Placeres mundanos -Namjin-

Capítulo 11: Anillo

Las gotas de sudor bajaban hasta el pecho desnudo del moreno, las descuidadas y duras embestidas hacia el culo de Jin lo estaban volviendo loco, más aun con la satisfacción de ver el pene de Seokjin completamente erecto y rojo debido al anillo que llevaba puesto en este.
-Namjoon... por favor~ déjame correrme -gimió el pelinegro en un gritito alto-
-Jin -gruñó el menor, palmeando fuertemente el culo del contrario- no es así como debes llamarme 
-Amo~ por favor... -rogó- no p-puedo mas -lloriqueó, intenta hacer que su verdugo se apiade de él- déjame correrme 
-Bien, córrete para tu amo -sonrió de lado, quitando el anillo de acero, haciendo que el semen del pelinegro escurría en su mano- Abre la boca -ordenó. Introdujo tres de sus dedos empapados por el liquido caliente y viscoso- Este es tu sabor Seokjin, jodidamente delicioso 
Joder, no había visto nunca antes una escena tan erótica. Seokjin chupando sus dedos cubiertos de su propio semen, con la cara roja a mas no poder, y sus altos gemidos debido a la rudeza de sus embestidas y su reciente orgasmo; malditamente excitante. 

Pocos minutos después de la eyaculación de Jin, el moreno soltó su semen en el ano del pelinegro, o bueno, lo que no chorreo hasta sus muslos. Acto merecedor de una foto ¿no?. Tomó su móvil y capturo aquella escena, antes de salir del estrecho agujero del mayor. 
-Namjoon -susurró- por favor, borra esa foto 
-No -rió- la usaré cuando tenga que ocuparme y no estés conmigo

[...] 

Yoongi y su novio, Jimin, caminaban bajo los frondosos arboles de cerezo con los tenues rallos del bello ocaso. Tenían sus manos entrelazadas, pues, les importaba una mierda lo que la gente murmuraba por verlos de aquella manera.
- Sabías que cuando un pétalo de cerezo cae en manos de una pareja, se amaran por siempre -habló con dulzura, viendo uno los pétalos que había caído en la palma de su mano, sonriendolé a su novio-  
-Yoongi -susurró, viéndolo con sus pupilas dilatadas- esto es hermoso, gracias 
-Jimin, te traje aquí porque quiero que este día sea especial, para ambos y, es un día muy importante para mí -suspiró tomando las manos regordetas de su lindo novio- 

Decir que estaba nervioso, era poco, el sentimiento de que Jimin lo rechazará estaba carcomiendo su ser, rogaba que todo lo que había planeado salga tal y como lo predijo, eso esperaba, pero el miedo esta jodiéndolo y lo hacía balbucear cosas realmente estúpidas. 
-Jimin -volvió a hablar luego de un largo suspiro- he sido muy minucioso al planear perfectamente este momento -divagó- y es que quiero que todo salga bien -sacó una pequeña cajita de terciopelo negro del bolsillo de su abrigo- Hay muchas maneras de ser feliz, pero ninguna tan satisfactoria como la felicidad que encuentro cuando estoy a tu lado. Te amo de esta manera porque no conozco otra forma de amar, por eso quiero pedirte que te cases conmigo -abrió el lindo artilugio, dejando ver un hermoso anillo dorado con una pequeña piedra rosa- Jimin, ¿te casarías conmigo?

Los segundos que pasaron, parecían ser eternos para el peligris, al no tener una respuesta inmediata de parte del rubio, estaba matándolo y aumentando el miedo que tenia a que le dijera que no, que era muy joven para ello aun o alguna otra excusa, o peor aun, que sea un simple y rotundo no. 
 -Yoongi -musitó- Yoongi... yo...
-Esta bien -se rindió- lo entiendo. Creo que me apresure en esto 
-Yoongi -susurró tomando su rostro, obligándolo a que lo mire- acepto
-¿Qué? -lo vio con esperanza-
-Acepto casarme contigo Yoongi -sonrió inmensamente al borde de las lagrimas- 

[...]

-Entonces, ¿como te fue? -preguntó el moreno a su colega- 
-Dijo que sí -sonrió mostrando sus rosadas encías- 
-Vaya que ese niño provoca estragos en ti, Min Yoongi -mofó, mientras se recostaba a su escritorio- No sabía que sonreías -rió- 
-Cállate idiota -regañó- 
-No entiendo como alguien tan amable y lindo con Jimin, esta con alguien como tú -lo miro desde abajo hacia arriba- ¿te has visto en un espejo? luces como uno de los enanos de Blancanieves, ¿cómo se llamaba? Ah, si Grumpy -rió luego de sentir el golpe en el hombro que le brindo su compañero- 
-Lo que yo no entiendo, es como el padre Seokjin puede dejar que un espurio como tu, lo folle -sonrió maquiavélico- 
-Dejen los insultos para después -habló el superior- Tienen trabajo que hacer -puntualizó-

Un nuevo caso había llegado a manos de los oficiales Kim y Min. Ahn Woo Yeon, buscado por explotación sexual comercial infantil por turismo. Namjoon por ser el honorario en la base policial, estaba encargado de este tipo de casos, sin embargo, el moreno esperaba no cometer el mismo error de hace años, puesto que aborrecía a estos tipos con lo mas recóndito de su alma.

-¡Lo tenemos rodeado, salga con las manos en alto! -gritó Kim, con un arma en su mano-
Al cabo de unos minutos el moreno dio la orden de entrar a la casa del sujeto, e inmediatamente apresar a este.
-No tienen la orden, no pueden llevarme -forcejeó Ahn-
-Te equivocas -sonrió Kim- la orden de captura, esta aquí -levantó el papel que llevaba en mano-
-¡Suéltenme, malditos bastardos! -luchó, intentando huir-
-Queda detenido por el delito de explotación sexual comercial infantil y adolescente por turismo, trata de blancas y violación. Tiene derecho a un abogado, si no puede pagarlo el estado le dará uno. Todo lo que diga puede y será usado en su contra -concluyo Min, quien recién se había reintegrado a la base, luego de esposarlo-
-¡Llévenlo! -ordenó el moreno- Volverán a sus hogares -se dirigió a las pequeñas- sus familias las esta esperando
-Verifiquen el resto de habitaciones, busquen mas posibles victimas y tomen lo que pueda servir de prueba -decretó Min-

Namjoon observo a cada una de las muchachas que tenía frente suyo, sin embargo, su mirada se detuvo en una pelinegra de piel alabar, tal como la de Seokjin, se fijó en sus facciones y, hasta pudo jurar que esa chica era completamente igual a Jin, al punto de incluso parecer gemelos.
-¿Cómo te llamas? -le preguntó una vez que estuvo frente a ella-
-Jisoo -habló bajito la pelinegra-
-¿Cuál es tu apellido?
-No tengo, estuve en el orfanato hasta cumplir la mayoría de edad. Mi tutora me dio ese nombre -el moreno asintió alejándose-