Capítulo 9: Llámame amo

78 15 1
                                    

Caminar sin rumbo nunca había sido una buena idea, menos para Namjoon, quien justo ahora, se encontraba frente a la puerta de Seokjin esperando a que el mayor abra.
-¿Qué se le ofrece? -interrogó sin mirarlo a los ojos-
-Si eres siervo de dios, ¿por qué pecas de esta manera Seokjin? -lo miró con morbo, relamiéndose los labios-
-Daemoniun -susurró-
-¿Demonio? Ellos existen, no es así, ¿acaso crees que soy uno? -acarició su rostro, acerándose a el- si es así, ¿esa la razón por la que no te opones a que te follé?, ¿te he poseído?
-No hay razón o excusa para cometer tal acto
-Entonces Jin, ¿por qué lo permites? -su aliento golpeó el rostro de Seokjin-
-Lujuria... Tú... Eres la encarnación
-¿Crees que soy Asmodeus? -sonrió rosando sus labios con los contrarios-
-Si -jadeó al sentir tal roce-
-Dime Seokjin, si soy un demonio ¿por qué me sirves a mi y no a tu dios? -repaso su nariz y labios por la piel blanquecina de su cuello, aspirando su aroma- si soy el mal, entonces tu dios no te tiene consideración alguna, porque yo sigo aquí y, ahora ... Me perteneces -paso su lengua con descaro hasta llegar a sus labios, poseyendo estos de una forma infame-
-Sí... te pertenezco -soltó sin pensar-
Namjoon pegó por completo el cuerpo de Seokjin al suyo, tiro la puerta tras de sí haciendo que se cierre, lo tomo de las caderas acariciando estas.
-¿Extrañabas esto Jin? -bajó dando besos por todo su cuello hasta su clavícula, dando leves mordidas en esta-
-Si -se estremeció al sentir los dientes del moreno-
-¿Lo deseabas, cuánto? ¿Pensabas en esto? -quitó su camisa y mordió sus rosados pezones-
-Mucho -gimió- a cada instante
-Que descaro -bajó los pantalones de Jin-
Lo dirigió a la cama sin dejar de besarlo, lo situó en la orilla de esta y se desnudo frente a él, dejando ver su ya pronunciada erección.
-Mételo a tu boca -ordenó-
-No sé cómo hacerlo
-Abre la boca -este obedeció, haciendo que el moreno meta gran parte de su extensión dentro- chúpalo, como si fuera una paleta, pero no uses los dientes
Jin acató lo dicho y comenzó a lamerlo y chuparlo con la destreza que ni el creía que tenía, provocando que Nam jadeara por el placer dado; paso su lengua desde el glande hasta sus testículos, dando besos en estos mientras con su mano lo masturbaba. Lo metió por completo en su boca. Namjoon lo tomo del cabello y comenzó a dar embestidas, follándole la boca.
Estaba completamente extasiado. Saco su pene y, con brutalidad lanzo a Seokjin a la cama, posicionándolo boca abajo, separo sus piernas las levanto dejando su rosada entra a la vista, deleitándose al verla, la lamió y alineó su pene a esta. Metió su miembro en una sola estocada, provocando que Jin gimiese alto y agudo.
-Lo disfruta, ¿no es así, padre Seokjin? -penetró rápido tomando su cadera, marcando su mano en la piel blanca de esta-
Era infame ser llamado padre mientras estaba siendo embestido, había perdido ese privilegio desde hace tiempo, desde que prefirió ser el hetaira de ese demonio a seguir sirviendo a Dios. 
El moreno siguió embistiendo, fuerte rápido y preciso; tomo ambas manos de Jin y llevo a su espalda, haciendo que su cara caiga en la almohada, tomo fuertemente su cadera y continuo con el duro ritmo de las estocadas. 

Estaba disfrutándolo. Disfrutaba de la estrecha entrada de Seokjin, de sus altos gemidos y sobre todo, disfrutaba saber que Jin era completamente suyo y no había oposición de ello. 
Tomó el miembro contrario y empezó a masturbarlo a ritmo de las estocadas, sintió como el liquido pre seminal salia a la par que su entrada se acoplaba apretando aun mas su pene. 
-Seokjin -palmeó una de sus nalgas- llámame amo cuando te follé. Gimelo para mí Jin, ahora 
-A...amo~ -gimoteó corriéndose estrepitosamente- 
-Si, así Jin -sonrió- 
Terminó derramando su semen en la pequeña entrada del mayor, dio unas estocadas mas y salió, liberando a Jin de su agarre. Se tumbo a su lado, regulando su respiración, deleitándose con las marcas rojas que había dejado en el cuerpo de Seokjin. 
¿Quién diría que Seokjin, con esa firme personalidad sería tan sumiso ante Namjoon?

[...]

-¿Dónde carajos esta ese negro? -volvió a marcar su numero- 
Yoongi estaba hartándose de esperar a Namjoon, pero necesitaba a alguien de su mas entera confianza, ya que no tenía ni la mas remota idea de como pedirle a Jimin que se case con él, es decir, que palabras usaría, o como lo haría, claramente necesitaba ayuda, y quien mejor que su mejor amigo para ello. Y, aunque hace unas horas apenas salio del hospital, poco le importaba el "hacer reposo y no esforzarse" que el doctor le ordenó, si era por Jimin, el resto no importaba. 
-¿Hola? -hablaron al otro de la linea- ¿qué pasa Suga?
-Negro estúpido, llevo llamándote mas de una hora -gritó con molestia- Necesito tu ayuda con lo de Jimin 
-Estaré en tu casa en media hora -colgó-

Y así fue, en treinta minutos exactos ya se encontraba en el apartamento de Yoongi, pues era una persona que se caracterizaba por la puntualidad.
-¿Cómo piensas pedírselo? 
-No tengo idea, lo único que tenía planeado era ir a un campo o la playa, esperar el atardecer y solo decirle "Jimin, cásate conmigo" -bufó irritado- 
-Suena mas a una orden que a una propuesta 
-Carajo, ayúdame, para eso te llame
-Tengo algo, que tal si, llevas a Jimin a uno de esos lugares donde crecen arboles de cerezo, y ya que es otoño, es muy probable que caigan los pétalos, intenta tomar uno y le dices algo como "dices que cuando un pétalo de cerezo cae a una pareja, es porque están destinados a estar juntos" luego sacas la caja con el anillo, dices algo romántico y le pides que sea tu esposo
-Bien, pero solo hay un problema -el moreno lo miró, esperando a que continué- no he comprado el anillo aun 



-Este es perfecto -sonrió- 
-¿Cuál le interesa joven? -preguntó coqueta una de las vendedoras-
-El que tiene la pequeña piedra rosa -contestó hostil- 
-El diamante rosa -saco un hermoso estuche pequeño de terciopelo color negro con finos detalles uva en el- es uno de los finos y costosos que tenemos, bañado en oro de 4 quilates y una incrustación pequeña de diamante rosa de 2 quilates, seguro que a su novia le encantará 
-Por supuesto, Jimin, mi novio -recalcó- estaría fascinado con este 
-Novio -susurró- lo siento, pero no podemos darle este. Olvide que estaba pedido 
-Bien, entonces ese -señalo un fino anillo color plata con tres pequeñas piedras- 
-Lo siento, ese también lo esta 
-¿Acaso todos en esta tienda lo están, o simplemente no quiere darme uno porque me casaré con un hombre? -soltó con fastidio- de ser el caso, me gustaría hablar con el gerente, no creo que le guste que una de sus empleadas pierda una venta tan grande, solo porque no le gusta el hecho que dos hombres juntos -amenazó-
-No, no. Lo siento confundí el anillo, si esta disponible -habló con nerviosismo- su costo es de 
-No importa cuanto cuesta, pagaré con tarjeta. Lo quiero ahora -puntualizó- 
-Sí, claro 
Al cabo de unos minutos, la vendedora volvió con el datáfono y una pequeña bolsa de papel con el logo de la tienda que contenía el estuche de ese lindo anillo. Yoongi, colocó la clave, la fecha en que conoció a Jimin, tomó su tarjeta y la bolsa, y salió de ahí con una enorme sonrisa, pero no por ya tener el anillo que le daría a Jimin, sino por haber intimidado y de cierta forma humillado a aquella chica homofobica. 




Placeres mundanos   -Namjin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora