Once: Live and Let Die - Paul McCartney

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Once.

Live and Let Die - Paul McCartney

Junio 96

Baile de graduación.

Lo hice— dijo la voz casi asustada de Ginny al otro lado de la línea.

—¿Qué cosa hiciste? —preguntó Hermione aún medio dormida mientras se servía cereal bien temprano en la mañana.

Invité a Harry a una cita.

Ni un balde de agua helada hubiera sido tan efectivo para despertarla.

—¡¿Tu queeeé?!

Su madre bajó el periódico que leía y la miró con una ceja alzada desde su sitio en la mesa de la cocina.

—¡Mi tímpano, Granger! —protestó la pelirroja comenzando a reír.

—Lo siento, es que me tomaste por sorpresa. Pero dime ¿cuándo pasó? ¿Qué le dijiste?

Eso no importa. La cosa es que dijo que si y yo ahora necesito a mi mejor amiga.

—Claro, ¿que necesitas?

¿Cuánto me quieres?—le preguntó casi cantando.

El tono suplicante de Ginny le aseguró a Hermione que lo que le iba a pedir sería algo que no le iba a gustar.

—¿Qué cosa quieres?

Antes de responder, tienes que recordar que Harry es mi Wonderwall

—¿Tu qué?

La canción de Oasis, Granger —no tenía que esforzarse mucho para saber que estaba rodando los ojos. —Harry es el indicado, es mi  Wonderwall.

Ahora fue turno de Hermione rodó los ojos al tiempo que soltaba una risita. Y después decían que Fred estaba obsesionado con la música.

—Vale, lo tendré presente. Ahora dime que vas a pedirme.

—Será una cita doble esta noche ¡necesito que vengas y mantengas a mi hermano ocupado!

Hermione suspiró aliviada. Por un segundo había temido un pedido peor. Pero pasar su noche de sábado distrayendo a Ron no era muy diferente a todas las veces que había hecho lo mismo en el instituto para que Ginny tuviera un rato a solas con Harry. Además seguramente Ron, siendo tan despistado en ese tipo de temas, no sabría que eso era una cita doble.

—Claro, no hay problema.

Salir con sus amigos le parecía un plan perfecto para su sábado en la noche. Más aún ese sábado en específico.

Agradecía que las clases se hubieran acabado de una vez, ya que no tenía más paciencia para tratar con Lavender, la cual se pavoneaba por los pasillos hablando del hermoso vestido que se podría aquel sábado en el estúpido baile de graduación.

¡Eres la mejor! Iré a tu casa a las cuatro y nos arreglamos juntas ¡gracias! ¿Ya te dije que eres la mejor? ¡Pues eres la mejor!

Hermione se rió con ganas. Ginny parecía tan feliz e ilusionada, que en su cabeza desaparecieron todas las tonterías que habían estado rondando desde que los carteles anunciando el baile de graduación fueron colgados en los pasillos del instituto. Con una sonrisa en los labios comenzó a pensar que ese sábado sería muy especial, al menos para su mejor amiga.

Ginny apareció en la puerta de su casa a la hora que había dicho. Tenía el cabello rojo aún húmedo de la ducha y cargaba con un bolso inmenso y dos bolsas de papel de color rojo intenso con el sello que usaba la señora Weasley para identificar sus prendas.

La Chica Enamorada De Fred Weasley. [Serie De Relatos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora