Triple Click

Confesiones

Sábado por la mañana, el olor a etanol se hacía presente, junto al dolor.

—Kara, te traje esto, son las once, deberías levantarte— habló Imra preocupada por el estado de su amiga

—No quiero nada ahora, vete, por favor— suplicó la rubia cubriéndose el rostro, con delicadeza, para no hacerse más daño

La morena dejó el café caliente en la mesa de noche y salió de aquella habitación

—Janeh, ya levántate— dijo Sofía mirando con un tanto de enojo a su hermana

—¿Por qué no me traes algo de beber? Me duele todo.

—¿Y quién lo ocasionó?— preguntó

—Kara me golpeó primero— espetó con molestia

—Tú besaste a su novia aprovechándote de que estaba ebria y no podía distinguirte.

—Ella besó a Lena. Pero eso no te contó esa parte, ¿cierto?

Sofía abrió levemente la boca por la impresión, primero creyó que su hermana mentía, pero luego recordó a Lena y cómo estuvo tan preocupada.

—Claro, yo siempre soy la mala, pero Kara la víctima— dijo Janeh dándose la vuelta para no ver a Sofía

—Nunca dije que fueras la mala.

La segunda hermana salió de la habitación, sintiéndose confundida y algo enojada también.

—¿Qué dijo?— preguntó Imra

—Que Kara besó a Lena y por eso pelearon— respondió Sofía

—Vaya, eso no me lo esperaba— mintió la morena

—Ni yo, bueno, quizás.

—Deberías descansar un poco, ellas estarán bien— dijo Imra preocupada por el rostro lleno de cansancio que tenía Sofía

—Sí, lo haré luego.

Jhon ingresó a la habitación con una doctora

—Pasemos a la habitación de allá primero— dijo el hombre dirigiéndose al cuarto de Kara

Ambos entraron al lugar, encontrándose con una rubia de labios rotos y un ojo hinchado, rostro con moretones y el cuello rojo, mirando hacia el techo.

—Hija, esta doctora te revisará, por favor haz lo que te pide.

—Buenos días— saludó la princesa, forzando la voz

—Buen día. Soy Eliza, por favor, siéntate— pidió la mujer

Kara obedeció con un poco de dolor desde las caderas hasta la punta de la cabeza.

—Quisiera ver a la otra persona— bromeó Eliza refiriéndose a las heridas

—La otra persona es mi hermana.

La doctora sólo abrió los ojos de la impresión ¿Cómo era posible que entre familia se hicieran tanto daño?

Kara se retiró la camiseta, quedando en un top.

—Vaya, tienes los brazos cortados.

—La espalda también.

Janeh había salido de su habitación para lavarse el rostro, pero al abrir la puerta del baño se encontró con Imra a punto de entrar a la ducha, sin embargo, la ignoró por completo

—Janeh, sal, por favor, estoy desnuda— exigió la morena

—¿Crees que me importa?

La princesa sólo se desnudó ahí en frente de su ex novia, cuando terminó de quitarse la ropa, entró a la regadera, claro que lo hizo para molestarla