II Capítulo 6

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Pasatiempo 

—Tenemos tres meses, sólo tres meses. Aprovéchalos. 

...

Día uno, primer mes.

Janeh despertó con un dolor de cabeza inmenso, el cual no la dejaba levantarse de la cama, sentía su cuerpo pesado y unas terribles ganas de vomitar, a penas podía abrir los ojos y recordar una pizca de lo sucedido el día de ayer. 

Sofía ya se encontraba en la cocina, buscando algo para poder alimentarse; un poco triste ya que Andrea se iría el fin de semana, y no la vería por todo el tiempo que durara el juicio. 

Kara, por otro lado, seguía dormida, sólo por placer. El encuentro con el hermano mayor de Lena, la dejó un poco asustad, "se supone que Jhon le borró la memoria, ¿Cómo es que aún sospecha de mi identidad?" se cuestionaba la princesa. 

Imra se percató de unas pequeñas marcas que llevaba en el cuello y en los brazos, no entendía ni recordaba su origen. 

—¿Ya despertaste?— preguntó la morena, ingresando a la habitación de Janeh 

—Mh— gruñó la otra chica 

—No es muy divertido al día siguiente— bromeó, acercándose a la cama

—Siento que moriré— dramatizó la rubia 

—Lo dudo, sólo la gente buena muere joven— dijo, sonriendo de lado 

—Ja-ja, qué chistosa. 

—Es lo que dicen aquí, hierba mala nunca muere— insistió, intentando provocar a Janeh 

—¿Lo dices de broma o con ganas de ofenderme?

—Quiero que te pares de la cama.

—No— decretó, aún con los ojos cerrados y la cabeza hacia arriba 

—Párate. Tienes que disculparte con tu hermana por la actitud de imbécil que tuviste ayer. 

En eso, la kryptoniana recordó más sobre lo sucedido, su ceño se frunció de inmediato, no podía sentirse más enfadada, más el dolor terrible que tenía en la cabeza. 
—Sal de aquí— pidió, pues sentía que, en cualquier momento, explotaría 

Imra la miró un poco dolida, se dio la vuelta y salió del lugar. Encontrando a Kara, con el celular en la mano.
—¿Todo en orden?— preguntó la princesa, girándose hacia ella 

—Sí— mintió— ¿Y tú?

—Creo que sí, podré quedarme más tiempo gracias a Sofía— dijo, sonriendo y achinando los ojos 

—¿Y después?

—Sofía pensará en algo, siempre lo hace— asintió con seguridad

—¿Y si no?

—No lo sé


...

Andrea había invitado a su enamorada a una cita doble junto con Lena y Kara, claro que aceptaron, pero no podían dejar de lado a Janeh ni a Imra, así que también fueron ellas; a parte, invitaron a Alex y a Samantha.  

¿Y cuál es el lugar perfecto para ir en parejas? Exacto, los juegos mecánicos. 

Ahí estaba el pequeño grupo, entrado en el inmenso lugar, repleto de gente y niños despistados; tiendas de dulces y comida, un lugar en el que podrían tomarse fotos, entre otras cosas que siempre hay en un parque de atracciones. Las luces llamaban mucho la atención, el ambiente era agradable, pues el sol se estaba poniendo, el cielo nublado para se podía ver bien. 

—¿A cuál subiremos primero?— preguntó Imra, después de comprar los tickets 

—Al más grande— respondió Janeh, con una gran sonrisa, Alexandra apoyó su punto 

—Creo que deberíamos ir desde el menos violento hasta el que lo es más— propuso Andrea 

—Vamos al que está más cerca y ya— habló Lena 

Todas estuvieron de acuerdo con la ojiverde, así que caminaron hasta la fila más cercana, la cual llevaba a la montaña rusa. 

Las tres parejas estaban sujetas de manos, manera que la parecía algo extraña a las princesas. Janeh seguía molesta, no podía negarlo, pero también era un poco incómodo ver cómo sus hermanas estaban tan cariñosas, y ella e Imra no, así que se acercó un poco a la morena, con sus dedos tocó los de ella y decidió agarrar su mano, sin previo aviso, Imra se impresionó al principio, pero le agradaba el contacto, así que no lo detuvo. 

—Esto demora mucho— se quejó Kara 

—Sí— asintió Alexandra 

—Me muero de hambre— volvió a quejarse

—Yo igual— respondieron las otras dos kryptonianas 

—No sé a dónde va tanta comida— mencionó Andrea 

—Sí sabes, lo explican en la primaria— dijo la otra pelirroja  

—¡Eres una asquerosa!— exclamó entre risas, posicionando ambas manos en los hombros de su novia

—Vayan a comprarse algo, me reiré cuando vomiten— comentó Lena, sacando dinero de su cartera y entregándoselo a Kara 

—Claro— respondió la menor, dándole un pequeño beso a la pelinegra 

Al caminar, algunas personas las veían extraño, como si tuvieran un bicho pegado en la cara. Ellas llegaron hasta un pequeño puesto, donde encontraron golosinas y empanadas, compraron tanta harina como el dinero les dejó. Comieron ahí, a paso apresurado para volver con sus chicas. 
—Este está delicioso— dijo Kara, aún con comida en la boca 

—Concuerdo— respondió Sofía, pero con la boca vacía

Janeh no dijo nada, pues estaba distraída, observando a Imra desde lo lejos; además, no quería hablar con sus hermanas. 

Cuando se llenaron con las tres empanadas que comieron cada una, regresaron a la fila.
—¿Por qué demoraron tanto? ¿Se comieron todo el puesto?— preguntó Alex, burlona 

—Ya falta poco para llegar, ¿me das mi cambio, Kara?— pidió la ojiverde, ofreciéndole la mano a la rubia 

Las tres hermanas se miraron, esperando a que alguna hablara, pero no sucedió. 

—¿Gastaron todo el dinero?— cuestionó Lena, elevando una ceja

—Lo siento— contestó la menor, un poco nerviosa 

—Estoy bromeando— habló la humana, tratando de calmarla un poco—. Ven aquí— ordenó, separando sus brazos para recibirla 

—Me alegra que hayan solucionando las cosas— mencionó Samantha—. ¿Y tú volviste con Janeh?— preguntó, girándose hacia Imra 

—No— respondió negando con la cabeza—. Sólo salimos como amigas.

—Ay ajá. Alex y yo también— bromeó la castaña 

—Lo dice en serio— interrumpió Janeh, ladeando la cabeza, con un tono un poco irritado 

—No puedes tener a una gallina de mascota— comentó, dándose la vuelta, regresando la vista a su novia 

—No entendí— habló la rubia mayor 

—Yo tampoco. 

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