La verdad no duele, te decepciona.
Día 8, segundo mes
Lena y Kara se sentían en paz junto a la compañía de la otra, después de salir a comprar algunas cosas. La princesa estaba casi desesperada por tener relaciones con la humana, pues sabía que su estancia en ese planeta, se estaba agotando.
Ellas dos entraron en la habitación de Luthor, en la casa de su abuela, pues a la de sus padres, ni la dejaban entrar. Un silencio incómodo se apoderó del lugar, los rayos del sol ingresaban sólo un poco a través de la cortina de la habitación.
—¿Quiere...
—Kara...
Hablaron ambas chicas al mismo tiempo
—Dime— dijeron las dos, de nuevo
—Hoy te veías muy linda— habló la rubia
—Tú igual.
Las señoritas estuvieron lanzándose miradas intensas cuando salieron, entre toqueteos y provocaciones, pero en este momento, aquel juego se acabó, estando consientes del deseo que crecía en su interior, la lujuria que gritaba por salir y expresarse.
Kara se inclinó un poco para besar los labios de Lena, era el contacto perfecto, cómodo, pero también con prisa, sus torpes manos subieron hasta los hombros de la ojiverde, mientras que las extremidades de Luthor estaban en las caderas de la princesa, atrayéndola más hasta juntar sus pelvis .
—Ah— gimió despacio la rubia, cuando Lena la pegó contra los pies de la cama, poniendo su pierna entre las de ellas
Aquel contacto prendió una chispa en el interior de Kara, quemándose por querer que toda la ropa dejara de existir. La pelinegra estaba igual de ansiosa, empujó a la kryptoniana y se sentó a horcajadas de ella, subió sus manos hasta los botones de la blusa de la rubia, y, con sus dedos, empezó a sacar botón por botón, hasta dejar a la vista el abdomen y senos cubiertos de Zor-El.
—Sé que ya te he visto desnuda, pero esto...— se detuvo, para agachar un poco su cabeza y dejar besos húmedos sobre el pecho de la rubia—... esto es mucho mejor— confesó al fin
Lena empezó a frotar su intimidad contra el vientre de Kara, mientras que, con su mano derecha, intentó sacarle los lentes a la princesa.
—No— pidió la alienígena, deteniendo la acción de la humana—¿No quieres?— preguntó un poco dolida
—No no, sí. P-pero con lentes— indicó Zor-El, tartamudeando un poco por el calor que sentía en su zona íntima
Luthor asintió con la cabeza, echando su cuerpo sobre el de Kara, bajando a besar su cuello y mordiendo con un poco de desesperación. Casi como impulso, la ojiverde bajó su mano para meterla en la falda de su novia y subir hasta sus bragas, las cuales empezó a quitar.
—E-espera— pidió la princesa, al sentir los dedos de Lena sobre su vulva
—¿Mh?— preguntó, sin sacar su mano
—¿Por qué vas tan rápido?
Ante esa cuestión, la pelinegra se apoyó sobre sus codos y miró a su novia, ladeando la cabeza, no dijo nada, mas retiró su diestra de la intimidad de Kara.
—¿Lena?— preguntó la rubia, cuando Luthor se sentó a su lado en la cama
La ojiverde soltó un leve suspiro al darse cuenta de sus excesos
—Me... me aceptaron en la universidad...—¡Eso es muy bueno, Len!— interrumpió la princesa, emocionada, y acomodando su postura para estar sentada frente a su novia
—En el MIT— completó, un poco triste, intentando que Kara comprendiera lo que decía
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Triple Click
RomantikUna es arrogante, la otra un desastre, la última es una cuna de intelecto; podrá una de las princesas conquistar a Lena Luthor, hija de un empresario multimillonario reconocido mundialmente, la única mujer en la que tenían rotundamente prohibido fij...