Capítulo 12

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Las clases culminaron y los talleres comenzaron, Kara y Janeh fueron a la piscina, mientras Sofía fue al taller de ciencias.

Las dos princesas llegaron a la alberca, se cambiaron y comenzaron a calentar, ellas no se hablaban desde el día de la pelea, ambas estaban molestas, ninguna iba a quebrar.

-Kara Janeh, por favor, acompáñame- pidió la hermosa entrenadora Diana

La mayor de las princesas salió de la piscina y fue tras la bella mujer, llegaron a un salón pequeño donde habían trajes de baño, tablas, chalecos salva vidas, entre otras cosas y un escritorio, parecía ser la oficina 

-¿En qué necesita ayuda?- preguntó Janeh

-Vi que tienes uno brazos y abdomen admirables, me agradan las personas que cuidan bien su físico- respondió Diana

La princesa se sentía alagada y eso le gustaba, conocía el efecto que tenía en las mujeres, esta no sería la excepción.

-Y a mí me agradan las personas que saben apreciarlo- comentó 

-¿Tienes pareja, Janeh?- preguntó coqueta la entrenadora 

-No- respondió con voz seductora 

-Entonces espero que a nadie le moleste que haga esto- Diana acarició los hombros de la princesa, luego su brazos, seguido de eso la tomó del cuello y besó sus labios, las manos de Janeh se posaron en el trasero de la entrenadora, estuvieron así por unos minutos, la princesa comenzaba a excitarse, su miembro se estaba mostrando y no era algo consiente

-Tengo pene- susurró Janeh en la oreja de Diana 

-¿En serio? Yo no siento na...- La entrenadora bajó su mano y sintió un bulto en los shorts de la chica, se separó de la impresión- ¿Cómo es posible? Hace unos minutos no lo tenías-

-No preguntes, sólo disfruta- Janeh estaba deseosa de cualquier mujer, no tenía relaciones desde que abandonó su planeta. Jaló a Diana hasta posarla en el escritorio, le retiró sus shorts, luego sus bragas, sacó su pene y empezó a penetrar a la entrenadora 

-Oh, Janeh, es... Es muy grande- decía entre gemidos y jadeos

-Lo sé- respondió, aceleró sus envestidas, veía la cara de excitación de Diana, pero no le agradaba, no era Lena. Así que se detuvo 

-¿Qué sucede?¿Por qué paras?- preguntó la entrenadora confundida

-Date la vuelta, recuéstate boca abajo en el escritorio- pidió para no ver su rostro

-Si vas a darme por el culo, hazlo despacio- sonrió coqueta y obedeció 

Janeh miró su trasero firme, se acercó y siguió penetrando, tomó del cabello a Diana y aceleró sus envestidas, la morena gemía y gemía. Nuestra princesa no estaba muy contenta, no se sentía cómoda, pero debía terminar, sacó su pene de la vagina de la entrenadora y empezó a metérselo por el agujero más pequeño.

-Ahh, Janeh, así ahh- Diana soltaba gemidos ahogados 

La mayor de las Zor El, metió su miembro entero dentro de la mujer que tenía en frente, esta gritó de dolor 

-Lo lamento, ¿te lastimé?- preguntó Janeh, realmente no le importaba, sólo lo hacía por compromiso  

-¿Ya vas a acabar?- preguntó 

-Casi- respondió

-Sigue, me gusta- 

Janeh empezó a ser más suave, aceleró las envestidas, ya estaba cerca, hasta que la puerta se abrió

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