CAPÍTULO 33

168 93 80
                                    


Alana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alana

Me despierto por unas cálidas caricias que van desde mi cabeza hasta mi espalda baja. Se siente tan bien, todo esto que por mi me quedaría todo el día así, a un lado de mi príncipe andante. Pero no puede ser, como uno desea.

Empiezo a sentir besos, por toda mi cara hasta que con estos mínimos gestos, hace que me despierte, me estiro y sin pensarlo me pongo a horcajadas de él y estampó mis labios con los suyos. Me separo de él, para poder ponerme a un lado y acomodarme en su pecho, pero es más astuto; que me sujeta de la cintura y se sienta en la cama para darme un beso y este profundizarlo más del que había dado en instantes que me desperté.

Nos tenemos que separar por la falta de oxígeno y porque me empezó a rugir mi estómago. Por lo que me levanto de la cama y emprendo camino al baño para lavarme la cara, hacer mis necesidades; salgo del baño y veo a mi chico que sigue en la cama, es ahí donde me doy cuenta de todo lo que pasó ayer.

Si me enoje, pero no tenía el derecho a reclamar nada, porque no fue cuando estaba conmigo, pero de una manera u otra si me sentí mal, porque pensé que era diferente a los demás, cosa que es así, pero tuvo un desliz que provocó que cayera en la persona menos indicada.

Veo como se levanta y va directo a donde estoy. Ver su cara me da una tranquilidad que me quiero tumbar de nuevo en la cama y estar todo el día ahí, contándonos anécdotas. Pero no creo que sea posible ya que me muero de hambre.

—Mi amor ¿En que tanto piensas?—preguntó acercándose a mí y pegándome a su pecho

—Mmm... En todo lo que pasó ayer, en que no te puedo juzgar por algo que ya pasó y que no fue cuando me conociste—dije con un poco de nerviosismo por miedo a que ya no quiera hablar del tema.

—Mi amor—dice despegándome de él y poniendo sus manos en mi rostro para anclar mis ojos a los suyos. —Mírame, sé que lo que te mencione fue algo que no te esperabas de mí, pero espero que nada cambie, se que fue un grandísimo error, un tropezón que estoy pagando porque puede que entre en una deshonra por hacer algo tan vil y asqueroso, que a mi edad no era la más adecuada de llevar a cabo, ya que era un inexperto y que fui manipulado por aquella mujer psicópata, pero ahora tu eres mi presente y mi futuro, aquella mujer; ya no tiene más cabida en mi vida porque ese lugar ya está ocupado por ti. Te quiero y no quiero nunca separarme de ti.

Estábamos abriendo un tema muy delicado y difícil de tratar, ya que es algo que yo también deseo que pase, tener un futuro cercano a su lado. Pero tengo miedo a que no funcione.

Sus palabras son totalmente sinceras y verdaderas, que por la alegría que me causaban se me salieron unas cuantas lágrimas que él retiró con sus dedos.

Sin darle tiempo a que le diera una respuesta, junte nuestros labios y ese beso fue muy distinto a los que nos habíamos dado con anterioridad, en este beso, me puede dar cuenta y reafirmar que nuestro amor es puro y sincero, que juntos podemos vencer cualquier adversidad.

Mi niña bonitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora