Cuatro: Walking on Sunshine - Katrina & The Waves

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 Cuatro.

Walking on Sunshine - Katrina & The Waves.

(Una semana antes del baile)

Continuación del capítulo uno.

Meses atrás, a la profesora de literatura, se le había ocurrido pedirles a sus alumnos una extensa redacción, donde hablaran sobre su lugar favorito en el mundo. Y casi le dio un patatús cuando leyó el ensayo de Hermione. Es que para la profesora Siniestra, era inconcebible que su alumna mejor portada y sobresaliente, considerara que el asiento trasero de una motocicleta, era un buen lugar para volverlo su favorito en el mundo.

Por su parte, Hermione no entendía el escándalo, ni mucho menos la exageración de mandar a llamar a su madre. Fred era muy buen conductor. Nunca iba demasiado rápido y tampoco hacía estupideces como los demás chicos. Como siempre desde que tenía once años, Fred Weasley representaba seguridad para ella. Tierra firme en la que podía apoyarse sin miedo a caerse. Desde aquella noche hacía tantos años, cuando ambos se encontraron perdidos en el bosque, algo había cambiado radicalmente en su relación. Algo los había unido frente a la suave luz de aquella fogata, y desde entonces no se había roto. Todo lo contrario, se había vuelto cada vez más fuerte, y ahora Hermione no concebir la existencia de un mundo donde no estuviera su queridísimo pelirrojo.

Fred estacionó a un lado del garaje de su propia casa. Hermione sonrió sin poder evitarlo. Aún no lograba saber cómo lo hacía, pero su amigo solía conocer sus horarios mejor que ella misma.

Ginny, la hermana menor de Fred, tenía un complicado examen de matemáticas en unos días, y Hermione, que era muy buena en esa materia, se había ofrecido a darle clases adicionales cuatro veces por semana.

Por el ruido que provenía del patio de atrás de la casa de los Weasley, la chica supo que los hermanos de Fred estaban jugando al fútbol, de la forma escandalosa que solo ellos sabían jugar.

Ella aún tenía que ir a clases dado que tenía un montón de materias extras. Pero la gran mayoría de los estudiantes habían terminado. Sus amigos de curso, Harry y Ron, habían dejado de ir hacía tres días, después de presentar sus últimos exámenes. Fred y su gemelo George, también habían terminado con sus clases, solo les faltaba el baile y dos días después asistir a la ceremonia de graduación.

Vio a cuatro de los hermanos de Fred y a Harry corriendo por el jardín detrás de una pelota, cuando ella y Fred rodearon la casa para entrar por la puerta de la cocina. Los dos Weasley mayores habían llegado hacía poco al pueblo para asistir a la graduación de los gemelos, y fueron los únicos que la saludaron cuando los vieron pasar.

Al entrar a la amplia cocina, se encontraron con la regordeta señora Weasley, que los recibió con una inmensa sonrisa. Como siempre, los dominios de la madre de los Weasley olían a deliciosa comida. Esta vez fueron unas galletas recién horneadas que descansaban sobre la mesa, las que hicieron que se le hiciera agua la boca.

Fred trató de tomar una, pero solo recibió un golpe en la mano con la cuchara de madera de su madre.

—No seas goloso, Frederick—lo reprendió mientras su hijo hacia un puchero al tiempo que se sobaba los dedos. Hermione rió por lo bajo— Son para después.

—Pero mamá...—protestó, pero ella ya no lo escuchaba.

—Ginny está en el taller, cielo—le dijo a Hermione y le entregó un plato rebosante de galletas para que llevara.

—Gracias, señora Weasley—asintió la chica, y mirando a Fred le preguntó a este. —¿Vienes a echarnos una mano?

El pelirrojo era muy bueno en matemáticas, aunque no quería que eso fuera de conocimiento público.

La Chica Enamorada De Fred Weasley. [Serie De Relatos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora