𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑 || 𝐒𝐀𝐓𝐙𝐔

TM II: DIECIOCHO

— Sana, ya hablamos de esto bebé — Acarició el rostro de la mayor, haciendo que la omega hiciera un puchero y luego suspirará

— Pero amor — Se quejó la mayor, haciendo que la alfa sonriera y depositará un pequeño beso sobre la cabeza de la mayor — Dijeron que no pasaría nada, y que los supresores podrían hacer daño al bebé.

— Eso también me lo dijiste con MinJu y Sullyon — La mayor rió y se recostó sobre la menor, haciendo que Tzuyu sonriera nuevamente y acercará sus manos a la cintura de su omega

— Pero ahora es diferente — Murmuró — Sólo quiero no sentirme tan frustrada Tzu — Cerró sus ojos ante las pequeñas caricias que la menor proporcionaba sobre su cintura — Por favor. 

— No lo haré princesa, no quiero lastimarte — Acarició la mejilla de la mayor, haciendo que la mayor suspirará — Y no dijeron nada de los supresores, no puedes mentirme, yo estaba ahí. 

Sana rió por lo bajo, haciendo que Tzuyu moviera a la mayor y luego se levantará de la cama para ir en busca de los supresores de la mayor, no era la primera vez que esto sucedía y no entendía como es que pretendía que eso funcionara si ella estaba ahí cuando les decían que no existía problema alguno con que bebiera los supresores. La mayor suspiró y luego bebió los supresores que la menor le acercó, no entendía la mayor esa ansiedad de querer estar con la menor cada vez que su celo llegaba a pesar de estar en cinta. En cuanto la menor se recostó nuevamente junto a ella la abrazó, haciendo que Tzuyu suspirará y acariciara la cabeza de la mayor.

Ambas se durmieron luego de una pequeña plática con respecto a los nombres o el nombre que debería su bebé o bebés. La discusión era la misma que la primera vez, Tzuyu aceptaría lo que fue que la mayor dijese con tal de verla feliz. 

Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando ambas se despertaron al sentir más peso junto a ellas, en cuanto abrieron los ojos sus dos pequeñas estaban sobre la cama mientras reían. Sana se sentó y miró a sus pequeñas, para luego mirar a Tzuyu, quien rió y luego tomó a sus pequeñas para que se recostaran en medio de ellas dos. Ninguno de las dos comprendía como es que las pequeñas se han bajado de sus cunas, y mucho menos como es que lograron subirse a su cama sin que ellas las sintieran.