QUINCE

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Sana sintió el aroma de Tzuyu demasiado fuerte desde la mañana, eso le sorprendió de la menor, pero aún más el hecho de que había vuelto más temprano del trabajo esa mañana. Desde que había llegado sólo se había quedado en su habitación y siquiera respondía cuando la omega golpeaba la puerta. Luego de unos minutos Sana comprendió que el celo de la alfa había llegado y que probablemente estaría encerrada en su habitación hasta la mañana del día siguiente. 

La omega apagó la tv y suspiró, ya estaba aburrida de ver siempre lo mismo, estaba aburrida de estar allí y estaba aburrida porque Tzuyu no estaba con ella. Pero sería muy egoísta de su parte exigirle algo a la alfa cuando ella fue quien estuvo cuidando durante todo su celo. Apretó sus labios y soltó aire. 

— Tzu – golpeó la puerta – Sé que no respondedorás, pero quiero que sepas que iré a hacer unas compras, faltan un par de cosas, volveré pronto – se alejó de la puerta y salió de allí, caminando un poco hasta el supermercado. 

Tomó un carrito para las compras y se adentró, colocó un par de cosas y miró el precio de otras, ¿por qué todo se había vuelto tan aburrido? Su celo había acabado hace dos semanas y había intentado mantener la paz con Tzuyu, su relación seguía igual que durante su celo, por ambas estaban bien, pero ahora Sana no sabía lo que qué hacer. ¿Qué se supone podía hacer por Tzuyu? Tenía en claro que la alfa había logrado ayudarla por el auto control que tenía la alfa sobre sus impulsos, pero ahora eso era imposible porque la alfa no podría controlar sus impulsos estando en celo. Suspiró y luego frunció el ceño al sentir como alguien la abrazaba por la espalda, hasta que sintió el aroma. 

— Mina – sonrió y se volteó, siendo recibida por la sonrisa de la alfa.

— ¿Cómo estás? Noté que estabas mirando los lácteos con mucho enojo y decidí alejarme de la zona donde hay cosas de vidrio para luego saludarte – Sana rió. 

— Estoy bien, pero Tzuyu está en celo y... me aburro — Mina sonrió – Y sí, eso quiere decir que me estoy comportando mejor con Tzu, sobre todo luego de lo que sucedió con el alfa en el trabajo. 

— ¿De qué hablas? – frunció el ceño. 

— Oh, cierto – apretó sus labios – Tú ya no estabas para ese momento, en fin, tuvimos un problema con el jefe y Tzuyu lo golpeó, se molestó y nos quedamos sin empleo – la menor aún la miraba esperando que dijera algo más – El jefe estaba conmigo en su oficina, quería marcarme y llegó Tzu, me sacó de la oficina y creo que golpeó al alfa, no lo sé con seguridad, luego de eso todo mejoró – rió. 

— Pero no te hizo nada, ¿cierto? – acercó su mano al cuello de la omega, haciendo que esta se moviera un poco.

— Claro que no, Tzuyu llegó a tiempo – Mina le sonrió – Tzuyu no me marcó, ella no haría eso hasta que... ¿Se siente demasiado el aroma de Tzuyu en mí? 

— Demasiado – rió – Pero estoy acostumbrada a ello, pero... – tomó aire – Si quieres no estar tan aburrida hasta que el celo de Tzuyu acabe puedes ir a mi departamento, no vivo muy lejos de aquí, y podría presentarte a mi  omega – Sana sonrió. 

— Eso sería genial, quiero conocer a quien te soporta – la menor frunció el ceño y luego rió – Lo siento, pero ¿Entonces qué haces aquí?

— Venía por un par de cosas y te vi a ti, y me distraje – Sana rió

 𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑  || 𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora