-¡TE ENCONTRÉ!

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Escucho que dieron unos ligeros toques en la puerta que creyó que era la anciana que regresaba con la charola que le había prometido

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Escucho que dieron unos ligeros toques en la puerta que creyó que era la anciana que regresaba con la charola que le había prometido.

- Pase por favor.

Se levantó del fotón vio cómo se ponía la yukata vio esos hombros color canela.

- Por favor déjelo en la mesita.

El rubio metió sus manos por su nuca para poder sacar su cabello pero no escuchaba el suave sonido se giró sobre sus talones al alzar su rostro se sorprendió que dio un grito.

- ¿Qué es lo que estás haciendo aquí

Itachi tomo esa pregunta como una ofensa. La mirada carmesí la deslizó en la figura del Uzumaki la porción de piel de terciopelo que mostraba, esas curvas que apenas se podían ver.

Una fuerte ira se embargó en su pecho con solo pensar de que cualquier otro hombre pudiera verlo eso se le hizo insoportable. Y ese sentimiento lo enfado.

Itachi sentía un caos en su mente nunca le había importado lo que sus amantes hicieran o lo que vistieran o que otros hombres vieran a las mujeres y donceles.

El Uchiha jamás se había considerado un hombre posesivo.

- Debiste preguntar quién era, no dejar que pasara sin saber. - El azabache le miro severo por ser muy confiado. – Ponte algo presentable.

Pero el Uzumaki no hizo caso de lo que el Uchiha le pidió fue tranquilo hasta donde estaba un sillón para sentarse viendo para el jardín.

- No me iré Uchiha, ya habíamos discutido esto antes de llegar al altar y seguimos discutiendo este tema. Itama viene por mí.

El rostro del rubio mostraba serenidad en lo que estaba diciendo mientras el Uchiha su rostro mostró esa dureza.

- Creo que no entendiste que no dejaré que te vayas de mi lado fácilmente Deidara.

El rubio volteó su rostro molesto por lo que el Uchiha le estaba diciendo.

- No pienso escuchar tus ridículas clausulas o reglas. – Itachi miro en esos centelleantes ojos oceánicos una firme convicción. – Llévame a juicio, encarcelarme, arruíname, haz lo que quieras hacer pero... No conseguirás que regrese contigo... Además yo no quiero tu maldito dinero... ¡No quiero una maldita herencia que solo hizo que arruinar mi vida!

Deidara le miro con la profundidad de querer que entendiera bien sus palabras.

- Solo quiero recuperar mi vida, con Maki con los que realmente me aman y ese no eres tú.

Itachi dejó escapar un profundo suspiro cerró la puerta tan sumergido estaba en sus propios pensamientos el Uzumaki que no se dio cuenta, el Uchiha dio unos pasos para quedar frente a lo que era la vista que daba al mar.

BELLEZA INDOMABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora