✅Capítulo 2

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2.- Beso con sabor a chocolate.


¡Por la santa papucha!

Había pensado en voz alta. Y él adonis de ojos azules...¡me había escuchado!

Había dicho todo esa frase en ¡¿VOZ ALTAAA!?. Y para mi mala suerte, él y todos me habían escuchado decir semejante estupidez. Sería una buena candidata para "Miss Estupidez 2021" y no me sorprendería si yo fuera la ganadora.

No te deberías sorprender. Lo afirmo. Serías la ridícula ganadora.

Conciencia idiota.

Aún me encontraba de espaldas al chico, pero podía sentir su presencia, y su colonia que tenía un olor muy delicioso y varonil. No tenía nada preparado para que mi vergüenza fuera menor, así que decida me giré para encararlo. Y opino que deberían llamar a la policía porque de seguro es un delito ser tan guapo.

Primeramente empezando por su estatura, debía medir alrededor de 1.90 a 2.00 metros, admito que me intimidada un poco. Yo no era una chica baja, aunque tampoco alta, tenía una estatura promedio con la cual me conformaba. Pero ahora que estaba frentre a él me hacía sentir muy pequeña, me llevaba una cabeza y un poco más, considerando que le daba por los hombros. Ahora mismo parecíamos ser la réplica de Elle y Noah, en"El Stand de los besos".

Su belleza parecía ser la encarnación de diez vidas pasadas de Justin Bieber, Brad Pitt o Cristhian Grey. Su rostro era...¿delicado? pero de una forma varonil. Su nariz respingada, y con el tamaño adecuado, junto a esos labios rosados y carnosos. Pero si pensabas que ahí acababa la perfección del chico, estabas muy equivocada, porque jamás había visto ojos azules tan impresionantes como los de él, azul cielo en un tono claro.

¡Consejo!: Aguanta con fuerzas tus bragas, porque están en peligro.

Su cuerpo era tonificado y atrayente, sus músculos no eran exagerados, pero tampoco eran flacos ni debiluchos, tenían la contextura adecuada, de esos de lo que ejercitan cuando se les pegue en gana. Y para terminar, piel blanca con un ligero bronceado.

Ok. Esta belleza no es normal. Para nada.

- ¿Ya terminaste de follarme con la mirada? - interrogó con una sonrisa ladina, y yo lo miré con estupefacción.

- ¿Perdón?

- Tranquila, no eres la primera ni la última que lo hace, suelo causar esa reacción en la población femenina.

Sabía que no era tan perfecto. Primer defecto: era un egocéntrico altanero.

Muestro una sonrisa más falsa que cuando la esposa de Will Smith confesó en un programa de televisión que le había sido infiel.

- Y eso a mí me importa un bledo lo que puedas causar en la población femenina - hablé con naturalidad, como si mis bragas no estuvieran en el piso empapadas por su atractivo.

- Ya, y yo empecé a leer a los dos años - suelta con ironía, y no puedo evitar mirarlo con desprecio.

- ¿Acaso lastimé tu ego, porque en mí no causas ni lástima?

Mentirosa, no me importa que de amor te mueras.

Maldita inoportuna.

¿Qué? Yo solo canto la canción de Sebastián Yatra.

Ajá.

- Ni con mil insultos lastimarias mis ego preciosa.

Bufo.

Eres Mi Luz[#1]( En Proceso)Where stories live. Discover now