Una villana peculiar

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El receso comenzar y observé a mi objetivo. Por algún motivo Kuhiro se quedó quieta en su banco. No hizo nada y ni siquiera se molestó en levantar la mirada de su cuaderno.

Dios, es tan adorable quiero cogerla. Me levanté y estiré un poco, parece tímida ahora que es una persona normal, pero cuando está vestida de chica mágica es diferente. Ella es la primera en atacarme y la que más grita estupideces sobre vencerme.

  Me acerqué a ella y al parecer me notó ya que se puso tensa.

"Hola, Kumiko, te veo sola". Saludé agarrando una silla y poniéndola al lado de la chica para poder sentarme. Y si, su verdadero nombre es Kumiko.

"Ah, h-hola Sumire". Dijo de manera tímida, haciendo que me caliente. "Note que me estabas mirando cuando me echaron del salón ¿sentías lastima por mi?". Pregunté acercándome un poco más a mi juguete quien ni siquiera lo noto.

"N-no, no es así... Es, es, simplemente que...". Un enorme sonrojó cruzó su cara y yo me reí. "¿Estás interesada en mi?". Pregunté haciendo que reaccioné. "Si, eso". No tardé ni un segundo en comenzar a contar cuentos segundos se tardaría para darse cuenta de lo que dijo, conté cinco y su cara se puso más roja que antes y de inmediato habló. "Di-digo". La calle cuando envolví mi brazo en su cintura y la atraje a mi.

"¿Q-que haces?". Preguntó con un pequeño chillido y un gran sonrojo mientras yo comenzaba a divertirme acariciando su muslo. "Ya que estás interesada en mi, no quieres que juguemos un poco". Preguntó en un tono sugerente mientras metía mi mano dentro de su falda y acariciaba su culo.

"E-espera, nos verán". Dijo de manera tímida mientras se encorvaba para ocultarse. "Tranquila, no dejaré que nos vean". Susurré a su oído mientras movía mi mano para tocar su feminidad.

Ésto se podría considerar violación, y realmente no me importaba, su cuerpo me pertenece desde el momento que la vi.

Ella dejó escapar un gemido y note que comenzaba a sollozar. Éso sólo me calentó más y comencé a masturbarla con más ánimos.

Ella recargo su cabeza contra su cuaderno y la tapó con sus brazos, juré que la escuché llorar pero no me importaba. Quería divertirme con ella.

"P-porfavor no". Susurro y me acerque a su oído. "Tranquila, te haré sentir bien". Dije mientras apretaba un poco su coño. Ella dejó escapar un gemido y de inmediato alejé mi mano mientras los alumnos presentes volteaban a vernos.

Improvisando rápido coloque mi mano en la espalda de Kuhiro y la froté suavemente con una sonrisa amable. "Tranquila, no llores, ven vamos al baño a limpiarte". Dije un poco fuerte para que todos escucharán. "No pasa nada, si te es difícil hablar de eso no te precionare para que me lo digas". Dije mientras comencé a acariciar su cabello y me levantaba. "Ven, vamos". Dije Amablemente mientras de reojo observé a los estudiantes volver a lo suyo, pero algunos hablaban de lo sucedido.

Kuhiro se levantó, al parecer con algo de miedo, felizmente tome su mano y la guíe al baño para continuar con lo nuestro.

Afortunadamente tocaron la campana para volver a clases así que el baño estaría vacío, si, me saltaría una clase y cogería con Kuhiro.

Al llegar al baño, cerré la puerta y le puse seguro, Kuhiro camino hacía el lavamanos pero rápidamente la detuve.

"Oye, continuemos". Susurré a su oído al tiempo que la abrazaba por la espalda. "Y-yo, no quiero". Dijo tímidamente mientras comencé a tocar su coño. "Pues ya estás muy mojada aquí abajo". Dije mientras con mi otra mano desprendía su falda.

"E-espera, n-no quiero". Dijo intentando alejarse pero yo me adelante a ésto y la acorrale en el lavamanos. Haciendo que su pecho tocara el metal frío y que su hermoso culo se alzará.

"Si eres una buena niña prometo ser gentil". Amenace mientras le quitaba la falda, finalmente pude ver su hermoso y regordete culo, vestido con bragas rosas y pantimedias negras.

"P-porfavor no, no quiero". Me suplico entre sollozos, por mi parte la ignore y comencé a tocar su coño.

Ella simplemente lloró mientras yo seguía jugando con su culo. "Mírame". Ordené y ella hizo caso, giro su cabeza y me observó, sus ojos llenos de lágrimas me excitaron aún más y no pude evitarlo.

La besé con toda mis ganas. Incluso metí mi lengua y jugué con la suya.

Me separé y observé su cara, completamente roja con lágrimas cayendo de sus ojos. Pero está vez el llanto se había detenido, ahora sólo gemía.

"¿Eres virgen?". Pregunté bajándole la pantimedias y las bragas para poder ver su coño. "S-si". Susurro y tan pronto como oí eso hundí mis dedos en su interior. Un chillido escapó de ella pero rápidamente la calle con un beso.

Unos segundos pasaron y finalmente me separé del besó. "Nos divertiremos mucho hoy, kumiko". Susurré mientras desabotonaba su camisa.

...

EL AMOR LOLICON [YURI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora