— Esto me recuerda viejos tiempos —comentó el doctor mientras se apoyaba en la barra del bar junto a la pelirroja.
— ¿Cuándo eras lo suficientemente tonto como para no darte cuenta que me gustabas y que quería salir contigo? —una sonrisa cruzó los labios de ella mientras él la miraba avergonzado.
Clint se había lucido como el nuevo autodesignado organizador de fiestas, quería festejar a lo grande el primer cumpleaños de su amiga luego de su heroico regreso de la muerte, asique no había dejado ningún detalle librado al azar.
— No puedes culparme, no cuando tú eres tan hermosa y yo soy tan... yo —a diferencia de otras veces, Bruce no estaba intentando demostrar la poca persona que sentía que era en comparación de su grandiosa novia, ni sintiéndose mal consigo mismo, sino que solo estaba intentando bromear, a costa de él.
— Veo que los 6 doctorados que tienes te han enseñado a expresarte de una manera tan espectacular Banner —la sonrisa sarcástica de la pelirroja se contagió en segundos al doctor.
— ¿Qué puedo decirte? Todos los días intento superarme y ser un poco mejor —una sonrisa divertida se plantó en su rostro ante la mirada de incredulidad que le estaban dando— Aunque sin intentar corregirte ni nada parecido, quiero decirte que en realidad, tengo 7 doctorados —el científico sonrió con arrogancia, ganándose un suave golpe en su hombro.
— Al punto, Banner, que no se te suban a la cabeza los títulos —respondió ella con una fingida mirada de exasperación.
— Además, siempre voy a culparte de mis momentos de estupidez —continuó el científico ignorando deliberadamente el último comentario de su compañera y manteniendo una sonrisa divertida— Cuando estoy contigo es como si mi cerebro dejase de funcionar correctamente, pero ¿cómo podría culparlo? —la espía sonrió ante el pobre intento de su compañero de mantener su expresión enojada, era muy sabido para todos que la única capaz de actuar un personaje con credibilidad en esta relación, era la pelirroja.
Aunque le daba créditos al doctor por sus esfuerzos, y por su ternura por sobre todo.
— No puedo hacerme cargo de cosas que no hago a propósito doc. A menos que, ¿tal vez si las estoy haciendo a propósito? —él rodó los ojos ante la sonrisa burlona que ella le estaba dando— Pero, aunque amo molestarte como tú ya sabrás, supongo que te acercaste a mí con alguna intención en particular, ¿verdad Brucie?
El sonrojo del pobre científico fue inevitable al escuchar el nuevo apodo que Natasha había decidido comenzar a usar hace una semana, eso sin mencionar el tono burlón que utilizaba cada vez que decidía usarlo.
Decirle "Brucie" a un hombre que en cualquier momento podría convertirse en un monstruo gigante y verde de tres metros, con capacidad para destruir todo a su paso, era muy irónico.
El doctor asintió mientras la temperatura de su rostro aumenta aún más al recordar el motivo principal que lo llevo a la barra donde ella se encontraba en primer lugar. Abrió su boca con la intención de hablar, pero sus nervios no lo dejaban unir dos palabras en su mente y pronunciar algo coherente.
Esta noche era la noche en que el renombrado científico con una inteligencia admirada a nivel mundial, iba a hacer el ridículo solo para sacarle una sonrisa a la persona que amaba.
— Sé que es una fiesta grande y hay mucha gente frente a la cual podríamos pasar vergüenza si aceptas mi proposición, pero aun así quería preguntarte si tan solo tú... ¿querrías bailar conmigo? —la mirada que él le estaba dando no coincidía con la edad del doctor, era como ver a un adolescente que invitaba a la chica que le gustaba a salir por primera vez.
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Una Segunda Oportunidad
FanfictionLa lucha final contra Thanos dejo a demasiadas personas sufriendo por sus perdidas, Bruce es una de ellas. Lo ha perdido todo, a su mejor amigo y a la mujer que amaba, hundiéndose en un profundo abismo de dolor y tristeza. El único deseo que tiene e...