-UNA NOCHE EMBRIAGADORA-

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Shisui apareció en el umbral con gesto preocupado

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Shisui apareció en el umbral con gesto preocupado.

Después de saludarlo con una inclinación de cabeza, se volvió a Itachi y habló en griego precipitadamente. El Blondo se marchó... mientras Itachi descubría que las malas noticias no habían terminado.

Shisui sabía que el azabache se molestaría por lo que le diría, tomo el pomo para abrir la puerta carraspeo ya que esos dos no se llevaban nada bien.

- Boss.

El azabache volteo para ver a su ayudante al ver que le hizo una seña fue a paso tranquilo.

- ¿Qué pasa?

Dejo salir un suspiro.

- Boss, hay varios paparazzi a las orillas de Uzushiogakure, la seguridad que trajimos están despegando.

Itachi sintió como un fuego que no era precisamente ese tipo de calor en su cuerpo se giró para ir de nueva cuenta hasta donde estaba ese rubio con cara de ángel pero era en realidad un demonio.

Una voz gruesa y furiosa se dejó escuchar.

- ¡DEIDARA!

Si el azabache lo iba a tratar con delicadeza al pensar que su disculpa era real el desecho de su mente un nuevo grito se dejó escuchar en toda la estancia.

- ¡Deidara baja inmediatamente! Si no lo haces te vas arrepentir si yo subo hasta donde estas.

Nada se escuchó, Deidara se asomó ya que alcanzo escuchar una fuerte voz que le hablaba se encamino por el pasillo al llegar a lo alto de la escalinata se escuchó nuevamente.

- ¡Deidara! – Era la voz del Uchiha. - ¡Baja!

El Uzumaki frunció el entrecejo y le miro, iba a bajar el pie para bajar la escalera, pero recordó que ese matrimonio solo era de apariencia, en realidad no tenía por qué obedecerlo. Ni siquiera estaba casado de verdad con ese azabache.

La voz fuerte se dejó escuchar del azabache. El subió la escalinata de dos en dos hasta llegar hasta donde estaba el rubio.

- Está obra de teatro ya se acabó — El Uchiha trataba de estar calmado se puso frente al rubio.

- ¡Te ha gustado jugar! ¡Ya estarás satisfecho de estar casado conmigo! — Replicó Deidara—. ¡Apártate!

El rostro del azabache era totalmente inexpresivo pero sus ojos brillaban de la furia que sentía recorrer su cuerpo.

- Quiero que contestes algunas preguntas.

Deidara intentó pasar de largo. Al ver que no podía, le dio un leve empujón. Itachi lo tomó por la cintura y lo levantó en el aire.

BELLEZA INDOMABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora