es hora de irnos -este asintió-
–Adios padre, descanse
–Igualmente Tae

Los otros dos terminaron de despedirse y vieron a Jin entrar de regreso a su apartamento y por ende, se marcharon, camino a casa.

[...]

El moreno se removía en su cama, inquieto, no había podido dormir desde que llegaron de casa de Seokjin ¿La razón? el castaño de res pálida, que noches antes había estado con él de forma tan placentera. Pero el quería más,  necesitaba más; y eso era lo que no lo había dejado dormir, el deseo de verlo y follarlo otra vez y hacer de él lo que quisiese; someterlo a diferentes juegos, poces y todo lo pudiese hacer con él.

Vaya, ¿Quien diría que el oficial Kim Namjoon estaría pensando en follar a un sacerdote cada que pudiese? Definivamente ese hombre había perdido la cabeza.

Se cambió, tomo su chaqueta y llaves y se dirigió a el lugar al que recientemente estuvo. Toco la puerta y espero, después de unos golpes más la puerta fue abierta y antes de que pudiese decir o hacer algo, el moreno lo estampó contra la cama y comenzó a besarlo rudamente, mordiendo su labio levemente, dejando marcas en este. Jin estaba sorprendido pero aún así continuo el beso del contrario, sintiendo como era despojado de su ropa de forma rápida
–Mhg~... -jadeo Seokjin al sentir los dientes del menor mordiendo sus pezones-
–¿Jin, por qué me haces esto? -no obtuvo respuesta-
–¿Cómo es qué me vuelves loco con solo mirarte? -lamió los botones rosas de Jin-
–Dime, ¿Por qué si esto no es correcto, se siente tan bien? ¿Por qué dejas que lo haga sin objetar? -Jin sólo gimió-

El moreno para de hablar y bajo la pijama del mayor, junto a su ropa interior. Acaricio su erección y jugo con esta mientras mordisqueaba su cuello.
–Mierda -gruño al sentir como las venas de su pene dolían-
Se despojo de su ropa y abrió un poco el arco de las piernas del mayor.
–Va a doler te Jin
Metió dos de sus dedos provocando que el mayor soltarás un quejido de dolor, hizo movimientos de tijeras y círculos. Saco sus dedos y alineó su pene a el dilatado ano de Jin, lo introdució de golpe, de una sola embestida, Seokjin soltó un grito de dolor. El moreno siguió embistiendo con la misma rudeza, provocando que el mayor gimiese sin control.
Elevó sus piernas hasta sus hombros y penetró con más fuerza y profundidad
–Fuck.. -jadeo al sentir cada vez más la estrechez de Jin-
–Nam... Namjoon~ -gimio apretando las sábanas al correrse-
El más alto tomo con firmeza las caderas de Jin y penetró con firmeza y profundidad, reteniendo un momento en ese punto que hacía a Jin estremecer. Lo hizo un par de veces más y termino por correrse dentro, haciendo que las gotas de semen bajarán por los muslos del mayor, para luego salir de este lentamente. Se tumbó a su lado tratando de regular su respiración, viendo el rostro del contrario con algunos cabellos pegados a su frente debido al sudor y como su pecho subí y bajaba.
El mayor se giró a verlo y antes de que pudiese formular alguna palabra el teléfono del moreno sonó, este lo busco con la mirada y luego lo saco de su pantalón que estaba a un lado de la habitación. Lo tomo y contesto.

–Debo irme -se dirigió a Seokjin empezando a cambiarse-

Placeres mundanos   -Namjin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora