10.- Amigos

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Jimin caminaba con la vista borrosa por las lágrimas, era tarde así que no había mucha gente por la calle.

Sentía su corazón quemarse, tan lento y dolorosamente.

"Yo no merecía esto Jimin"

¡Por supuesto que no! De las personas que se había cruzado en su corta vida, Jungkook era el que menos merecía ser dañado por él, el alfa se había interesado y preocupado sinceramente desde un inicio, le había ayudado y le había querido genuinamente.

Jimin no podía diferenciar si su acto había sido por amor o cobardía.

Entendía el punto de Carine, al ponerse en sus zapatos y con la llegada de su hijo tan cerca podía entender.

Jimin ya no sería un buen omega para ningún alfa. Esa era la verdad. Porque formar una relación con él venía en combo, venía con mucho esfuerzo, esfuerzo que pensaba no valer la pena, venía con una cría rechazada por su padre biológico.

Jimin sabía que era su falta, su error, el haberse acostado con Kai borracho una única vez estaba desencadenando en este lío pero no podía meter a nadie en el, era su tormenta, el caos que tenía que resolver solo.

- ¿Jimin? - Taehyung bajaba por sus escaleras bostezando cuando vió al omega caminar débilmente, se apresuró a bajar y ponerse frente a él - ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? - Jimin estaba con la cabeza hacia abajo, le avergonzaba que le viera llorar. - ¿Debería llamar a Jungkook? - Jimin negó frenéticamente su cabeza.

- Es...estoy bien - dijo sin fuerza

- Pues no lo parece

- Solo quiero dormir - Jimin miró al moreno con sus tristes y destrozados ojos - No le digas nada a Jungkook. Hemos terminado - dijo con una sutil sonrisa que no llegaba a sus ojos - Así que lo que me pase no es asunto suyo... ni de nadie

Jimin lo rodeó para entrar a su cuarto y poder llorar a gusto y en privacidad, sintiendo como con cada lágrima su cuerpo le pesaba más.

Y en medio del dolor solo se repetía que era lo correcto.

Taehyung no estaba tan sorprendido por la noticia, después de todo había escuchado lo que la mamá de Jungkook vino a decirle al omega el día de la graduación, sí, lo sabía, pero pensó que Jimin no haría nada pues los escuchó teniendo sexo esa misma noche así que le quito importancia...

Jungkook debía estar destruido. Taehyung sabía que el alfa amaba a Jimin. y Jimin... ya lo había visto, tratando de hacerse el fuerte, como siempre.

Suspiró mirando al cielo ¿Qué debía hacer él? Porque aunque no quería formar parte del plan de la mamá de Jungkook, no podía evitar coincidir en el hecho de que si Jungkook dejaba todo por Jimin de aquí en adelante su vida solo sería más difícil. Jungkook era una persona especial, tenía una brillantez atípica, muy inteligente y maduro, amable y carismático, podría llegar a ser un médico de élite, tener contactos y cambiar completamente su vida, esa vida que su padre le había dejado.

Taehyung siempre querría lo mejor para su amigo.

Al día siguiente Jimin salió temprano a su primer trabajo usando unos grandes lentes de sol, sus ojos estaban rojos e hinchados, asustaría a las personas.

Su nuevo trabajo era en una biblioteca, acomodando libros, limpiando los estantes, barriendo, ayudando a las personas a encontrar algún libro y registrar a los que se prestaban. Era un trabajo fácil y tranquilo la mayor parte del tiempo.

Se encontraba acomodando unos libros cuando escuchó una familiar voz

- ¿Disculpe? - Al darse la vuelta se encontró con unos bonitos ojos que lo miraban igual de sorprendidos que los suyos - ¿Ji-Jimin? - Miró su ya muy notable vientre y Jimin se cerró rápidamente su abrigo

A Través de La Vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora