DOS

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En cuanto Sana se levantó al día siguiente vió una nota sobre la mesa, en cuanto la tomó pudo leer que Tzuyu le decía que se tomara una pastilla para el dolor. No entendía cómo había notado eso, pero lo ignoro e hizo caso. Después de todo la espalda realmente le dolía.

Tzuyu había decidido irse más temprano, a pesar de que ambas trabajaban juntas, no quería empezar su día con una Sana diciéndole que no necesita que la acompañase hasta el trabajo, o algo por el estilo, esa omega siempre tenía algo que decir cuando intentaba ser amable con ella. 

— ¿Cómo estuvo la mudanza? – preguntó Elkie, mirando a Tzuyu con una sonrisa. 

— Bastante bien, aunque si fue agotador – la menor rió.

— Imagino que a pesar de eso también obtuviste a una Sana diciendo que no necesitaba de tu ayuda – Tzuyu rió y asintió – Lo sabía — también rió.

— Par de tortolitas, debemos comenzar a trabajar si no queremos salir tarde otra vez – comentó divertida Mina, quien se acercó a ellas junto con Sana y Momo. 

Tzuyu rió al ver como Elkie golpeaba a Mina. Momo sólo le hizo un gesto señalando a la persona que tenía un lado de ella, haciendo que Tzuyu negara con su cabeza, pero Momo asintiera. Ellas se entendían.

— Ahora sí, ya es hora de sufrir por las siguientes ocho horas – comentó Mina, caminando en dirección a algunas máquinas que allí. Las demás la siguieron.

Las horas pasaban demasiado lentas para todas allí, aunque sabían que eso pasaría.  Las personas únicas en ese lugar que la pasaban bien, eran el jefe, el gerente y los secretarios de ambos. El resto trabajaba simplemente para poder irse de allí y poder buscar un trabajo más tranquilo. Con el tiempo solo han quedado ellas, la mayoría de los omegas conseguían algún alfa que los mantuviera o encontraban a su pareja destinada. Algunos alfas conseguían otro trabajo y desaparecieron de allí, mientras que otros simplemente habían sido despedidos por tener problemas con otros alfas o betas por un omega. Algo normal en la sociedad de ese momento.

— Tzuyu – llamó uno de los secretarios, haciendo que ella lo mirara – O estás en problemas o recibirás una excelente noticia.

Tzuyu se fue de su puesto de trabajo, siguiendo al beta.

— ¿Creen que sea malo? – preguntó Elkie, mirando a las demás.

— Sólo sigue con el trabajo Elkie - respondió Mina.

Luego de eso ninguna había visto regresar a Tzuyu hasta luego de casi tres horas, todas la miraron esperando que les dijera algo, pero ella no decía nada. Tzuyu solo se acercó un poco a Elkie, para decirle que estaba todo bien, ya que el aroma de la omega estaba molestando un poco a las demás. Sana la miró un par de veces, esperando que dijera algo. Pero no lo hizo. Ni allí, ni cuando se fueron, ni en el camino, y mucho menos cuando llegaron a su casa.

Eran las dos de la tarde y ambas debían comer algo, por lo que Sana se había dispuesto a cocinar ya que Tzuyu había desaparecido nuevamente. Se acercó a la habitación de la alfa, golpeando un par de veces la puerta, para luego poder verla. Estúpidamente Sana no podía decir nada, sintió la molestia de la alfa y eso la abrumaba un poco, por lo que solo tomo el brazo de la alfa y la jalo hasta la cocina. Había algo mal allí, usualmente Tzuyu le había preguntado que sucedía o simplemente había reído, pero solo mantenía un gesto serio y la miró un poco confundida. No sabía que había pasado con Tzuyu en el trabajo, como tampoco que le pudiesen haber dicho, pero esta no era la alfa que ella conocía.

Ambas solo almorzaron en silencio.

En la cabeza de la alfa no dejaban de pasar cosas, mientras que la omega intentaba adivinar que sucedía con ella. Luego del almuerzo, ninguna de las dos volvió a mientras que la verse por el resto del día.

 𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑  || 𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora