Pasé los últimos dos días mirando en el teléfono el nombre de Jimin, pensando si enviarle o no un bendito mensaje. Honestamente no quiero que piense que estoy regalada, sobre todo sabiendo el tipo de fama que tenemos las latinas en Corea. Ganas de escribirle no me faltan, pero no. No tengo que mezclar el trabajo con ninguna otra cosa porque todo puede salir al revés, así que mejor me quedo quieta aunque me tenga que atar las manos a la espalda, para no decirle aunque sea "hola". Enseguida trato de despejar mi cerebro con un, no muy amoroso, toque en la frente. Decido dejar mi teléfono lejos de mí y ponerme a trabajar. Es viernes y me queda entregar un último trabajo dado que, el lunes, tengo que empezar las traducciones para BTS y por un tiempo, no voy a poder dedicarme a otras cosas.
— Mejor me siento en el escritorio y me pongo a trabajar —me digo a mí misma en voz alta.
Una hora o dos después, no sé muy bien porque estaba concentrada en lo que estaba haciendo, siento la necesidad de un café. Todavía me quedan un par de horas por delante y quiero tener el fin de semana libre, antes de empezar a trabajar para mis nuevos clientes. Me dirijo a la cocina y, de curiosa, miro si en mi teléfono había pasado algo interesante. Se me cayó la mandíbula al piso cuando vi el único mensaje que había. Era de Jimin...
— ¿Qué hace despierto a esta hora? —Me pone muy nerviosa el mensaje a estas horas, era de hace sólo quince minutos y ya son las tres de la mañana. Será que no puede dormir.
JM: Hola Victoria ssi, estoy muy triste porque no me has mandado un mensaje. Voy a tener que tratarte de usted para obligarte a llamarme a cumplir nuestro contrato.
« ¿Qué? Que está muy triste dice... Este Jimin de verdad me hace reír. No puede ser más exagerado...»
Victoria: Buenas noches Jimin, ¿no deberías estar durmiendo?... Creo que estás exagerando un poco al decir que te hice poner triste, así que no me hago cargo de tal acusación. Tengo que terminar mi trabajo ahora, si quieres que pueda ocuparme de las traducciones de tu grupo. Descansa.
Listo. A seguir trabajando. Tengo que hacerme la dura porque, en la que afloje, me voy a meter hasta el cuello. Sé que ese hombre va a ser más fuerte que yo.
No pasa un minuto que mi teléfono vuelve a sonar.
JM: Oh Victoria ssi, no seas mala conmigo. No puedo dormir por pensar en ti, que no me has escrito. Quiero verte otra vez... A solas.
— ¿QUÉ? —grito sin querer —¿A solas? ¿Qué le digo? No puedo hacer esto ahora, mejor lo rechazo gentilmente, aunque no quiera hacerlo en realidad.
Victoria: No está dentro de mi política de trabajo tener encuentros a solas con mis clientes, no me parece que sea correcto... Ve a dormir, Jimin, quizás si apoyaras la cabeza en la almohada sería más sencillo.
— AHHHH, me odio en estos momentos. Ética de trabajo, me maldigo por tener una —aunque por dentro sé que, si sigue insistiendo, voy a ceder.
Teléfono suena...
JM: ¿Podrías hacer una excepción dentro de tu política de trabajo? Para toda regla existe una excepción. Si me dices que sí, prometo irme a dormir. No dormiré hasta que me digas que puedo volver a verte
«¿A todas las mujeres les hará lo mismo?» , pensé. Mejor corto esto de raíz y ya. Si hago lo que en realidad quiero, estoy perdida.
Victoria: Jimin ssi, tengo que volver al trabajo. A partir del lunes soy parte del staff y no quiero arriesgar mi puesto así que, por favor, no sigas insistiendo. Por otro lado, yo no te di mi número de teléfono. No sé qué trampa habrás hecho, pero por favor no insistas. Duerme bien.
ESTÁS LEYENDO
Amor inesperado/PJM✔️
FanfictionVictoria Johnson es una mujer extranjera que vive en Seúl, Corea del sur; trabajando como traductora de videos musicales para bandas underground de manera Freelancer. Ella, ha considerado con el paso de los años y los sucesos tan desafortunados que...