Capítulo 4

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4.- La familia.

Entré sin tocar, sabía que si tocaba o llamaba, ella no iba a responder. Desde niña Leila es así, le cuesta perdonar a las personas que le hacen daño a sus seres queridos o a ella, nunca llora, o al menos no delante de nadie, reprime su dolor, sus lágrimas caen en su interior, le sangra el alma por dentro pero ella solo se limita a ser esa chica elegante, es su forma de protegerse para que no le hagan daño, en el fondo es un animal herido, con falta de emoción, de sentimientos y por sobretodo el amor de un hombre, Marco la convirtió en esa chica de corazón de hielo.

- Verónica tienes que tocar la puerta- allí estaba ella, en su cama, abrazando a su almohada, con gotas cristalinas saliendo de sus ojos.

- Lo siento - me senté a su lado, no hablé, le tenía que dar su tiempo, la atraje hacía mi y la abracé, dejándole saber que, aunque peleemos, digamos odiarnos, somos la balanza de la otra.

Estuvo llorando alrededor de media hora, se separó de mí, miro a un punto fijo en la habitación y habló...

- Desde que Marcos se fue me juré no amar a nadie, los hombres solo te rompen, te hacen promesas huecas y de pronto se van. Sabes mamá me dijo una vez "Quien ama, no abandona, no lastima a la otra persona,o al menos no de forma intencional", entonces porque ella no sigue ese consejo, el nos abandonó, Verónica, estamos bien sin él, no nos hace falta.

- Solo le quedan seis meses de vida Lele - así le decía cuando intentaba consolarla.

- Exacto. El vino en sus últimos meses, en su último tiempo de vida, vamos hacer su distracción, si vino ahora,¿ porque no vino antes? - iba a responderla cuando el protagonista de la conversación entró.

- La vida de la mafia es dura Leila - ella lo miró fijo - Un día puedes estar aquí, pero mañana no - parecía abatido - Si no vine antes, es porque me daba miedo que mi padre las alcanzara, él es capaz de matarlas, sin pensarlo - abrí mis ojos sorprendida ¿matarnos?.

》Alsonso Vicent, mi padre, y cabe recalcar que el peor, él fue todo menos un padre. Viviamos en una finca alejada de la ciudad, de esa manera era más fácil exportar la droga sin que la policía los detuviera. Había que hacer encargos a diferentes personas, todas peligrosas. Un día uno de sus guardias fue encontrado muerto, a él le tocaba hacer uno de los mayores encargos, mi padre estaba desesperado, estaba en juego mucha cantidad de dinero, más de un millón de dólares, todos sus capataces estaban ocupados distribuyendo encargos, él estaba al punto de volverse loco.

》Yo estaba pintando en mi habitación, junto a Chana, mi nana, cuando el entró y me dijo que tenía que hacer una misión importante para él, solo tenia 15 años, le dije que yo jamás iba a ser algo así, el sabía que había un 80% de probabilidadades que me mataran, por eso el no quería ir, comencé a gritarle y a negarme, entonces el le pidió a Chana que saliera de la habitación, ella lo hice dudosa, cuando ella se fue, el se quitó el maldito cinto de cuero y comenzó a pegarme sin parar, con una barilla de metal que estaba cerca también, estaba débil, pero aún así me mandó.

》Mi vida oscureció, no podía ver el sol, nada me salvaba del maltrato de ese animal. Chana se escaba por las madrugadas a curarme, ya que Alonso se lo había prohibido. Resulta que ese día la descubrió, y delante de mis propios ojos la mató, y yo no pude hacer nada, ese día le fue arriba, tenía rabia de haber matado a la única persona que me quería y ayudaba, él me pegó, y luego me tiró de las esacleras, terminé con mis costillas fracturadas.

-¿ Y...t..tú mamá? -preguntó Leila ahora intrigada.

- Ella era solo una de sus putas. Hacía todo lo que le decía, si había que prostituirse ella lo hacía, ella me tuvo a los 14, y mi padre tenia 30, era joven,linda, pero sobretodo ambiciosa.

Eres Mi Luz[#1]( En Proceso)Where stories live. Discover now