Argumento:
Itachi Uchiha un magnate de nacionalidad japonesa pero por sus venas también corre sangre griega.
Quiere comprar una propiedad... llamada Uzushiogakure, en la cual su madre vivió parte de su vida ahí. Más al ver a ese hermoso rubio cambi...
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- Por supuesto que sí — El rostro de Itachi reflejaba una irritante convicción—. A todas las mujeres y donceles les encanta la moda y la ropa de diseño.
- Mira Uchiha a mí no me gusta ser "Alguien" que no soy, lo que pasa que estás acostumbrado a traer a mujeres y donceles sofisticados. Y no voy a comenzar ahora.
- ¡Estamos de acuerdo! – Deidara le miro como si no dijo nada.
Deidara cerro sus ojos pensó en lo que recibiría cuando se casara con ese hombre posesivo y dictador.
- Le diré a una persona que conozco.
- lo hará un personal que he contratado para que haga el cambio de imagen.
- Está bien — La furia se le notaba en sus ojos color zafiros.
- Y vendrás a cenar conmigo.
Al terminar de hablar Deidara se giró para salir del lugar como llevaba un moño mal amarrado se desato su melena dejando oler el rico olor de flores silvestres al tocar las puntas en el rostro del Uchiha se estremeció.
Pero no alcanzo a decirle nada ya que el rubio salió hecho una furia. Al pasar al lado de la secretaria le extendió la tarjeta donde debería ir.
¡Era Deidara! No iba a dejar que ese magnate lo tratara como una marioneta, con una sonrisa maquiavélica en su rostro tomo la tarjeta.
- Lo van estar esperando para hacer el cambio que necesita.
La chica le mira con rencor en sus ojos, si, había pasado por la cama de Itachi Uchiha una más en la lista, es el motivo por molestarse.
Deidara no le dijo nada se lo pediría a Tsunade.
"Si piensa ese arrogante de Uchiha que voy a ir corriendo a esa estúpida cena está equivocado"
Con esa convicción salió de ese edificio dejo salir un suspiro al sentir una mano en su hombro la tomo y le retorció el brazo.
- Dei...Deidi... tranquilo soy yo Itama... cálmate.
- Perdóname Ita, es que si estaba un minuto más con ese arrogante te juro que lo mato.
Itama se sobo el hombro y le vio que su cabello lo llevaba suelto.
- Ha pasado algo... te ha hecho algo ese tipo.
Deidara no podía decirle que lo beso y que se perdió por unos momentos enlos brazos de ese arrogante hombre.
- Forcejamos unos momentos ya que él quería que me pusiera como tapete y bueno una cosa llevo a la otra y se me desato el cabello.
